Perdido en la oscuridad

Convirtiéndose en iniciado

Como Wicca, Sammy tenía algunas responsabilidades, los aquelarres eran grupos que tenían la mirada puesta en sus más antíguas tradiciones, ateniéndose a ellas inquebrantablemente.

Esa noche, iniciarían a tres nuevos miembros y uno de ellos era él. Entre las actividades que implicaba dicha ceremonia, el menor tendría que bailar desnudo en una ronda junto a todos los demás del clan, la desnudez no podía ser parcial y tampoco era opcional, y tía Robin le había dejado en claro que si realmente quería convertirse en iniciado tendría que hacerlo y que no era algo tan grave.

En el peor de los casos había al menos media docena de preparados naturales que podían ayudarlo en el proceso. Lo había estado hablando todo el mes para prepararlo pues era de verdad importante que Sam participara en el rito para no generar ningún tipo de habladuría respecto de su verdadero sobrino.

Naturalmente, Harry estaba al tanto de las actividades de Gray y sabía que tanto él como Sama estarían inhabilitados ese día para su tarea habitual.

También había resultado ser el día libre de Dean, y él y Lucian habían decidido pasarlo juntos en el departamento del doctor.
Por lo que después de levantarse a tiempo para salir, el mayor de los Winchester fue a recogerlo a la clínica para llevarlo a desayunar y de ahí seguir disfrutando las horas que tenían por delante.

Sabiendo que iba a estar solo en casa Sam le preguntó a Crowley en un texto si había posibilidades de encontrarse en su departamento. Aunque hubiera tenido que pulverizar medio infierno para conseguirlo el rey no se lo habría negado ya que eran escasas las veces en las que el menor tomaba la iniciativa.

Se citaron para las 10 a.m.

Sam tocó el timbre, Crowley le abrió por el portero.
Después de recibirlo con un abrazo y un beso, tomó su abrigo y lo invitó a ponerse cómodo:

-¿Te ofrezco algo para tomar? ¿tienes hambre?...

-No por ahora... te lo agradezco mucho- le respondió amablemente, pero se notaba a todas luces que algo le pasaba- ¿podemos ir a tu habitación? -pidió enseguida el castaño-.

-Seguro -respondió el mayor y se pusieron en camino- ¿día difícil? -agregó por ver si lograba que Sam se explayara al respecto-.

-Un poco -fue todo lo que dijo el chico y se sentó en la cama donde se quitó los zapatos.

Sentándose a su lado el de iris escarlata hizo lo propio, y de paso volvió a insistir:

-¿Qué es lo que anda mal, quieres contarme?

-Tengo que hablar contigo acerca de algo pero es... difícil...

-¡¿No está funcionando y quieres que dejemos de vernos?! -preguntó y en sus palabras había tantas emociones diferentes que no se podía definir cual de ellas predominaba-.

-¡No, eso es lo último que quisiera en este momento! -se apresuró a aclarar Sam- ¿puedo preguntarte algo? ¿cómo fué tu iniciación?... es decir... como hijo de una bruja llegaste a convertirte en brujo ¿cierto? -preguntó un poco inquieto y el de los ojos rojos finalmente pudo ver por donde pasaba la cuestión-

-Sí y uno jodidamente bueno además...

-¿Incluyó una fogata y bailar desnudo?

-Suerte que a mi madre no se le ocurrió, le hubiera parecido una gran idea -sonrió- ¿entonces se trata de eso?... ¿esta noche te convertirás en un Wicca de verdad, poniéndote completamente desnudo y danzando al rededor del fuego con todos tus compañeritos de culto para pedir humildemente el favor de la diosa tripartita?

-¿De verdad es necesario hacer eso?... me refiero a... ¿hace diferencia?-.

-No -le respondió finalmente- ser un iniciado no tiene nada que ver con pretender ser un hombre de las cavernas.