¿Así es la vida de mi hermana?

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Narra Mía:
Cuando Sil bajó fuimos a comer y al rato tocan el timbre. Mire a Chris.

-Yo voy - dijo el.

Fui con el hasta la entrada y abrió la puerta. Detrás habían dos señores de mediana edad: una señora vestida con un enterito negro y unos tacones de pinta fina, y un señor con un traje. Muy elegantes para andar por la calle.

-Buenas tardes - saludo la señora - soy Daiana Sanchez. Y el es mi marido, Eduardo Sanchez.
Venimos aquí por nuestra hija, Silvana.

-Buenas tardes - salude - me llamo Mía, y el es mi novio, Chris. Ya llamo a Sil.

-Yo lo hago - dijo Chris y se fue.

Volvió con Sil que me miró preocupada y luego a sus padres.

-Mamá, Papá - hizo una leve reverencia con la cabeza. Me pareció… raro.

-Silvana te dijimos que te vayas a casa hace una hora. Que estabas haciendo?

-Almorzando con mi familia.

-No uses ese tono conmigo jovencita!

-Perdón madre. Disculpame.

*Que tono?* - pensé - *se habló normal.*

Chris me tomo la mano.

-Esto es como ver una película antigua - me susurró.

-Así es la vida de mi hermana? De verdad?

-Recoge tus cosas - dijo el señor Eduardo - todas tus cosas. No volverás a esta casa!

Sil subió y cuando paso por mi lado alcance a ver sus lágrimas rodando por sus mejillas. Subí con ella mientras mis padres ofrecían a los señores entrar por un café.

-Sil - le dije cuando la vi armando su maleta.

-Te dije que no podrías hacer nada - su voz estaba cortada y estaba humedeciendo toda su ropa con su llanto - ellos siempre consiguen lo que quieren. Tienen dinero y poder. Especialmente sobre mi.

-Por que nunca nos habías contado?

-Nunca creí que fuera necesario. Además no quería preocuparlos.

-Preocuparnos? Que debería preocuparnos?

-Ehh… Nada, no importa.

-Sil… Hay algo que no me estas diciendo?

-No, no importa. Ya debo irme.

Cerró su maleta y salió. La seguí hasta la puerta pero cuando llegué abajo ya se habían ido. Salí y vi su auto alejarse por la cuadra. Me senté en la entrada y Chris llegó a mi lado.

-Es que no puede hacer eso… No puede irse así nada mas - susurré.

-Que paso allá arriba?

-Chris Sil no puede hacer nada para detener a sus padres. Y no creo que quiera de todas maneras… Tenemos que hacer algo.

-Cual es tu plan?

-Vamos a casa y te cuento.

Narra Chris:
Le avisamos a los padres de Mía que debíamos irnos y cuando llegamos a casa Mía no dejaba de caminar de un lado a otro por la habitación.

-Amor ya calmate por favor. No me gusta verte así.

Se sentó junto a mi.

-Perdón es que… Hay algo que no me está diciendo.

-Tu crees?

-Yo lo sé. Es mi hermana.

-Yo sé. Que piensas?

-Debe haber algo más por lo que les tiene tanto miedo… Hay algo más, yo lo sé. Pero… que?

-No lo sé. Será que…?

-Que?

-No, nada. No te preocupes.

-No me hagas eso. Dime por favor.

Narra Mía:
Chris me miro y luego se paró.

-Un día - comenzó - mi hermano llegó con un golpe en el brazo. Yo me di cuenta pero mis padres no.

-Les dijiste?

-No.

-Y por que no?

-Eramos muy chiquitos y no quería traicionar a mi hermano.

-Pero pudo ser algo grave!

-Ese es el punto! Cuando mis padres se dieron cuenta creyeron que alguien lo había golpeado, pero no fue así; se había caído en bicicleta y se golpeo con una piedra.

-Cual es tu punto?

-Mi punto, es que puede que sea eso a lo que Sil le tenga miedo.

-Ah que se caiga de la bicicleta y se golpeé? - Chris cerro los puños y me miró muy triste. Comprendí - a que la golpeen?!!

Me pare y volví a caminar de un lado a otro.

-Mía espera es solo una posibilidad…

-Dios! Es la peor posibilidad que podemos pensar!! Chris si ellos la golpean es maltrato! Sabes que tan grave es eso?! Es un delito!!

-Usemoslo.

-Estas loco?! Usarlo para que?

-Tu plan. Podemos demandarlos por maltrato si eso es cierto y tus padres tendrían a su hija de vuelta. Y tu a tu hermana. Para siempre…

-Para siempre es mucho tiempo...

-Dime que lo vas a pensar.

-Poner en riesgo así a mi hermana no me gusta. Pero si con esto podre tenerla de vuelta, entonces, voy a intentarlo. Ahora solo tenemos que tener una razón ppara muestra demanda.

-Tenemos que descubrir si eso es cierto. Investiguemos.

-Y tu de donde sacaste tanto talento, Sherlock?

-De niño me gustaba mucho jugar estas cosas con mi hermano - se encogió de hombros.

-Si eran muy unidos de niños, no? - dije forzando una sonrisa. Pero no funciono.

-No yo… No quise hacerte sentir mal…

-No, no te preocupes. No es culpa tuya. Nadie la tiene.

Tropecé Con El Amor ❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora