Cuentalo todo 📃

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Narra Mía

-Hace 10 años, me dijiste no? - preguntó el abogado mientras Zabdi escribía.

-Si - respondió Sil.

-Tienen las pruebas que me dijeron?

-Si - dije y saqué la cámara. Se la pasé al abogado que se puso sus lentes e intentó prenderla.

-Zabdiel ayudame por favor - dijo y nos reímos un poco.

Zabdi con una sonrisa se acercó a el y prendió la cámara. Lo sabíamos porque el lente se abrió y sonó el timbre que decía que estaba pasando las fotos.

Las expresiones de ambos me asustaron... Al parecer a Sil también.

-Esto es terrible! - exclamó el señor García - esto... Esto... Esto es simplemente horrible! - repitió, y repitió... - puedo quedarme la cámara? Solo para imprimir las fotos.

-Lo siento pero esa cámara es importante para mi. Mejor yo se las imprimo y las traigo en unos días.

-Bueno, no hay problema - me la devolvió y yo la apagué. 

-Veamos... Zabdiel tu escribes - volvió a decir.

-Si... - respondió el volviendo a su asiento.

Yo solo le sonreí cuando me miró a ver si se alegraba un poco; no debería ser fácil estar estudiando leyes, y solo escribir los casos.

-Silvana - comenzó el señor nuevamente - sabes por qué comenzaron a golpearte?

-Mmm no estoy segura. Pero me acuerdo bien la primera vez que lo hicieron...

-Quieres contarlo?

Sil me miró.

-Dale - dije con los labios para alentarla.

Suspiró.

-Está bien... Es un poco larga...

-Tenemos tiempo - simplificó el abogado.

-Muy bien... Yo estaba volviendo del colegio - comenzó - era... Viernes por la tarde, me acuerdo bien. Estábamos en España y el colegio aún era nuevo para mi. Llevaba un mes y no tenía muchas amigas, pero una niña de mi clase me había ofrecido irme a su casa después de almorzar. No le dije nada, solo que debía preguntar a mis padres antes de aceptar. Entendió y se fue a casa, igual que yo. Al llegar a mi casa lo primero que hice fue preguntarles a mis padres si podía juntarme con mi... Por decirlo así "amiga". En fin, mi madre me regañó diciéndome que yo no podía tener amigos porque pronto nos cambiaríamos de país o de ciudad y no necesitaba cargar con una niña sentimental porque extraña a sus amigos...

Se callo un minuto, y vi las reacciones de todos; Chris estaba cabizbajo, Rich intentaba tranquilizar a Sil acariciándole la mano, y Zabdi intentaba estar atento a escribir todo, pero triste. El abogado por su parte escuchaba atentamente sin asomo de compasión. Aún...

-Mi padre - siguió Sil - alzó la mano y me amenazó con golpearme si decía otra vez que quería irme con un amiga. Al día siguiente tuve que decirle a la niña que no pude ir a su casa y ella con inmensas ganas de que fuera su amiga me volvió a invitar ese día. Llegué a mi casa, nerviosa obviamente. No podía decirles a mis padres por la amenaza que me hicieron pero no quería decepcionar a la niña. Terminé preguntandole a mi madre, porque creí que sería más comprensiva, pero no. Me llevé de castigo una abofeteada del diablo. No la olvidaré jamás...

-Que fuerte - dijo el señor García - lo lamento muchísimo, Silvana.

-No se preocupe... - se secó una lágrima y Rich la abrazo.

Tropecé Con El Amor ❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora