Tropecé Con El Amor ❤

Planes Maratón 3/4

Narra Christopher

Llegué y estacioné donde pude. Caminé un poco hasta el cruce de ambas calles que había dictado anoche a mi acompañante, y me econtré con el.

-Por fin! - suspiró - llevo como un siglo esperándote!

-Una hora - corregí - vamos antes de que alguien nos vea aquí.

-Quien nos vería? Mía? Sil? Están todos en casa de sus padres.

-Hablo de cualquier persona que crea que dos hombres con capucha son sospechosos de algo. La gente aquí es muy prejuiciosa, ya deberías saberlo.

Narra Mía

-Gracias Julieta - le dije a la chofer del Uber - no habría podido llegar a tiempo.

-No es nada. Ya sabes mi nombre, cuando quieras me pides que te busque. Siempre estoy cerca de tu edificio.

-Gracias de nuevo. Cuidate - cerré la puerta y esperé a que se alejara. Después de calificarla en la aplicación de Uber caminé hasta la puerta de entrada.

Toqué y abrió mi mamá. La abracé.

-Hola mamá!

-Hola hija mia! Como estás?

-Bastante bien, dadas las condiciones... - dije tocando mi vientre con suavidad.

-Como está mi nieta?

-Bien, al parecer. Tuve cita con el doctor ayer, pensé que ya venía, pero fue falsa alarma.

-No me lo habías contado!

-No quise preocuparte. Pero ahora que estoy de pie junto a ti, pensé que deberías saberlo.

-Gracias por decírmelo. Pasa por favor, tu padre y tu hermano están poniendo la mesa.

-Gracias ma. Los ayudo?

-No, no. Tu tienes que descansar.

Pase y mi mamá me llevó a la sala, donde me senté en un sillón.

-Te traeré un vaso de agua, si?

-Gracias.

Cuando mi mamá se fue a la cocina saque mi celular y le escribí a Chris.

Como estas bebé? Te extrañamos aquí...

Al menos se le había entregado. Pero no estaba segura si respondería, después de esperar diez minutos tomando agua llegué a esa conclusión.

No pienses eso, Mía - me dije - está bien, solo ocupado...

Me convencí de eso todo el almuerzo. Solo aparté a Chris de mi cabeza cuando sonó el timbre de la casa. Papá se paró a abrir.

Escuché la voz de Sil que saludaba a nuestro padre.

-Hola familia! - saludó cuando llegó a la mesa - Siento llegar tarde, había mucho tráfico.

-Que raro - dije yo -, a mi no me tocó.

-Te debiste haber venido más temprano.

-Si puede ser. Sientate.

-Si, gracias - dejó su bolso colgado en el respaldo de la silla y se sentó junto a mi - necesitamos hablar - susurró para que solo la escuchara yo.

-Que pasa?

-Luego hablamos.

Después de almorzar fui a dejar mi plato a la cocina y Sil se acercó a mi.