Capítulo 10: El señor Loxar.

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A partir de aquí, la situación se narra desde el punto de vista de Juvia.

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- ¡Pero.....Lyon-sama! - seguía repitiéndole a Lyon. - ¡Esto es....muy...repentino! ¿Cómo que matrimonio?

- Tal y como lo escuchaste mi Juvia-chan, cuándo te lleve allá con tu padre, nos haremos marido y mujer~

- Pero.....mi......¡mi padre no haría algo así! Él es..... - no sé que responderle a Lyon. La verdad, no creo que mi padre haya hecho un matrimonio arreglado conmigo y Lyon. Él solía estar en contra de eso según recuerdo. - Ahora que lo pienso, ¿cómo se conocieron, Lyon-sama?

- ¿Eh? ¡Ah! Tu padre y yo. Lo encontré afuera de una posada....

*Flashback Lyon, hace dos años aproximadamente*

Iba caminando por las calles de una ciudad al sur de Fiore llamada Belda, terminando recientemente de hacer una misión. Cuando de repente, veo como había un gran grupo de gente rodeando la entrada de una posada justo delante mío. Decidí acercarme.

- ¡Te hemos dicho unas mil veces! ¿¡Cuándo nos vas a entregar el dinero!?

- Maldito viejo holgazán, no haces más que beber. Gracias a tí el cuarto ya está todo moribundo y el olor a animal muerto se esparce por toda la zona.

Sólo escucho quejas, ¿hacia quién?

Trato de acercarme más y más apartando a la gente que se me cruza al frente y cuando llego hasta el principio, veo a un señor de aproximados 45 años, con unas ropas rasgadas y sucias, se veía que no se había bañado desde hace semanas. Su cabello largo, llegado a los hombros, era de un color azul marino y sus ojos eran de un celeste claro reflejado al sol. Dejando a un lado los pequeños malos detalles, apuesto a que de joven habría sido un hombre muy apuesto.

- S-s-sólo denme tiempo ¡por favor! - decía el señor. - Buscaré trabajo, lo prometo, sólo dejenme quedarme.

- Ya he perdido la cuenta de toodas las veces que nos ha dicho y repetido esa frase señor, ya me la sé de memoria.

- Ya no hay consideración esta vez, muchachos - unos jóvenes con el mismo uniforme se acercan al señor. - Tomen sus cosas y llévenlas al sótano. Al menos creo que algo de valor posea como para pagarnos.

- Sí señor - dicen en unísono.

- No......¡¡¡¡NOO!!!! ¡ESO NO!!

El señor se avalanza hacia los chicos impidiéndoles el paso hacia la entrada del local. Tiene un rostro enfurecido, muy enfuresido. Tal cual cono madre oso protegiéndo a sus crías. Si todo esto fuera una caricatura animada, habría jurado que tendría humo saliendo por su cabeza.

- Señor - le dice un joven pelirrojo. - Ya no toleraremos más sus acciones. Apártese del camino o lo quitamos a la fuerza.

- ¡NUNCA!

- *suspiro* Ya oyeron muchachos.

El pelirrojo hace una seña a sus camaradas y tres de ellos se acercan al hombre tomándolo con fuerza de los brazos mientras lo apartan del camino.

- ¡No! ¡Esperen! ¡DETÉNGANSE! ¡SUELTENME!

Mientras los hombres lo sostienen, veo como otros entran a la posada y poco después de unos minutos, salen con montón de bolsas en cada mano.

- Tenía unas cuántas joyas en su equipaje, la basura la tenemos aquí - dice uno arrojándo todo bruscamente al piso, a un lado del señor. - Pero, creo que será suficiente para pagarnos.

Hielo y Agua son compatibles (GrayxJuvia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora