Hielo y Agua son compatibles (GrayxJuvia)

Capítulo 24: Regreso.

- ¡¡¡Steve!!! ¡¡¿¡¿¡Qué sucede?!?!?!! 

- ¡No-no tengo idea!! ¡No soy yo! 

- ¡¡¡Pues haz algo al menos!!! 

¿Qué me está sucediendo? ¡Todo mi cuerpo se está desvaneciendo! 

¡Ya no alcanzo a ver mis brazos!

- ¡AYUDENME! ¡ALGUIEN QUE ME AYUD-

Y es lo último que puedo gritar, ya que termino desvaneciéndome de ese lugar y aparezco en otro..... en otro muy familiar...

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ 

Y abro ligeramente mis párpados....

Estoy acostado sobre una cama dentro de alguna habitación. Observo detenidamente lo que hay en ella: un buró, una lámpara, armarios con medicamentos, una cortina, dos sillas, Juvia durmiendo, una mesa....... esperen.

¡¡¿¿¡¿JUVIA?!?!?!?

- ¡¡JUVIA!! - grito con todas mis fuerzas al asombro de ver a la mujer que no he visto desde hace dos semanas, durmiendo comodamente sobre una silla de madera. La joven tiene una cara de cansancio, como si no hubiera dormido en los últimos días y se hubiera desvelado. Aquella persona que tanto amo y mucho he extrañado, por fin soy capaz de ver con mis propios ojos. 

Al tratar de levantarme de la cama, me encuentro detenido por una serie de cadenas amarradas por todo mi cuerpo. 

- ¿¿¡¿¡Y estas putas cadenas?!?!?! 

- ¡Gray! 

Escucho una persona pronunciar mi nombre a mi lado izquierdo. Volteo y me encuentro con alguien que menos deseaba ver: su cabello rosado, sus colmillos, esa bufanda de escamas de dragón. ¿Por qué él estaba ahí?

- ¿Natsu? ¿Qué haces aquí? - digo algo malhumorado al ser él la primera persona con quien hablo. Y en ese instante, me percato de algo. - ¿¡Tú fuiste el desgraciado que me ató a estas cadenas, verdad!? ¡¡Me las vas a pagar maldito!! 

- ¡Yo no fui cerebro de hielo! ¿¡Cómo te atreves a gritarme luego de haberte dado una mano, eh?! - me dice él.

- ¡Yo elijo si gritarte o no ojos bizcos!

- ¡Pues yo elijo quién no debe gritarme estrella porno!

- A ver ¿¡quieres pelea!? 

- ¡Oh mira! ¡Yo iba a decirte lo mismo!

- ¿¡Qué está sucediendo aquí!?

 Los dos oímos una voz proviniente de la puerta. Volteamos la cabeza y vemos al maestro de brazos cruzados y ceño fruncido mirándonos profundamente. Detrás de él, están Erza, Lucy, Wendy, Happy y Charle volando. Estos últimos nos miran un poco sorprendidos, bueno, más bien a mí.

- ¿¡Gray?! - dicen todos a excepción del maestro al unísono. 

- O.....¿Gray...mou? - pregunta una Lucy desconfiada. 

- ¿Eh? - digo. - ¿Dijiste Gray-mou? 

¿Es que ella sabe de Gray-mou? O....no solo ella, ¿¡los demás también saben?! ¿¡Cómo es que....!?

Inmediatamente pienso.

¿Juvia les dijo? 

Cierto, antes de aquel incidente, Juvia y yo íbamos a preguntarle al maestro sobre mi situación y lo sucedido en la posada con el padre Loxar. Puede que en lo que me mantuviera "inactivo", Juvia se dispuso a poner a todos al tanto de la situación.