"No Me Sueltes" Richard Camacho.

Mamá.

Fuí a la casa de mi mamá, porque ella era la única que podía aconsejarme, que podía decirme qué hacer. Llegué y me dió un abrazo como los que ella sabía, pensé en decirle lo que me pasaba pero me iba a sentir más que egoísta por no presentarle como estaba, me invitó a pasar, tomamos mates con medialunas, ella intuía que me pasaba algo entonces me dijo:
- ¿Qué pasó? ¿Tan malo fue?
- No... - le dije - es que estoy en un problema, no es grave pero sí difícil.
Le conté lo que estaba pasando, me escuchaba atentamente, no emitía sonido y no me interrumpió tampoco. Terminé de decirle todo, exactamente todo lo que había sucedido y esto fue lo que me respondió:
- No te preocupes tanto y elegí lo sientas, no necesitas que yo te diga que hacer si vos sabes la respuesta, jugate por lo que sentís y no tengas miedo.

Yo me quedé sorprendida porque esperaba otra respuesta, una diferente a esa, una solución; entonces fue cuando decidí seguir su consejo ¿Por qué no? ¿Por qué no seguir el consejo de la mujer que me dió la vida? Ella conoce más del amor que yo, estaba más que segura que ella conocía del amor mucho más que yo. Mi mamá es igual a mí en todos los sentidos, enojos, histeria, tristeza y demás.

Seguí hablando con ella pero no de mí, sino de ella, en lo que necesitaba. Me imagino que sabrán que acá asumió un presidente que subió todo de precio, sin ella pedirme nada le dí plata, se negó e insisti hasta que aceptó, yo no quería que nada le faltara. Mi mamá es mi debilidad, mamá cómo la que tengo yo no hay, ella me dió todo y me enseñó muchísimas cosas, por ella soy quien soy hoy, es una guerrera es una heroína que me va a proteger siempre, siempre quiso lo mejor para mí y me remarcó lo que estaba bien y mal, es mi mundo.

Después de pasar horas con ella llegó el momento de irme, yo sabía que de ahí iba a salir con una idea de lo que quería hacer; mamá me confirmó la respuesta que yo ya sabia, me ayudó a tomar la decisión obvia, ya se imaginarán cual ¿O no? Supongo que sí. Estaba en un punto en el cual mi vida iba a cambiar, cambiar exactamente todo.