Temporada 2: Mientras gotas caen
Capítulo 1
“El mundo se extinguirá si el amor lo hace. Porque simplemente sin él, nada sería igual. Nada.” –Mariana Casas
Mi cabeza comenzó con una cadena de zumbidos, posteriormente la vista se nublo y finalice con caer al piso.
El tiempo desvaneció desde mi desmayo. No se si habían pasado horas, minutos o días. Mi cuerpo estaba posado en una cama blanca y rodeada de paredes blancas. Un aparato pillaba, cuyo trabajo era mostrar mi estabilidad. Hasta el momento, seguía viva.
La serie de sucesos comenzó a mostrarse nublosamente en mi cabeza. En la imagen mas impactante fue cuando nuevamente volví a ver a Drew después de años. No estaba solo, aquella melena rubia era acariciada con las manos de mi viejo compañero. Su cuerpo era abrazado por él. Lucían como la mejor pareja del mundo entero. Pareciese que el mundo conspiraba con ellos y ellos conspiraban con el mundo.
Si no tuviesen en este momento una relación, sabía que Renata intentaría lo que fuese para que la tuviesen. Y conociendo a Drew… presentía que no se negaría.
Una lagrima rozo mi mejilla y rápidamente la seque con mi mano. Nadie me vería llorar por un hombre insignificante que a la vez, era el tipo más importante que mi propia vida.
Un sonido obstruyo mis pensamientos y gire rápidamente hacia la puerta. Los que menos quería ver en este momento es cuando más se aparecían.
-¿Cómo te encuentras Abril? –Musito Renata más que feliz por verme en esta cama. Claro, debía fingir frente a Drew, era lo mas lógico.
¿No me ves? Obviamente que mal ¿Qué tu cabeza no da para mas?
-Bien, Renata –Sonreí falsamente
-Me alegro, amiga
-¿Necesitas algo? –Extrañaba su voz desde hace años. Ni una sola visita, ni siquiera reporte al colegio por él. ¿Me agradecía de esta manera?
Lo único que se me ofrece es que cojas tus cosas y te marches para siempre de mi vida. Que el destino no volviese a interferir y jamás encontrarte.
-Hasta el momento nada. –Joder quería llorar –O bueno, pensándolo bien si deseo algo. ¿Pueden dejarme sola? Necesito descansar
No reclamaron y obedecieron a mi petición. Pero Renata, claramente no se iba a ir sin antes, dejarme con un sufrimiento inmenso que me tentaba a derrumbarme en aquella cama y soltar todas las lágrimas que nadie ha podido soltar jamás. Es como construir un rio para después llenarlo de mis lágrimas, tanto que derrumbaría el rio y tendría que construir otro más. Así, sucesivamente.
Renata abrazo a Drew y él se lo permitió, mientras los dos salían por aquella puerta.
Mire hacia la ventana, sin apreciar el paisaje que este me brindaba. Tan solo me encontraba esperando a que mis ganas de llorar desvanecieran. Fue en vano aquella acción. Lo único que provoque fue que se derramaran, como si fuese una cámara lenta que reproducía imagen por imagen que en poco tiempo habían terminado conmigo. ¿Alguna vez han sentido que mueren vivas por culpa del desamor? Es exactamente como me siento.
Mis llantos cesaron con el cansancio. Sin embargo, cuando el sueño me adentraba a una fase que ignoraba cualquier ruido, Mauricio importunadamente me despertó.
-Me alegro que ya estés mejor. Me brindaste un buen susto –Sonrió
Sonreí en manera de respuesta. Quería que captara la indirecta de Déjame en paz.
-¿Sabes que en todo este tiempo que estuviste aquí, Renata y el tipo que decía que lo conocías se han estado muy juntos? Como si fuesen… ¿Novios? –Sonreía victoriosamente al ver mi expresión
-¿Y a mi que me interesa? Renata siempre ha sido así. Consigue lo que desea, no es novedad –Respondí secamente
-Al parecer tu expresión dice lo contrario. ¿Sabes? Tengo una propuesta para ti. Podemos fingir ser…
-No vamos a fingir nada. No soy ese tipo de personas Mauricio. Deja de molestarme ¿Quieres? –Le interrumpí
-Tu oportunidad, ya no volverá. –Espeto –La has desaprovechado. Eso es un grave error
-Eh cometido tantos errores en mi vida, que la verdad, no me importa si cometo otro. Me siento bien conmigo misma de hacer lo que me plazca –Sonreí y por lo visto le molesto.
Cruzo el marco de la puerta hecho una furia. Tanto que cerro de un golpetazo la puerta.
Me habían dolido sus palabras, porque aunque deseara mentirle a todas las personas que Drew no me importaba lo mas mínimo, jamás podría mentirme a mi misma.
Lo amaba, mas que nada en este mundo. Aunque nuestro amor jamás pudiese ser.
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Heart
RomanceSu vida no es como cualquier chica típica. Ella no busca adentrarse al patrón de niña mimada por el simple hecho de que nunca le ha gustado ser así. Entonces... un encuentro la cambia para siempre. La chica fría se vuelve sensible, pero a la vez, co...