Siempre llevabas las mismas botas marrones, y me encantaban. Producían unas pisadas mas fuertes y distintas a las demás, y cuando la gente las notaba guardaba silencio.
Tus camisetas negras eran de una tela fina, tanto que podía ver los tatuajes que habían en tu suave piel.
Tus pantalones vaqueros junto a una pequeña cadena colgando en un bolsillo me volvía loca.
Todo te favorecía, Aiden.
Tus ojos azules me miraban todo el tiempo. Me miraban de una manera casi peligrosa. Me estaban advirtiendo de que huyera; no supe verlo.
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Aiden
Short StoryEra un chico malo, tan malo que no ocultaba nada bueno dentro de él. Ella era una chica que no temía a nada ni a nadie, hasta que llegó Aiden... Antes de leer: ¡Esto no es amor!