Seguías mirándome con la respiración entrecortada, sentado en la escalera junto a mi. Yo estaba apoyada en la pared, intentando mantener algo de distancia.
El brazo me dolía, al igual que el pelo, al igual que el corazón.
-No vuelvas a acercarte a él. ¿De acuerdo?
Tu voz estaba llena de odio, y no entendía porque.
-De acuerdo.
Me cogiste del brazo y pusiste tu rostro a centímetros del mío. Nuevamente contuve la respiración.
-Lo digo en serio -tu voz sonaba enfadada- como lo vea cerca de ti me lo cargaré. Ya lo sabes.
Asentí. ¿Qué podía decir ante aquella amenaza?
Te pedí que me llevaras a casa, pero negaste con rotundidad y me conduciste a tu cuarto.
-Hoy dormirás aquí.
Una vez dentro, comenzaste a despojarte de la ropa, lo que me asustó. Me miraste de reojo y sonreíste.
Te gustaba verme sufrir, eso estaba claro.
Me quitaste la ropa y me besaste. No hice nada más a parte de seguir tus pasos.
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Aiden
Short StoryEra un chico malo, tan malo que no ocultaba nada bueno dentro de él. Ella era una chica que no temía a nada ni a nadie, hasta que llegó Aiden... Antes de leer: ¡Esto no es amor!