DOMINANTES

Capitulo 1

Música, gente, y alcohol. Esto forma parte de mi trabajo, estoy detrás de la barra, sirviendo tragos, normalmente trabajo como camarera pero faltó Mary, ella es la que se encarga de este sector. Me quedo absorta pensando en cómo haré para pagar la universidad, el departamento y la comida.

-¿Muñeca, vamos a algún lado?- pregunta un señor mayor, de aspecto desagradable, sacándome de mis pensamientos.

-Señor, está borracho, ¿quiere que llame a alguien para que lo venga a buscar?- pregunté por simple cortesía. Estoy harta de tener que lidiar todas las noches con hombres groseros y borrachos.

-Vamos bombón, sé qué quieres venir conmigo. Serán sólo unos minutos no te preocupes.- éste hombre me está cansando, es que acaso no entiende que no estoy interesada.

-Señor, ya le dije que no. Si sigue así voy a tener que pedirle que se retire del club.-

-Vamos linda-dice agarrándome del brazo-vamos a pasar un buen rato.- me arrastra por encima de la barra, hasta el baño.

-¡¡Suélteme!! ¡¡Que cree que está haciendo!!- Su agarre cada vez se hace más fuerte, no puedo soltarme- ¡¡Señor, suélteme ya!!- no puedo creer que esto esté pasándome.

Ya casi llegamos a los baños, el pasillo es largo y oscuro, solo está iluminado por luces rojas, que no me permiten ver casi nada. No puedo llorar. Tengo que pensar. Y lo recuerdo, la oficina de mis jefes está unos metros antes que el baño, si grito cuando este cerca me escucharan.

-Señor por favor suélteme. No puede hacer esto.- digo llorando, no quiero que esto pasa a mayores.

-Mira linda, ahora te voy a mostrar lo que es un verdadero hombre.- Sonríe de forma siniestra, en verdad me está asustando.

-¡¡Ayuda!! ¡¡Por favor!!- grito como si fuese lo único en mi vida, necesito que alguien me escuche. El señor al escucharme gritar me golpea, haciendo que acabe en el piso, sosteniendo mi mejilla, en la que aun siento el picor por el golpe.

-Eres una zorra- me dijo golpeándome en las costillas- Tan linda parecías. Justo en este momento la puerta se abre, dejando ver a tres imponentes hombres. Están furiosos. Estos son los hermanos Carter.

Andrew se acerca a mi, me recorre con su mirada, analizando en estado en el que me encuentro.Mientras tanto, Max y Derek sostienen al hombre borracho, esperando que llegue el personal de seguridad.

-¿Estás bien?- me pregunto Derek- ¿Llego a hacer algo más?- están muy preocupados, se lo ve en sus caras.

-Si, estoy bien- digo mirándolos a los tres- Gracias a por llegar a tiempo.- Sonrío levemente. Miro a Andrew que sigue agachado a mi lado y le pido ayuda para poder levantarme. Es ahí cuando noto el gran dolor que siento en la zona de las costillas.

-Ah- digo casi sin aliento, haciendo que todos giren sus rostros hacia mí- Lo lamento, el golpe fue más fuerte de lo que pensé. Max se acerca, por lo que se el es hermano del medio.

-Vamos Andrew, ayúdame a llevarla a la oficina.- Entre ellos me levantan como si fuese una pluma, y me llevan al sillón de su oficina, en el que me depositan una vez entramos.

Max y Andrew se quedan parados enfrente mío, tratando de evaluar como me encuentro luego de lo ocurrido.

Derek ingresa a la habitación cerrando la puerta detrás de si, y se queda mirándome. No quiero admitirlo pero sus intensas miradas hacen que algo se encienda en mi, me remuevo incomoda en el sillón.

Derek camina hacia un mini bar al fondo de la oficina y me entrega un vaso de agua. Agradecida sonrío y me ruborizo, creo que lo notaron, porque comenzaron a mirarse entre ellos como si se estuvieran comunicando.

-¿Bella estás bien? ¿Que fue lo qué pasó?- me pregunta con un tono cargado de preocupación Max

-Si, gracias a ustedes estoy bien- guardo silencio por unos segundos, tratando de pensar como explicar lo qué pasó- Todo fue muy confuso, este señor sé acercó a mi y me ofreció acompañarlo así "podríamos pasar un buen rato", lo rechacé de una forma muy cortes pero seguía insistiendo.-Tomo un gran sorbo de agua y continuó hablando- Yo...Yo.. no se lo qué pasó- digo llorando- el estaba muy insistente así que le dije que si continuaba así tendría que retirarse del club.- Pasó las manos por mi cara tratando de secar las lagrimas que no dejan de caer- Lugo se puso muy violento, me tomo del brazo y me saco de atrás de la barra, y comenzó a arrastrarme camino a los baños, ahí fue cundo me acorde que la oficina estaba por el mismo camino y se me ocurrió gritar- los miro con mis ojos cargados de agradecimiento- Como grité por ayuda se enfureció y me comenzó a golpear. No saben lo agradecida que estoy de que hayan intervenido en ese mismo instante.- Agradezco llorando y temblando.

Derek se aproxima a mi y se sienta a mi lado abrazándome, me arrastra a su pecho mientras sollozo. Me susurra palabras tiernas en mi oído, unos minutos después ya estoy mas tranquila.

-Gracias- agradezco mirando sus ojos color carbón.

-Lo sentimos mucho Bella, nunca pensamos que algo así podría pasar- me dice Andrew- Lo importante es que ya estás a salvo. ¿Quieres que te llevemos a tu casa? ¿Necesitas algo? Cualquier cosa solo pídelo.

-Creo que ya estoy bien, necesitaría pedir un taxi, no quiero ser una molestia.-digo avergonzada.

-Por supuesto, ahora mismo consigo uno- y así se retira para hacer la llamada.

Max se acerca a mi y se sienta a mi otro lado. Y es ahí como comienzo a pensar como hice para estar sentada entre unos hombres tan imponentes, que desprenden un aura de control.

Andrew ingresa a la oficina avisando que el taxi está esperando en la puerta, y ocurre algo que nunca hubiese imaginado.

Derek se levanta y me toma en sus brazos como si fuese una princesa y comienza a caminar hacia la salida. Solo puedo observarlo, sus hermanos parecen sorprendidos también ante su acción, yo solo me acurruco en su pecho y escondo mi cara en su cuello. Lo siento relajarse. Cuando abro los ojos estoy siendo depositada en el asiento trasero del taxi.

Max se aproxima y me mira sonriente.

-Que pases buena noche Bella.- es solo que dice para luego retirarse.

Miro a Andrew y a Derek aún aparados en la puerta del taxi  esperando que diga algo. Como no sé qué decir simplemente me despido y le pido al taxi que arranque el camino a mi casa.