Al finalizar la fiesta de compromiso, la cual cabe decir estuvo fabulosa, todo el mundo se divirtió -era eso lo que nosotros queríamos, no necesitábamos nada más que celebrar con nuestra familia amigos y allegados-, dejamos a los niños en casa de sus abuelos, nos costó mucho despedirnos de ellos, pero encontramos consuelo sabiendo que ellos se divertirían como nunca antes, ya que sus abuelos siempre lo consienten, en especial a nuestra pequeña princesa Mackenzie, cundo finalmente nos subimos en el auto nuevamente, los chicos colocaron una tela sobre mis ojos, según ellos "para que toda la sorpresa sea más excitante".
Ahora nos encontramos en el jet privado del bufete de abogados que maneja Andrew, volando a no sé dónde, ya que los chicos no lo quieren decir, se que se encuentran hasta incluso más emocionados que yo por el hecho de poder pasar toda esta semana en el cuarto de juegos, y claramente recorriendo un poco el lugar al que vamos.
Al subir al avión quedo completamente sorprendida, es enorme, ENORME, parece una habitación de lujo, a la izquierda hay grandes sillones individuales colocados donde estarían los asientos de un avión normal, estos se encuentran enfrentados y con una gran mesa entre medio de ellos, por otro lado a la derecha se encuentra un gran sillón en el que se podrían sentar fácilmente diez personas, todo es fantástico.
Minutos después de abordar la azafata nos ordena sentarnos para poder despegar, cuando abro la boca para preguntarle hacia donde nos dirigimos Andrew posa sus labio contra los míos, claramente anticipando mis intenciones, sin más demora tomamos asiento en los sillones, y el avión comienza a moverse.
Segundos después, cuando ya nos encontramos en el aire, la azafata regresa indicándonos que podemos movernos libremente y nos ofrece algo de comer.
-Nos gustaría cuatro copas de champan y el pote de Nutella.-le indica Max sin quitar sus ojos de encima de mi, la azafata se retira y segundos después vuelve con una bandeja que contiene todo lo que hemos pedido.
-Estaremos en la parte trasera del avión, si necesita comunicarnos algo, hágalo a través del teléfono- ordena Derek señalando al teléfono que se encuentra en una de las mesas, mientras tanto Andrew se acerca a la bandeja y la toma en sus manos, y con una mirada que no da lugar a discusión indica que lo sigamos.
De un segundo a otro Derek abre una puerta que da paso a la inmensa habitación, cuando todos nos encontramos dentro de esta, Max le indica a Derek que pase el cerrojo, dejándonos separados del resto del mundo.
-Cariño lo lamentamos, pero no tenemos la fuerza de voluntad que se necesita para esperar a ver tu cuerpo.- comunica Max con voz ronca por el deseo.
-Estamos sumamente agradecidos por loe preciosos hijos que nos has dado, pero mas vale que por un tiempo tu cuerpo pertenezca solo a nosotros, o no podremos aguantarnos como lo hicimos durante tu embarazo.- interviene Andrew poseído por la lujuria que le da el recorrer mi cuerpo, imaginándose como luciré sin ropa alguna.
-Bata de tanta conversación.- ordena Derek.- Bella no hace falta decir te amamos pero ahora y por la siguiente semana nos perteneces, por lo que en este mismo instante queremos que te quites tu ropa, y es una orden.- aclara Derek , como si no me hubiese dado cuenta que desde que ingresamos al avión se han puesto en el modo dominante.
Para no darles razón para castigarme comienzo a desnudarme, aun un poco reticente ante la idea de hacerlo en el aire y de que cualquiera que se encuentre detrás de la puerta pueda escuchar lo que ocurre aquí dentro, porque de lago estoy segura, todo lo que pase aquí involucrará incontables gemidos y jadeos por parte de todos.
Una vez desnuda ante ellos proceden a vendarme los ojos y a acostarme en la cama.
-No te muevas.- ordena Derek.
Sin decir ni una palabra obedezco. El silencio inunda la habitación, lo que me permite escuchar con más detalle los movimientos que ellos realizan mientras yo me encuentro desnuda, con los ojos vendados y acostada en una cama.
El frío en mis muñecas me sobresalta, pero enseguida me acostumbro a él, segundos después mis tobillos también son esposados a las esquinas de la cama, lo que si bien me permite cierta movilidad, evita completamente que cierre mis piernas o que baje mis manos más allá de mi cabeza.
-Oh Bella, estamos muy felices con todo lo que hemos planeado hacer durante nuestra luna de miel.- Me comunica Andrew susurrando en mi odio, para luego dejar un camino de besos desde mi cuello a mis pechos, en los culés se detiene dando leves mordiscos.
-Ya había pasado un tiempo desde la ultima vez que tuvimos tiempo para hacer algo como esto.- interviene Max- Admito que lo estaba comenzando a extrañar.- una leve risa escapa de su garganta a la vez que termina de hablar.
-Estas preciosa así.- afirma Derek- Desnuda y abierta para nosotros, entregada y confiada, no hay nada más lindo que tu en este momento.- agrega ya que debe de haber notado mi cara de confusión debajo de la venda.
-Basta de charla es momento de comenzar con lo que hemos estado esperando.- indica Andrew.
Segundos después oigo el sonido de las ropas al ser quitadas, por lo que deduzco que los chicos también se están deshaciendo de sus ropas. Segundos después la habitación queda en silencio nuevamente, uno que se ve interrumpido con el sonido de mi respiración entrecortada por la expiración.
De repente manos y bocas recorren y besan todo mi cuerpo, lo que causa una muy rápida respuesta en mi cuerpo, generando que mi vientre se retuerza de placer y de anticipación. Una mano se coloca sobre mi clitoris y comienza a masajearlo un continuo intercambio entre caricias y golpecitos, cuando estoy a punto de llegar a la cima todo se detiene, por lo que dejo salir un resoplido de frustración.
Uno de los chicos se coloca encima mío, aguantando su peso con sus brazos, mientras otro par de manos quitan la venda de mis ojos, al elevar la vista me encintó con los hermosos ojos de Derek, quien me sonríe de forma lujuriosa, para después introducirse de un solo golpe dentro de mi, dejándome sin aliento por el gran placer que me recorre. Continúa moviéndose, entrando y saliendo, hasta que los dos alcanzamos la cima, al hacerlo se deja caer sobre mí mientras me besa.
No pasan ni 5 minutos cuando en encuentro al borde de otro gran orgasmo, esta vez es Max quien se encuentra sobre mi, ambos con la frente perlada en sudor, y besándonos como si no hubiera mañana hasta que ambos alcanzamos la cima, sin aliento nos quedamos acostados uno al lado del otro, hasta que nuestra respiración se normaliza un poco, deja un beso sobre mis labios y se aparta, dándole lugar a Andrew.
Si más dilatación Andrew se posiciona sobre mi y se introduce lentamente mientras lame y tira de mis pezones, generando que el placer se tan intenso que en pocos minutos ambos caemos exhaustos uno al lado del otro.
Cuando todos nos encontramos un poco más recuperados de toda esta acción, los chicos quitan las esposas de mis manos y pies y se tumban a mis costados abrazándome.
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DOMINANTES
RomanceUna mujer. Tres hermanos. Una historia. • • • [COMPLETA] TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. •PROHIBIDA LA COPIA TOTAL O PARCIAL DE LA HISTORIA. •NO SE PERMITEN ADAPTACIONES. Rankings de la historia: 04/08/2018- • #1- deseo ...