DOMINANTES

Capitulo 25: Parte I

Despierto al sentir unas fuertes patadas en el vientre, está claro que mis hijos no quieren que su madre no siga durmiendo, con delicadeza me levanto, tratando de hacer el menor ruido posible, así los chicos podrán dormir un poco más. Ellos no han querido decírmelo, pero sé que se encuentran en extremo cansados, los antojos a media noche no son fáciles, y menos aún el haber organizado durante toda una semana el babyshower.

Una idea se cruza por mi mente, por lo que decido ir a ver los obsequios que nos han dado.

Todos han sido decorados con gran cariño, eso es seguro y además, cada una de mis amigos y compañeros han escrito pequeñas cartas acompañando el regalo, lo que hace que los aprecie aún más. Como no tuve oportunidad de leerlas todas, tomo asiento en el sofá que está al lado de los regalos para así poder ir leyendo las notas y
viendo lo qué hay dentro.

El primer regalo está dentro de una caja larga pero de poco espesor, envuelta en papel de color blanco con plateado, al costado de la moña se encuentra la nota.

"Este regalo es de parte de nosotros, en caso de que seamos poco claros, somos Becca, Sam y Rob. Sabemos que en un Babyshower los regalos deben de ser para los futuros bebés, pero creemos que la que merece los regalos es la madre - en este caso tú- Por lo que hemos decidido darte este pequeño regalo. Esperamos que te guste, sabemos que no te faltará la oportunidad de utilizarlo."

Riendo tomo la caja, con cuidado de no romperla, le saco el papel. Al sacar la tapa quedo atónita, no puedo creer que hayan podido regalarme algo como esto, si no los conociera diría que son unos pervertidos. El regalo consiste en un babydoll de encaje color blanco. La mayor parte de este es transparente, salvo por el sector que corresponde al sostén, y por supuesto las bragas, igualmente estas tienen transparencias, dejando muy poco a la imaginación. Del sostén sale una fina capa de tul, por supuesto transparente, pero que le da a todo el conjunto un aspecto delicado y sensual. Y por último en la caja se encuentra un ligero de color blanco, que en teoría pienso que sería para darle un toque más al conjunto.

No puedo parar de reír, jamás se me hubiese ocurrido que alguien me regalaría esto.

Durante un tiempo me dedico a abrir los otros regalos, en estos hay pañales, zapatitos, ropa y juguetes para los bebés. Ver todo en tamaño miniatura hace que no pueda contener.

Al terminar de abrir todos - i la mayor Marte de los regalos-, tomo nuevamente el babydoll que me han obsequiado Rob, Becca y Sam, despacio me encamino al espejo que se encuentra en esta sala, y delicadamente pongo el babydoll sobre mi cuerpo, pensando en cómo se me vería luego de tener el bebé.

-Mmm ¿que es eso que tienes ahí? - escucho una voz haciéndome sobresaltar, al darme vuelta, puedo ver que se trata de Derek. - Eso se vería muy sensual en tu cuerpo, ¿no lo crees?- pregunta en un susurro ronco, a la ves que sus labios rozan los míos.

-Me encantaría estrenarlo con ustedes, pero creo que tendremos que esperar a que estos bebés nazcan para poder hacerlo.- digo a la vez que dejo un suave beso sobre sus labios. Sus manos no tardan en rodear mi cuerpo, lo que causa que el beso se vuelva aún más intenso, con delicadeza nos separamos.

-En eso tienes razón, no creo que  mis hijos puedan tolerar tanto movimiento.- Dice pasando su gran y cálida mano por sobre mi vientre.- ¿Ya has desayunado?-pregunta cambiando de tema.

- No, aún no. ¿Vamos juntos?- digo empezando a caminar.- ¿Puedes avisarle a Max y a Andrew?

-Claro, enseguida vuelvo.- deja un delicado beso en mis labios y se va.

Segundos después, unos pasos apresurados se escuchan desde donde me encuentro.

-Buenos día cariño.- dicen dos voces al mismo tiempo.- ¿por qué no nos despertaste?.- pregunta esta vez Max.

- Se veían tan cómodos durmiendo, que pensé que querrían descansar un poco más.- explico con cariño en mi voz.- ¿No van a saludarme?.- pregunto esta vez con tono juguetón.

-Oh como he podido olvidarlo, ven aquí.- Dice Andrew a la vez que me apresa entre sus brazos.- Por cierto, te ves muy linda hoy.- Dice para a continuación dejar un apasionado beso en mis labios.

-No la acapares, yo también quiero saludarla.- Dice Max, y sin más me separa de Andrew para besarme.

Andrew no se toma a mal qué Max me haya "arrebatado" de sus brazos, por el contrario, parece hacerle gracia, por lo que cuando mis labios y los de Max se separa dejo salir una fuerte carcajada.

Derek y Max son los que cocinarán, por lo que hoy a  Andrew y a mi nos toca sentarnos a esperar.

Mi estómago gruñe en señal del hambre que tengo, y este aumenta aún más al pensar en las deliciosas tortitas que hace Derek, debo admitir que muy poca gente puede superarme en la cocina al hacer tortitas, pero Derek es ese alguien que podría humillar mis tortitas. Río internamente por mis pensamientos, llámanos la atención de los chicos, negando con la cabeza decido pararme y comenzar a poner la mesa.

Cuando la comida esta lista, todos tomamos asiento en la mesa.

-Chicos, hoy he estado viendo los obsequios que nos dieron ayer, pero no he visto ningún cochecisto.- comento, para luego llevar un trozo de tortita con nutella a mi boca.- Tal vez deberíamos ir hoy a comprarlo, ya no falta mucho para que nuestros bebes nazcan.

-Tienes razón, aunque no veo el porque deberíamos de ir hoy.- contesta Derek, a lo que Max asiente.- Nosotros tenemos otros planes para ti.- afirma Max.- Pero no te preocupes, te aseguramos que lo disfrutaras, igual o mas que nosotros.- finaliza Andrew con una mirada lujuriosa.

-Oh ya veo ... Supongo que ya terminamos aquí, ¿verdad?- decido seguirle el juego, da vergüenza admitirlo, pero gracias a las hormonas del embarazo estoy caliente la mayor parte del tiempo, pero según lo que el doctor Simons dijo, no es seguro tener relaciones sexuales, por lo que mi frustración en este momento se encuentra a tope.- ¿Por que no me muestran los que planearon para hoy?- insinúo sin poder contenerme mas.

-Como sabes, no haremos nada muy fuerte, pero eso no quita que podamos disfrutar.- dicen, para a continuación dirigirme a la habitación.

Estoy prácticamente temblando por la excitación que siento, hace tiempo que no tenemos la oportunidad de estar juntos, entre el embarazo y el secuestro, la cosa no ha sido fácil.