Encadenados (Malec Mpreg)

47. La pregunta

Al día siguiente, Magnus estaba casi saltando de emoción. Su tercera revisión médica, ya tenía más de un mes de embarazo.

Estaba viéndose en el espejo, girando hacia un lado y hacia otro, para tratar de notar si ya estaba engordando. Había pasado sólo un mes y medio, pero eran dos, debía notarse, ¿no?

En ese momento un Alec todavía adormilado entró. —Ya es tarde, debemos bajar a que comas antes de irnos. No puedes ir a tu cita médica sin comer. Debes comer para estar sano y que los bebés... _se interrumpió cuando vio que Magnus no traía la parte superior de la pijama.

—¿Crees que estoy engordando?

Alec sintió pánico. Eso nunca resultaba bien cuando Izzy lo preguntaba. Cualquier respuesta que diera estaba mal.

—Uh... —dejo sus ojos vagar por el vientre de Magnus, sus caderas, su pecho, sus brazos, hasta volver a su rostro. Su piel hacía que le dieran ganas de arrastrar sus dedos por ella. Magnus alzó una ceja, esperando su respuesta—. ¿No?

Magnus hizo un puchero. —¿No?

Sus manos acunaron su vientre.

Alec se acercó a él, una de sus manos sobre la de su encadenado, la otra fue hasta su rostro, su pulgar acariciando sus labios. —¿Querías que dijera que sí?

Magnus asintió, todavía haciendo pucheros. —Eso y antojos. Sólo eso quiero. No náuseas ni cosas desagradables.

Alec soltó una risita antes de besar suavemente el puchero de Magnus. —Yo sí tengo antojo, ¿podemos ir por helado después de tu revisión?

Eso hizo que Magnus se emocionara. ¡Su libro decía que a veces la pareja tenía los antojos!

—Espero que sea de coco, o de menta con chocolate, o... —Magnus arrastró a Alec de la mano hasta el comedor, dándole una lista de sabores.

Alec sólo sonrió. Estuvieron solos en el desayuno porque los demás seguían dormidos.

Estaban terminando, Magnus se había acercado a él, mirando sus labios, cuando la puerta se abrió y Alec saltó lejos de él al ver a Jace entrar.

Aunque Jace ni siquiera notó lo cerca que estaban. Estaba más dormido que despierto. Él sólo gruñó "Tenía sed" antes de irse de nuevo.

Magnus no pudo evitar notar la reacción de Alec. Tal vez era demasiado pronto pretender besarlo frente a alguien más.

No se iba a molestar por eso, no ahora que parecían estar bien.

Terminaron de alistarse y se dirigieron a la clínica. Alec estaba nervioso, como no estuvo en ninguna de las citas anteriores, porque eran sus hijos los que iba a ver. Escuchar sus corazones.

—Me estás apretando demasiado —le dijo Magnus, cuando ya estaban en la sala de espera. Aunque se rió, claramente no molesto.

Alec aflojó el agarre de su mano. —Lo siento. Estoy nervioso.

—Lo notó —Magnus le sonrió con cariño. Él se había enamorado de su encadenado como si fuera inevitable, ¿lo correspondería Alec antes del nacimiento de los bebés?

En ese momento Etta salió y Magnus soltó a Alec para abrazar a su doctora. Alec intentó no decir nada malo, aunque no le gustaba ver cómo ella abrazaba a su encadenado. No parecía un simple abrazo a su paciente.

Cuando vieron la pantalla, esas pequeñas manchas, y escucharon los latidos de sus corazones, Magnus lloró y luego se disculpó con Alec por llorar tanto últimamente.

—Es normal, cariño, es parte del embarazo, no tienes que avergonzarte ni disculparte con nadie —le dijo Etta. Y Alec sintió esa sensación desagradable crecer.

Magnus le había sonreído exageradamente y preguntado si podían saber qué eran, niños o niñas, o niño y niña.

La doctora le había sonreído dulcemente y dijo que era muy pronto para saberlo. _En los próximos meses.

Magnus había dicho que no le importaba si eran niños o niñas, él sólo quería que estuvieran sanos y tenerlos en sus brazos.

—¿Eso quiere decir entonces que van a estar juntos después del encadenamiento? Saben que para conservar a los bebés, deben seguir juntos por elección propia. Sin cadenas.

Eso hizo que un silencio se extendiera mientras Magnus y Alec se miraban.

El sonido de los latidos de sus hijos de fondo.

* ~ * ~ *

Capítulo para agradecer a quienes leyeron mi historia no malec 🙌 De verdad muchas gracias ❤