Encadenados (Malec Mpreg)

54. Nuestros hijos

Magnus, al estar abrazando a Etta, se perdió la mirada de su doctora, pero no Alec, era obvio que la mujer quería a Magnus... Y tal vez si él no lo quisiera a su lado, si no hubiera recapacitado y lo hubiera dejado ir, tal vez entonces ella sería una buena opción para su encadenado, pero no era el caso. Magnus y sus hijos eran ya suyos por elección propia, sin cadenas.

Entonces, en cuanto Magnus dejó de abrazar a su doctora, Alec tomó su mano y ya no la soltó.

Magnus le sonrió distraídamente, avanzando casi a saltitos para su ultrasonido. Etta dijo que era posible, con suerte, saber el sexo de los bebés.

Fue complicado recostarse todavía de la mano de Alec, pero Magnus lo hizo. Él y Alec, con una mano ambos y entre risas, levantaron su camisa y bajaron un poco su pantalón para que pudiera trabajar Etta. Alec veía y acariciaba como hipnotizado su vientre abultado. Se miraron a los ojos y, ni siquiera fue para demostrar nada a Etta, fue porque lo sintió que Alec se inclinó para juntar sus labios un breve momento.

—Te quiero —susurró Alec, juntando sus frentes antes de separarse y hacerse a un lado.

Magnus sonrió con un "También te quiero", después jaló a Alec a su lado. —Ahora deja que Etta nos diga si tendremos bebés o unas lindas nenas.

Alec le dio una falsa mala mirada y Magnus hizo un puchero. —¿Por favor? De verdad quiero saber.

Alec negó, con una sonrisa, pero se hizo a un lado. Se encontró con la mirada de Etta. —Lo siento, ya puede empezar.

Ella intentó sonreír. —Está bien. Supongo que su relación va avanzando si ya son tan cariñosos en público.

Alec no supo que responder. En realidad, en público todavía no eran así. Excepto hoy.

Magnus sólo asintió y señaló la pantalla. —¿Podemos verlos y escucharlos ahora? ¡Amo esto!

Etta le sonrió mientras vertía el gel en su vientre. Desde que Magnus fue elegido ella vio lo adorable que era y supo que, incluso si su encadenado no quería, él lucharía por su hijo. Por eso había mandado la solicitud, si Alec y Magnus no seguían juntos después del nacimiento, ella aceptaba hacerse cargo de él y los niños.

Y aunque parecía que su relación con Alexander Lightwood estaba cambiando, no iba a cancelar esa solicitud. No iba a arriesgarse a que algo pasara y Magnus perdiera a sus hijos.

Sus hijos aparecieron en la pantalla mientras Etta encendía también el sonido para escuchar sus latidos. —También amo esto, Mags, eres mi paciente favorito. Las dos veces al mes cuando tú vienes son mis momentos favoritos. Tenía miedo, al inicio, de cómo iría tu embarazo, porque eres el primer caso, ya sabes. De hecho, te dije que serías mi único paciente, pero vas tan bien, mucho mejor que algunas encadenadas, que, como viste, ya me han asignado a otras parejas.

—¿Eso es bueno? —preguntó Alec, preocupado porque Magnus recibiera menos atención.

—Es muy bueno, señor Lightwood. El embarazo de Magnus va muy bien y... ¡Oh!

—¿Qué? —Magnus se alzó un poco, buscando la mirada de Etta.

Alec presionó más su mano y se puso más cerca. —¿Qué pasa? ¿Algo está mal?

Etta le sonrió a Magnus. —¿Seguro quieres saber?

Magnus parecía vibrar de emoción. —¡Sí, sí, sí! ¿Ya lo sabes?

Ella asintió. —Todo parece indicar que son niños, Mags.

Alec se apresuró a limpiar las lágrimas de su encadenado. —No llores. ¿Querías niñas?

Magnus negó. —No me importaba eso. Yo los habría querido igual. Sólo que ahora no puedo dejar de imaginar a un par de pequeños Alexanders, con sus ojos azules, y el cabello rebelde tuyo.

Alec le sonrió y lo besó de nuevo, sin importar que Etta los viera. —O unos pequeños Magnus. Serán hermosos. Y nuestros. Nuestros hijos.

* ~ * ~ *

Sobre su odio hacia Etta 😂 *de la mayoría*, a ella sí le gusta Magnus y quiere ayudarlo, pero no ha hecho nada contra el malec, ustedes tranquilos, mientras Alec no lo arruine, no pasa nada 😌

No sé cuánto se mantenga ahí, pero bueno, gracias 🙌❤