Encadenados (Malec Mpreg)

87. Extra: cumpleaños de Alec ????

NOTA: Especial por el cumpleaños de Alec (12 de septiembre). NO está considerado dentro de la historia, es un extra.

* * * * *

Un bebé lloraba.

Magnus gimió, enterrando su rostro en la almohada.

No, espera. Dos bebés lloraban.

Magnus pateó suavemente a Alec. —Te toca.

Alec también gruñó. Amaba ser papá, pero, dios, tenía sueño, ¿cuándo podrían volver a dormir una noche entera?

Alec se acurrucó más y jaló la cobija, Magnus creyó oír "Es mi día" antes de que volviera a dormirse.

Magnus le dio una mala mirada antes de salir de la cama y la habitación. Se fue refunfuñando que, después de haber estado embarazado, lo mínimo que merecía era dormir.

—Es mi día —siguió quejándose, entre susurros, tratando de imitar la voz de su esposo-, es mi día...

Después del nacimiento de Max y Rafa, se habían casado cuando el encadenamiento terminó. No era necesario, simplemente con seguir juntos para la Ley estaba bien. Pero ellos querían demostrar que estaban juntos por decisión propia, libremente, no por haber sido encadenados, no por conservar a sus hijos. Se amaban y querían esta familia.

Para cuando llegó a la habitación de los niños, ya iba sonriendo. Tal vez no fue planeado, pero él quería esto, a sus hijos y al amor de su vida.

Abrió la puerta de la habitación con cuidado de no hacer ruido. Habían acordado ir a vivir juntos, solos, después del nacimiento de Max y Rafa, pero de momento seguían en la mansión Lightwood. Y aquí estaban todos los bebés. La hija de Clary y Jace, la hija de Cat y Ragnor, el hijo de Izzy y Sheldon, y sus pequeños.

Y aun así, cada uno de ellos reconocía a la perfección el llanto de sus hijos.

Magnus saludó en un susurro a Isabelle que estaba alimentando a su bebé, y caminó hacia sus propios "monstruos" -como los llamaba Raphael-.

Max estaba llorando demasiado, moviendo con fuerza sus brazos y piernas. Rafa lo miraba a momentos antes de volver a llorar.

Magnus tomó a Max y al instante el llanto se detuvo. Magnus se rió y frotó la naricita ya enrojecida del bebé. —Eres un chantajista. Sólo querías un abrazo. Te pareces a papá...

Pedido en su hermoso ojiazul, una réplica de Alec, no escuchó a la hija de Clary y Jace llorar ni notó a éste entrar adormilado a la habitación, hasta que dijo: —¿Cuál? ¿Tú o Alec?

Magnus, que ya estaba calmando también a Rafa, miró un momento a Jace, a tiempo de verlo sacar a la bebé de la cuna. La niña era como una réplica de Clary, pero con los ojos dorados del padre.

—A Alexander obviamente. Rafa es quien se parece a mí, tan tranquilo. Alexander, chantajista como esta cosita —Magnus frotó su nariz con la de Max, ya que tenía a ambos bebés en brazos—, ni siquiera quiso venir. Dijo que era "su día".

—Y lo es —Jace no lo miró cuando lo dijo, ya que estaba dando el biberón a su princesa.

—¿Cómo que lo es? —Magnus preguntó, confundido.

Izzy y Jace lo miraron.

—¿Qué?

—¿Es en serio? —Jace casi gritó, luego susurró cuando su hija se quejó: —Es cumpleaños de Alec.

Magnus estaba por decir "No es cierto, es mañana", después se dio cuenta que era verdad. —Oh, Dios, despierta a la bebé de Cat.

—¿Qué? —Jace lo miró confundido.

Izzy, que sí entendió, se rió. —Puedes sólo pedirles el favor. Deja a la bebé dormir.

Jace seguía sin entender.

Izzy, todavía con su bebé en brazos, usó el aparato cerca de la cuna de la bebé de Cat: —¿Podría alguien venir a ver a Max y a Rafa? Es cumpleaños de Alec y Magnus no se siente bien —ella le guiñó un ojo a Magnus.

Magnus le susurró un "Gracias" y dejó a ambos bebés de regreso en la cuna. Miró esos ojitos azules, iguales a los de Alec, y después los verde dorado, como los suyos. —Tío Rapha ya viene. Pórtense bien.

Magnus salió muy rápido de la habitación, pero no antes de escuchar un "Te vi, Bane".

Soltó una risita mientras entraba a la habitación y aseguraba la puerta. Sabía que era Rafa quien iría, él amaba a los bebés.

Mucho más ahora...

—¿Ya se durmieron? —Alec, con voz adormilada, preguntó.

Magnus regresó a la cama, pegando su cuerpo ya un poco frío al tibio de Alec. Alec se quejó, "Estás frío", y quiso alejarse, pero Magnus lo apretó en un abrazo. Acarició la nuca de Alec con su nariz.

—Lo sé, pero tú no, ahora que ya no estoy enormemente embarazado, ¿crees que mi cumpleañero esposo quiera calentarme, no sé, a besos tal vez?

Alec gimió, dándose la vuelta hasta quedar frente a frente, ya estaba sonriendo. Porque Magnus lo había recordado y por lo que le estaba ofreciendo. No habían hecho más que dormir juntos desde el nacimiento de Max y Rafa, por la operación de Magnus y después porque estaban tan cansados.

—¿Te sientes listo? —Alec dejó su mano pasar por el vientre ya casi plano de Magnus, sus dedos sintiendo la sutil cicatriz. Se acercó para besar el cuello de su antes encadenado y ahora esposo.

Magnus suspiró un "Sí, Alexander".

—Siempre estoy listo —sus manos buscaron el cuerpo de Alec—. Sé que esto sería más un regalo para mí que para ti, pero lo quiero, si tú quieres...

—Siempre te quiero —Alec susurró contra sus labios-—. Y eres el mejor regalo de cumpleaños.

Magnus sonrió y apenas alcanzó a decir "Feliz cumpleaños" antes de que Alec lo besara.

Y Magnus haría que fuera un regalo inolvidable...

...porque no tenía otro.