98. No el destino, sino tú y yo

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Antes de que lean, les dejo mi cuenta de respaldo, por favor, síganla por cualquier cosa: LuConejo2 😘


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Magnus tenía las manos sobre su vientre de siete meses y una semana de embarazo. Podía sentir a sus hijos moverse, sobre todo cuando les hablaba. Sus propios labios se curvaron en una sonrisa cuando sintió los cálidos de su encadenado sobre un costado de su mano.

Sus párpados aletearon hasta abrirse, aquel hermoso verde dorado encontrándose con el azul de los de Alexander Lightwood, su bello encadenado, el padre de su hijos, el dueño de su corazón.

Sin dejar de sonreír dejo que sus dedos acariciaran suavemente la mejilla de Alec.

—Hola –Alec lo murmuró antes de besar un costado de su vientre y después otra vez–. Y hola a mis bebés.

Las mejillas de Magnus dolían por la sonrisa. Dejó a sus dedos enredarse en los mechones oscuros de su encadenado mientras éste apoyaba su mejilla sobre su vientre.

Había sido así desde que se enteraron de que no podrían estar juntos en el parto ni los días después y, si no lo lograban, si no aprobaban la dichosa prueba, nunca más. Alec parecía tener miedo de separase de él.

Nada les prohibía en realidad relacionarse con otras personas, pero sí amarse, y, después de todo, ¿soportarían verse encadenados de alguien más?

Magnus creía que no. Él no soportaría ver a Alec con alguna otra encadenada u –si el experimento iniciado por ellos era aprobado– otro encadenado.
Pero, sobre todo, no soportaría vivir sin sus hijos. Sin este pequeño par de seres inquietos que lo mantenían despierto últimamente durante las noches y muriendo de sueño y dolorido durante el día.

—No nos van a separar –Magnus le dijo a Alec en un susurro–. Alexander, no lo harán. Yo confío en ti y en mí. ¿Me amas?

Alec asintió desde el sitio donde se ocultaba en un costado de su vientre, Magnus sintió las lágrimas pero no dijo nada, sólo aumentó el agarre sobre su cabello, anclándose a él, manteniéndolos juntos. La voz de Alec sonaba rota, pero definitiva firme, segura de lo que decía: —Por supuesto que sí. Con todo mi corazón, con toda mi alma. Nunca podría dejar de disculparme por nuestro inicio...

—No pregunté eso –le dijo Magnus, para nada molesto–. Tal vez de invertirse los papeles, yo habría hecho lo mismo...

—Eso es mentira. Tú nunca...

—Sshh –Magnus intentó mover sus caderas para pegarse más a Alec, pero era ya tan difícil moverse con lo voluminoso que estaba que sólo los hizo reír a ambos su intento. Todavía entre risas, Magnus dijo: —Eso nunca lo sabremos porque no fue así, el destino quiso que tú y yo viviéramos esto, en estas circunstancias, con este comienzo, con estas dificultades... Pero no es al destino a quien le confío nuestro destino, ¿sabes por qué?

Alec negó, mirándolo por fin. Sus ojos todavía húmedos.

Magnus acunó su rostro y le pidió, sin palabras, subir hasta él, más cerca, para un beso, para sentir su corazón, para un abrazo, para ser lo más cercano a un sólo ser.

—Porque tal vez el destino nos unió –dijo, después de un beso fugaz–, pero no fue el destino el que me hizo amarte, fuiste tú, día a día, incluso en los peores, me enamoré de ti no porque el destino te pusiera en mi camino. Fue debido por ti. Así que sí, agradezco al destino por permitirme conocerte, pero confío en ti, en mí, en lo que sentimos que es real, para demostrarlo. El destino hizo su parte, el resto depende de nosotros.








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Estamos en la recta final de esta historia 🙈 yo había pensado terminar la historia en el capítulo 100, pero obviamente no pasará, serán un poco más, pero de cualquier forma quedan pocos. Muchas gracias por haber leído ❤

En los próximos capítulos veremos un poco más de las otras parejas –sobre todo Ragnor y Raphael ❤ y Cat y Etta, con ella sabremos un poco más de la Clínica, los experimentos y demás 🙊), ¿están listos para las últimas verdades ocultas de esta historia? ¿Qué se imaginan?

¿Y qué final les gustaría para estos "Encadenados"? 😻

Encadenados (Malec Mpreg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora