Obviusly Jealous.

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Bueno, como siempre quiero que leáis la nota del final. :)

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Obviusly Jealous.

Cuando me desperté lo hice más tarde de lo usual, por lo tanto el tiempo se me había echado encima. Salí corriendo de casa, cuando pudiese hablar con mi padre hablaría con él para que me dejase sacarme el carné de una moto que sabía conducir y que sabía que la que había en el garaje era mía porque mi padre fue el que me enseñó a conducir motos en uno de sus muchos viajes de trabajo alrededor del mundo. Lo cierto era, que había aprendido más con mi padre en tan pocos meses que toda una vida con mi madre. Pero no podía decir esto en voz alta cerca de algunos porque enseguida saltarían a regañarme. No había ni llegado a la esquina del barrio residencial donde mi padre tenía situada su casa cuando un coche soltó un bocinazo reclamando mi atención. Me giré sobre mi propio eje para toparme con Liam, quien me miraba sonriente desde su coche.

—    ¿Te llevo, Nicki? — Sonreí y acepté. Subí a su coche y me senté a su lado tras darle las gracias. Liam enseguida puso rumbo a la universidad. — ¿Levantándonos tarde, Prescott? ¡Eso es inimaginable en tu antiguo yo!— Se burló Liam para hacerme reír. Y lo consiguió. Lo miré a los ojos por el espejo retrovisor y él me dedicó un guiño. — Pero esto nos va a venir bien para concretar la hora y el lugar para esta tarde.

—    Cierto— Concordé con él. — Mmmmmm, ¿qué te parece si quedamos sobre las siete y así vamos a cenar a algún burguer o algún sitio que esté bien? — Liam me miró sorprendido por el espejo retrovisor. Seguramente esperaba que fuera como las demás, sitios caros donde ir de etiqueta... Sí, eso estaba bien para la gente que tenía dinero, nosotros no teníamos trabajo y estábamos estudiando, así que un burguer es la mejor opción. — El otro día fui con mi padre a cenar a un sitio de origen español, así de tapeo, creo que era...

—    ¿Comida española? Suena bien — Concluyó Liam. — Pues a las siete paso a recogerte, ¿tienes pensado ir a algún sitio luego o lo dejamos a la aventura? — No contesté, dejé la respuesta en el aire porque eso evidenciaba aún más lo que yo quería decir. Que íbamos a ir a la aventura.

Cuando llegamos a la universidad, la gente estaba reunida alrededor de algo, algunos estaban asustados y otros estaban incitando a que eso fuera a mayores, obviamente mi primer pensamiento fue el de una pelea, otra vez mi instinto me daba toda la razón. Aunque no me sorprendió para nada que uno de los participantes fuera Zayn, debo reconocer que que me sorprendió el hecho de que se estuviera pegando porque ese chico había estado diciendo que Amber "estaba buena". Aunque esa es la teoría principal, luego hay algunos derivados como que no se trataba de Amber y que a esa primera expresión había que añadir que dijo que "no le importaría follársela". El caso es que sólo eran rumores, sólo era una tonta pelea. Así que Liam y yo seguimos rememorando viejos tiempos mientras caminábamos a nuestros respectivos edificios, hasta que sonó el timbre de comienzo de las clases y nos separamos.

Tuve que soportar a gente diciendo cosas sobre la pelea, que si esto y que si lo otro. De verdad que, en momentos así, llegaba a comprender esa frase que Albert Einstein dijo una vez: Hay dos cosas infinitas; el Universo y la estupidez humana. Si alguno conoce la frase, pero es que el final de la frase trata sobre el universo y yo como que no soy de ciencias, así que poco me importa el universo y su infinidad indefinida. Entonces, antes de tan siquiera llegar a la clase una mano tiró de mi cuerpo a una puerta que ni siquiera había visto en mi camino.

Al principio todo estaba oscuro, pero alguien tuvo la bondad de darle al interruptor de la luz dejándo al descubierto que estaba en el armario del conserje. También pude ver a Zayn colérico y lo cierto es que no entendía por qué estaba así, pero esperé pacientemente a que él solito hablase y me dijera por qué estaba así.

Alive. z.m.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora