We Almost Kissed.

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Aviso a navegantes: Como siempre leer la nota del final y pido de antemano disculpas por un pésimo capítulo porque realmente este lo es. Siento también la longitud del mismo, las explicaciones que os merecéis están al final, en la nota. Un beso, gracias por leer y espero que os guste.

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We Almost Kissed.

Nicole. 

Podría decirse que soy toda una experta en levantarme de muy mal humor, en que la gente me habla con cariño y yo les dedico mis gruñidos de recién levantada. Puede decirse que hasta que no llevo unas dos horas despierta, no soy persona. Así que cuando me desperté y supe que estaba sola en una casa tan enorme como en la que mi padre tenía, me quedé mirando al techo suspirando malhumorada. Así que, una vez que hube desayunado y duchado, me puse a limpiar la casa en la que estaba porque la mierda me comía a cada rincón que miraba. Mi manía por limpiar se remontaba a los primeros fines de semana en los que estuve en Irlanda, maldiciendo mi suerte por no estar donde yo quería estar. Terminé de limpiar cuando unos nudillos impactaron de manera sonora pero no fuerte en la puerta principal. Yo hacía rato que había terminado mi intensiva limpieza y había decidido que tumbarme en la alfombra de la entrada de mi casa era una mejor idea para pasar el rato hasta la hora de la comida, la cual estaba creándose en mi mente como si estuviera creando un trazo en una hoja de papel. Abrí la puerta y me quedé sorprendida al encontrarme con sus ojos, la verdad es que no esperaba a nadie para ese día y menos a él.

—    ¿Puedo pasar? — Preguntó su voz sexy de esa manera tan penetrante, su manera de mirarme y de cuestionar las cosas casi me llevaba a otra dimensión y podía jurar que me importaba un rábano porque era la mejor sensación que había sentido en mucho tiempo. Me hice a un lado sin emitir ningún sonido, a excepción de mi saliva siendo ingerida con un sonido ronco y fuerte por mi garganta. — Perdón por presentarme así, pero... No tenía otra forma de localizarte y... Bueno, mis amigos están en una fiesta y pensé en que si no tenías nada que hacer... Si... S-si te gustaría acompañarme.

Sus ojos azules, su rostro lleno de adorables pecas y su tímida, pero seductora, sonrisa me hicieron darme cuenta de que Zayn siempre sería muy especial y siempre estaría presente en mi vida pero eso no quitaba el hecho de poder conseguir conocer a alguien más, alejarme de sus mierdas y ser completamente feliz. Como le dije el día anterior yo me conformaba con ser solo amigos porque es en la única manera en que yo lo necesitaba, o al menos eso es lo que pensaba. Entonces, Dan se acercó a mí, acorralándome contra la pared y me dio un beso profundo en la mejilla que me hizo reír como una tonta.

—    ¿Hacen fiestas a estas horas del día? Yo suponía que la gente se reponía de las fiestas nocturnas — Pregunté dejándome envolver por sus brazos en un abrazo que me pareció tierno. Dan tardó en contestar y lo agradecí de veras porque así pude apreciar la sensación agradable a estar en sus brazos. Me gustaba mucho, era realmente apaciguadora y todavía no sé qué fue lo que apaciguamos en ese abrazo. Dan me dejó apoyada en la pared otra vez y me acarició la mejilla derecha.

—    No todos los adolescentes son como tus amigos de nocturnos. Además, yo... Tengo que hacer una cosa esta tarde — Parecía querer decir más que lo que en verdad había dicho pero yo no era nadie para obligarle a contarle... Es más, no me gustaba sacarle información a nadie porque yo no soportaba que me quisieran sonsacar mis problemas, si yo no lo hacía no sería lógico hacerlo. Además, una cosa buena que me enseñó mamá fue: Lo que no quieras para ti, no lo hagas para los demás. — ¿Quieres venir a la fiesta... Con... Migo?

Asentí antes de escabullirme de sus brazos, subí por las escaleras y me encerré en el baño a maquillarme, pero no me maquillé demasiado, la raya y el rímel y un poquito de brillo en los labios. Mientras restregaba bien el brillo por mis labios haciéndome cosquillas a mí misma, busqué unos vaqueros ajustados, una blusa no demasiado ceñida - sólo por la parte del pecho - color crema, unos tacones altos con plataforma del mismo color que la blusa, una americana azul marino y dejé mi pelo liso castaño suelto. Cogí un bolso de mano del mismo tonto que la americana y guardé las cosas esenciales. Bajé los escalones y Dan estaba en los últimos, cuando se giró vi, por primera vez en mi vida, la reacción que me hubiera gustado ver en un chico cuando me miraba.

Alive. z.m.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora