Alive. z.m.

Again.

Again.

Nicole.

Otro día lluvioso se había presentado en toda Inglaterra, por la radio que alguien había dejado encendida se podía oír a una reportera verdaderamente preocupada por el hecho de que las lluvias que estaban azotando todo el país dejasen demasiadas cosas rotas. Me levanté con enfado, de hecho, llevaba días enfadada por el simple hecho de que Zayn no cumplía sus promesas. En absoluto. Seguía con Amber y mucho más acaramelado que antes, no se dignaba a mirarme y eso me hacía enfadarme más y más con él. Pero lo peor de todo es que mi mal humor se había trasladado a todos mis seres queridos y ya le hablaba mal a todo el mundo y ellos tenían que pagar un enfado que en absoluto iba con ellos.

A cada día que pasaba veía a Zayn y a Amber de la misma manera que Zayn estaba conmigo y eso me enfurecía hasta el punto de saltarme clases y hacer que Niall se enfadase conmigo. Cuando Connor me dejó en la universidad, esperé a que se marchase y pude escaparme. Caminé hasta llegar a un parque donde me senté a escuchar música y a ver a la gente que pasaba ajenas a mi infelicidad. Ellos caminaban siempre con demasiadas cosas en sus cabezas que no se daban cuenta de que el vagabundo que estaba tocando la armónica a unos cuantos metros de mí era mucho más feliz que yo.

No quería que esto me sucediera a mí pero me estaba sucediendo, después de la visita a sus abuelos creí que las cosas serían totalmente diferentes entre nosotros pero me equivocaba. Me removí en el sitio en el que estaba intentando alejar esos pensamientos de mí porque no hacía otra cosa sino que torturarme más y más. Suspiré cuando a mi móvil llegó un mensaje con un vídeo adjunto.

“Creías que Zayn te quería… Pues mira esto…”

En el vídeo se veía a un Zayn pequeño, no tendría más que catorce años, y en él decía que no me soportaba, que se juntó conmigo por pena y todas esas cosas. Dadas como estaban las circunstancias, me lo creí con fe ciega. Mi decisión estaba tomada, Zayn por su lado y yo por el mío.

Cuando regresé a la universidad, Niall me miraba con cara enfadada y yo lo miré levantando una ceja haciendo que su enfado se convirtiese en confusión. Estaba furiosa y pasaba de todos y de todos.

A lo largo de dos meses seguí recibiendo mensajes con más vídeos de Zayn diciendo lo mucho que me odiaba, lo poco que me toleraba, lo mucho que se había estado riendo de mí, lo poco que me echaba de menos y todas esas cosas… Justo cuando creía que las cosas habían estado mejorando para ambos.

Zayn era un bipolar de mierda, un drogadicto, un imbécil y… Seguía enamorada de él. Sabiendo todos sus defectos lo amaba con todas mis fuerzas, tanto era así, que amarle era dañino para mí y me estaba desgastando poco a poco hasta convertirme en una versión bastante pobre de mí misma.

Las primeras nevadas llegaron con los primeros días de diciembre. Estaba sentada en una terraza leyendo panfletos sobre otras tantas carreras para realizar un cambio con el nuevo semestre. Estaba dispuesta a estudiar durante todas las Navidades con tal de no verlo nunca más en la misma clase.  Mis ojos leían y leían sobre lo que las otras carreras me ofertaban, estaba segura de que había algo que se me diera mejor que historia y segura estaba que habría algo que pondría tierra de por medio entre él y yo. No podía soportarlo más, sus mentiras ya no me hacían daño… Dicen que cuando no te duelen las cosas es porque han dejado de importarte y, por alguna extraña razón, no quería que Zayn dejara de importarme.

Estaba tranquilamente sentada cuando una llamada a mi móvil me hizo mirar de quién se trataba, Zayn. No respondí a la llamada, de hecho, dejé que siguiera sonando y llamándome hasta que ya se hizo insoportable. Pero de repente las llamadas cesaron y supe que había comprendido lo que mi silencio significaba: no quería saber absolutamente nada que tuviera que ver con él. Seguí leyendo lo que estaba haciendo hasta que recibí una llamada de Charlotte.