Alive. z.m.

Pain.

EN LA NOTA DEL FINAL HAY UNA CONFESIÓN DE LA ESCRITORA.

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Pain.

A la mañana siguiente me desperté y la realidad chocó contra mí dejándome ver el dolor que producían mis propios actos, mis propios errores. Estaba acostada en mi cama con el vestido de la fiesta de la universidad mirando hacia la puerta del baño mientras el brazo de Zayn mantenía mi espalda pegada a su pecho y a mi brazo bajo el suyo con nuestros dedos entrelazados. Sí había ocurrido, todo había ocurrido el baile, el intento de estrangulamiento de Icaboth, la visita a la comisaría y al hospital, que Zayn se hubiera colado en mi casa y que nos hubiéramos estado besando hasta que no pudimos combatir nuestro cansancio. Entonces me di cuenta de que estaba haciéndole daño a Dan e infringiéndome dolor a mí misma, pero me dolía más estar haciéndole esto a Dan quien no se lo merecía en lo absoluto.

Me alejé bruscamente de Zayn entrando al baño, pegando un portazo importándome absolutamente nada si había despertado a Zayn, quería pegarme de mamporros porque me los merecía, eso no se hacía y menos tras haberle dicho te quiero a una persona tan maravillosa como Dan. Me quería golpear en todo mi cuerpo y me vi en el reflejo, si es que me merecía que Icaboth intentase estrangularme, era la peor persona del mundo y la peor novia que jamás hubiera existido. Entonces unos golpes en la puerta del baño me hicieron afrontar las primeras consecuencias de mis actos.

—    Nicki, bebé, ¿estás bien? — ¡Ja! ¿Cómo se atrevía a pronunciar esas palabras? ¿Y qué diablos era eso de bebé? Zayn Malik eres un jodido embaucador de mierda que me llevas a hacer las cosas que están mal, me llevas a hacer las cosas que no quiero, y aun así, ¿tienes la valentía de sonar preocupado? — Nicole, me estás asustando, ¿estás bien, bebé?

—    ¡Márchate! — Por su culpa iba a ganarme que Dan me dejase, no iba a tolerar estar cerca de él, Zayn Malik era mi pasado más feliz y era en el pasado donde debía estar.

—    Bebé, no me digas eso, déjame pasar, hable…

—    ¡QUE-TE-LARGUES! ¡NO QUIERO VOLVER A VERTE EN MI VIDA! ¿ME HAS ENTENDIDO? MÁRCHATE PORQUE NO PUEDO NI MIRARTE A LA CARA…

—    NADIE TE OBLIGÓ A DEVOLVERME EL BESO, NI SIQUIERA A SEGUIRLO, PUDISTE PATEARME LOS HUEVOS PERO PREFERISTE BESARME… ME QUIERES Y ME AMAS TANTO COMO YO A TI, ASÍ QUE NO ME VENGAS CON LAS COSAS DIGNAS AHORA Y ABRE LA PUTA PUERTA, JODER. — No me moví de mi sitio sintiendo las lágrimas concentrarse en mis ojos. ¿Quería que abriera la puerta? Bien. Cogí el cepillo de pelo y salí por la puerta. — ¿Me vas a tirar el puto cepillo?

—    Vete. — Pero entre mis lágrimas, mi temblor del cuerpo por mis actos y que no quería estar cerca de él tuve que repetirlo como unas cien veces antes de poder cambiar de palabra. — ¿Por qué mierda tienes que venir a joderme la existencia, Zayn? Tú tienes novia, yo tengo novio, ¿por qué?

—    Porque eres mía, bebé y pase lo que pase, yo soy tuyo. Voy a aferrarme a ti como a un clavo ardiendo y me importa una mierda si me quemo, todo valdrá la pena por estar contigo. — Dio un paso a mí y yo le lancé el cepillo que lo esquivó. — Adelante, lánzame todo lo que quieras, no podrás alejarme de ti porque eres mía y yo soy tuyo. Lo sabes, bebé.

—    Me das asco, Zayn, porque ahora comprendo porque haces todo esto — dije con los dientes apretados, temblando de la rabia que me reconcomía por dentro y manteniendo una postura fría. — Tú lo único que quieres de mí, es reírte con la puta de tu novia, la puta de su amiga, el gilipollas de mi ex amigo y con el resto de la universidad. Pero, ¿sabes lo que te digo? Que ya no más, Zayn. Me das pena y asco y ahora mismo quiero que te vayas de mi casa…