CAPÍTULO 15: La triste realidad de Adrián

27 2 0
                                    




- ¿Marnie?- preguntó sobresaltado Adrián.

La mano de Adrián se posó sobre mi clavícula, para girar después mi rostro hacia él. Aquel contacto fue lo que me despertó. Me había quedado como en shock por unos segundos. Como si hubiera dejado de estar en mi cuerpo, y escuchara lo que Adrián me decía desde otro plano. Rápidamente limpió la lágrima que se deslizaba por mi rostro.

- ¿Qué ha pasado? ¿Por qué lloras?

- No... lo sé- respondí mirando el suelo-. Por unos segundo me ha dado la sensación como de que lo veía todo negro y me iba a desmayar, y cuando he abierto los ojos estaba... llorando.

Me abrazó preocupado.

- Es que..- proseguí- sonara muy extraño pero hay algo dentro de mi que se remueve al ver este cuadro, como si perdiera todas mis energias, de verdad que debo estar volviéndome loca...

- No creo que estés loca- me dijo- a mi también me causa muchas emociones este cuadro, aunque no sea tan exagerado. Pero aún y así es muy extraño y coincidente. No creo mucho en historias fantásticas o paranormales, pero quién sabe, quizas se trata del retrato de algun antepasado tuyo, eso explicaría el parecido. Aunque por lo del desmayo aún no debes estar recuperada del todo.

- No lo creo, mis padres nunca me han hablado de ningún otro caso de ojos heterocromáticos en mi familia. Pero no sé, también me parece extraño. ¿Tiene algun tipo de data escrita en él?

- No lo sé, voy a mirar.

Cogió el cuadro y le dió media vuelta. Miró en las esquina inferior derecha y en ella había unos minúsculos detalles hechos con carboncillo.

- "1744 , Yeux d'amour"- leyó en voz alta.

- ¿Ojos de amor?- traducí del poco francés que sabía.

- Eso parece. Es extraño, jamás me había dado por mirar detrás. El nombre parece un poco en desacorde por eso, los ojos más bien parecen transmitir tenacidad y seguridad, no amor- dijo girando el cuadro de nuevo.

- Quién sabe, quizás debería revisar mi árbol genealógico- dije tratando de normalizar la situación.

- Sí, aunque dudo que haya un registro del siglo XVIII que hablé del color extraño de los ojos de tu antepasado, si es que existe.

- También es verdad.

- Bueno vayamos de nuevo a la hab-

El golpe de una puerta y unos pasos fuertes y contundentes, que parecían de un hombre, callaron a Adrián de inmediato.

- Mierda, debe ser él- dijo nervioso- No tenía previsto que llegara hoy de su viaje de negocios. Es mejor que no te vea. Quédate aquí, en seguida vuelvo.

- ¿Quién es él?

- Creo que mi padre. Quédate aquí, hora vuelvo.

Cerró la puerta y escuché como se alejaba de la habitación. Dejándome sola, un poco intrigada. Enseguida escuche los pasos fuertes y contundentes, de su supesto padre, venir en dirección a donde Adrián había ido y de golpe se detuevieron.

- Adrián, ¿se puede saber que se supone que haces?- dijo una voz grave con un tono de enfado que me dió miedo hasta a mí. Desde la habitación donde me encontraba se podía escuchar todo a la perfección.

- Nada, ahora iba a dirigirme a estudiar un rato- respondió Adrián serio.

- Nada, como siempre, nada. Lo único que sabes hacer es nada o estropear. Nunca haras algo de provecho.

Déjà vu. Los ojos azul y verde.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora