Entramos al bar y enseguida ví a Carlota en uno de los sofás rodeada de Nick, Samantha y Víctor. Alexander le estaba trayendo un vaso de agua. Adrián me dejó justo en el sofá al lado de ella.
- ¿Adrián que haces aquí?- dijo ella en un tono divertido irreconocible en Carlota.
- ¿Ha pasado algo?- me preguntó Samantha.
- No, no. Tan sólo me estaba aburriendo y le he dicho que viniera.
- ¿Has bebido Marnie? Te veo mal- me preguntó Samantha.
- Si, un poco lo siento.
Samantha me miró un poco asombrada y me dijo que no pasaba nada porque bebiera, solo debía ir con cuidado de no pasarme de la raya. Le sonreí, no se podía ni imaginar lo que en realidad acababa de ocurrir.
- Por cierto, ¿has visto a Joseph, Marnie? Ya hace rato que ha desaparecido.
Tan solo con escuchar su nombre mi corazón empezó a acelerarse. Mis manos empezaron a temblar y mi rostro quedó pálido y frío. Mi mente se quedó en blanco, ni siquiera sabía que palabras articular.
- Creo que se de quien hablas- dijo Alexander.- Le he visto marchar hace rato.
- Siempre tan observador Alexander, si no fueras tan imbécil...- dijo Carlota con un puchero. Si se hubiera podido ver en aquel estado se habría dado dos buenos golpes a si misma.
Alexander tan solo la ignoró. De repente sentí como unas manos se posaban en mis hombros y un aliento acariciaba mi oreja.
- Voy a buscar tu móvil, no te muevas de aquí. Enseguida vuelvo- me susurró Adrián.
Salió del local y mientras algunos hablaban si darse cuenta de ello, ví como Carlota se le quedaba mirando fijamente algo preocupada. Una mal presentimiento me vino nada más abrió la boca. Cualquier cosa que pudiera salir por su boca en aquellos instantes me deba mucho miedo.
- ¡Adrián! ¿Dónde va? ¿Ya se va? Pero si aún queda mucha fiesta.
- Tan solo ha ido a recoger una cosa que me he dejado fuera.
Me miró tratando de procesar mis palabras y enseguida una sonrisa maligna se posó en su rostro.
- ¿Qué habéis hecho tanto rato solos?- rápidamente la atención de los demás se centro en nuestra conversación. ¿No habréis acabado lo que empezó en-?
Enseguida me lancé encima de ella para taparle la boca como ya tenía por costumbre. El efecto de la droga sin duda me bajo de golpe. Sentí risas, y la sangre se me subió a las mejillas de la vergüenza. Aún y así me alegré de que el ambiente fuera cálido, y me pudiera relajar sin recordar lo ocurrido. Había sido una buena idea mantenerlo en secreto.
Poco después decidieron que ya era hora de ir yendo hacia el coche para irse. Nick cogió a Carlota en brazos, quien parecía más que satisfecha e iba soltando un montón de idioteces que se le pasaban por la cabeza, de las cuales se arrepentiría totalmente cuando le bajara el efecto del alcohol. Me dijeron de ir cone ellos pero debía esperar a Adrián. Finalmente me quedé sola sentada en el sofá, viendo como Alexander recogía y limpiaba la barra del bar.
- Ya pasan de las dos de la mañana, y aún sigues aquí.
- Les he dicho a mis compañeros que unos amigos míos habían tenido un problema y que ya cerraría yo, por suerte no estaba el gerente- dijo mientras seguía con la tarea.
- Escucha, siento lo que te ha dicho Adrián...
- Adrián tiene razón. Tan sólo te he ayudado porque es lo que hubiera hecho cualquier persona con dos dedos de frente.
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Déjà vu. Los ojos azul y verde.
RomanceMarnie es un chica de dieciséis años que decide ir al instituto Bellevue para cursar bachillerato, y tiene una característica poco común, el color de sus ojos. En ese año de instituto se enamora de Adrián, un chico con un corazón enorme. Pero una se...