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Yuta leía tranquilamente un manga sentado en el sofá del apartamento de los miembros de NCT 127. Sonreía como un estúpido al leer escenas de aquel shojo. Todo le parecía tan absurdo que le causaba gracia.

En la realidad todo era mucho menos perfecto y más complicado, aunque él había acabado teniendo un medio final feliz. O al menos por ahora.
Sonrió cuando la protagonista rechazó al segundón popular guaperas del instituto parte del triángulo amoroso.

-¡Ja! por puto.

-Yuta. - alguien con un tono malicioso apareció tras la puerta principal.

-¿Ten? - despegó sus ojos de los dibujos en blanco y negro y observó a su amigo. Tenía la típica sonrisa de un padre enfadado que va a regañar a su hijo. -¿Q-qué pasa?

-¿Que qué pasa? - se acercó a él y le agarró del brazo - ¿Quieres saberlo? - Yuta asintió. - ¿Hay alguien más en casa?

-Jonnhy-hyung y Taeil-hyung, ¿por?

-¿Dónde están?

-En sus cuartos, supongo...

-Entonces se estarán revolcando en la cama ahora mismo.

-¡¿Qué?!

-Escucha, - bajó la voz acercándose a él. - Quiero decirlo delicadamente, pero no eres un dreamie, así que me da igual.

-¿Pero de qué hablas?

-Te tiraste a Sicheng el otro día, ¿verdad? - si Yuta tuviera algo en la boca, se lo hubiera escupido en la cara a Chittaphon.

-¡¿Qué?!

-Deja de gritar, se enteraran los tortolos. Respóndeme con sinceridad.

Yuta se quedó en blanco. En realidad le hubiese gustado que aquello que decía Ten hubiese sucedido, pero no pasó nada. Mejor dicho, casi nada.

El pelinegro se levantó con las manos en la cabeza.

-Ay madre mía. - se giró y le miró a los ojos. - Dime que al menos usasteis lubricante.

-¡¿Pero qué dices?! - ahora deseaba escupirle algo a Ten en la cara.

-Yuta, no soy tonto. Hace dos días, cuando supongo que os interrumpimos a Sicheng y a ti, vi el estado de Sicheng. Intentó taparse y Doyoung con lo atontado que está ni se dio cuenta, pero yo sí. - Yuta se sentó en el sofá. - Tenía chupetones en el cuello, Yuta. Chupetones. Y parecían recientes teniendo en cuenta sus labios hinchados y su cara que parecía un tomate. - el castaño se encogió en el asiento. - A mí no me vais a engañar. - rió sarcásticamente. - Sé que te gusta alguien de la agencia y tenía mis sospechas con Sicheng, pero nunca me imaginé que pudiera pasar algo entre vosotros.

-Yo tampoco, la verdad.

-Espera, ¡¿entonces sí que fuiste tú?!

-Ups.

-¡Lo sabía! Mi radar no me falla. - sonrió triunfante. - Entonces ¿qué pasó?

-No tengo porqué decírtelo. - Yuta se levantó, aquello le ponía nervioso y tampoco quería exponer a Sicheng.

-No no no. Ahora me lo cuentas, sabes que soy igual que tú, puedes confiar en mí.

-¿También te enrollas con Sicheng? - se giró observando al menor.

-¡No! Me refiero - acercó su boca al oído del castaño - a que a mí también me gustan los hombres.

Si Yuta tuviera algo en la boca, no se lo hubiera escupido.

-Todos lo sabemos Ten. 

-¿Eh?

It's your fault! ➣ yuwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora