It's your fault! ➣ yuwin

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Yuta maldijo todo lo que se movía en cuanto salió de aquella sala del infierno.

Tenía sus encantos. Tenía carisma. ¿Pero como demonios iba a enamorar a Sicheng? ¡A Dong Sicheng! Sólo en sus imaginaciones lo sacaba a cenar bajo la luz de la Luna y con eso ya se ponía nervioso.

Pero ahora era momento de ponerlo en práctica.

El problema era que se quería meter en su cama y esperar el día de su muerte.

En lugar de eso corrió al departamento para maquinar su plan maestro.

Mientras el chico rubio de ojos oscuros se hallaba en la sala de practicas preguntándose que demonios le pasaba y pensando en las palabras de Yuta. 

Se hizo una bola en el suelo mientras daba grititos de emoción y desesperación.

-¡Por favor! Solo será un paseo. - Yuta se pondría de rodillas delante de su mánager si volvía a decirle que no a su propuesta de una salida nocturna.

-No. - Yuta tenía dignidad así que no lo hizo. - Mañana tenéis práctica Yuta, si quieres ver a tu novia mándale un mensaje de buenas noches. - el hombre de mediana edad se dio la vuelta. - Y que no me entere de que tienes novia.

El japonés suspiró derrotado dirigiéndose a su cuarto donde se encontraba su supuesta "novia" y la lapa que tenía siempre a su lado.

Su cita a la luz de la luna parecía algo difícil teniendo en cuenta que tenían mucho trabajo por delante durante las próximas semanas, así que decidió que ese sería su broche final. Mientras podría comprarle un chicle a Sicheng porque no se le ocurría otra cosa.

Abrió la puerta de su cuarto y observó el cuerpo de Taeil sobre la mitad del de Sicheng. El menor jugaba juegos en su teléfono mientras el mayor jugaba con su pelo. 

-¿No te ibas a duchar? - preguntó el mayor de los tres mirando incrédulo al japonés.

"Oh mierda, la excusa.."

-Eh... se me ha olvidado. - los otros dos le observaron de forma incrédula.

-Pues me ducho yo. - Taeil saltó de la cama mientras Sicheng los miraba de reojo. Yuta se sentó en su cama cuando Taeil cerró la puerta.

Sicheng lo miró con un ligero rubor y Yuta no pudo hacer otra cosa que maldecirse por no traer ni un triste chicle.

El rubio se acercó a la cama del menor que se sentó cruzando las piernas. Se sentó en la punta de la cama intentando no mirarle a los ojos o se pondría como un tomate.

Estuvieron así por unos segundos hasta que se escuchó la risa del menor.

-Oye, ¿no decías que ibas a conquistarme? - el chino rió ante sus palabras mientras Yuta no sabía como tenía la osadía de decir aquello.

-Yo soy el rey en esto, niño. - se acercó al otro que retrocedió hasta chocar contra la pared. Sicheng sentía la respiración de Yuta sobre sus labios mientras la mirada burlona del mayor hacía que el corazón pareciese querer huir de allí. - Dime, ¿quieres que te bese?

El chino observó los labios del mayor, se veían tan bien que si dijese que no probablemente se pegaría un cabezazo contra la pared. 

-Dime, ¿quieres que te bese o n-? - el mayor fue interrumpido por el suave tacto de los carnosos labios del menor sobre los suyos. Un beso inocente que siguió suavemente mientras le sujetaba el rostro. 

El rubio se acercó más a él abrazándole y dejando suaves besos por su rostro. 

Sicheng se derretía bajo su dulce toque. Quería sentirlo más, pero de una manera suave, como los rápidos besos que dejaba en sus labios. 

El japonés pareció leerle la mente pues lo empujó suavemente sobre el colchón para hundir su rostro en su cuello mientras dejaba su cuerpo sobre el del más alto. Sicheng jugó con los cabellos del otro hasta que dejó de sentir besos flojos en su cuello. Yuta se había quedado dormido y poco le importó no sentir las piernas, pues tenerle así le derretía el corazón. Los arropó como pudo y cerró los ojos cuando llegó Taeil, haciéndose el dormido.

Escuchó sus pasos detenerse y avanzar hasta que el chasquido de una foto le hizo abrir los ojos. 

-¡Hyung! - el nombrado salió corriendo mientras Sicheng intentaba levantarse para poder alcanzarle. Acabó tirando al suelo a un confuso Yuta mientras le gritaba a Taeil que borrase aquella foto.