Entrada_4

395 45 29
                                    

Lunes, 20 de mayo de 2114

Hoy me ha despertado mi hermano.

-¡Hey, hermanita! Felicidades, ya eres mayor de edad. Venga, ¡Arriba, viejales!

El muy plasta me ha tirado un cubo de agua fría a la cara. Me iba a lanzar a su cuello para asfixiarlo, pero un olor a quemado me ha distraído de mi objetivo. Me he tapado la nariz y he mirado interrogante a mi hermano que me ha regalado una gran sonrisa, divertido.

-He hecho tarta.

¡No! Mi hermano había cocinado. Esa sonrisa, tenía que haberla identificado como peligrosa pero me encanta su sonrisa (aunque sea peligrosa) y me he distraído. He tenido comer lo que preparó. Todo para ser educada.

Después, he seguido a Jake hasta una sala donde varias personas formaban grupos pequeños y charlaban animadamente, contándose el fin de semana. Supongo que he puesto una mala cara porque mi hermano me ha mirado, tratando de calmarme y me ha dicho que lo esperase en una silla alejada de las personas. Al rato ha vuelto con una chica morena, vestida con un traje parecido a un neopreno. Muy guapa. Se ha presentado como Natalia, o mejor Nat. Será mi instructora allá fuera.

La he seguido por muchos pasillos grises, todos iguales. No sé como me aprenderé el camino. Finalmente, hemos parado en una puerta de metal adaptada a la forma irregular del agujero donde estaba colocada. Lia ha presionado unos botones con números. Una clave. No me he fijado en la combinación.

Cuando ha abierto la puerta lo he visto: un árbol, una conífera altísima, derecha y con una copa frondosa, un tronco esbelto, orgulloso, tratando de estirarse tanto como para tocar el cielo con la punta de las hojas, presentándose como el rey del bosque, su dueño. Nat me ha permitido salir para observar y estudiar el entorno donde trabajaré en los próximos años. He visto más árboles, extasiada he contemplado la inmensidad del bosque y su majestuosidad pero, sobretodo, me he sentido libre. No me había dado cuenta de que había cerrado los ojos y cuando los he abierto he visto una sombra negra, entre los árboles. Una persona. Quería llamar a Nat pero algo me ha pedido que fuese a ver de quien se trataba primero. Lo he seguido, corriendo entre los árboles, hacia el interior del bosque y, entonces, él se ha dado la vuelta buscándome con la mirada para ver quien le seguía.

He visto su mirada inteligente. Ha cambiado, pero sus ojos verdes son los mismos que me miraron aterrados aquel día del primer terremoto.

De repente, he sentido el frío congelado que hacía allá fuera.

 --------------

Hola!!

Ya sabéis que a todo el mundo le gusta que opinen sobre lo que hacen... A MI TAMBIÉN!!

Por favor, decidme vuestras opiniones ;)

Un diario para la posteridad ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora