Un diario para la posteridad ©

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Martes, 18 de junio de 2114

He conseguido volver a las clases de caza. Ayer tuve una seria charla con Jake. Al final tuve que recurrir a las amenazas y, creedme si os digo que no soy muy partidaria del método. No os voy a explicar cómo chantajear a mi hermano… Lo siento, pero eso es traición a la familia y yo no soy una traidora. Sí que os diré que no ha sido tarea fácil. Primero, porque siempre estaba ocupado haciendo otras cosas y “no tenía un hueco en su agenda para atender a su hermanita”. Segundo, porque nuestra familia es muy, MUY cabezota y no cambiamos de opinión con facilidad. Jake cumple esta característica familiar, desgraciadamente. Y, por último, porque, aunque yo sé cómo hacer cambiar de opinión a mi hermano en mi beneficio, él sabe cómo convencerme de que estoy equivocada en su beneficio. En resumen, que no ha sido tarea fácil.

Pero bueno, ahora disfruto de una relativa libertad… ¿Por qué relativa? Pues porque mi monitora (Nat, por si no os acordabais) es la novia de mi hermano. En teoría, yo no debería tener este conocimiento, pero les pillé dándose el lote cuando iba a hurtadillas a la sala de prácticas de caza. Esto fue el domingo. Cómo mi querido hermano se escabullía de mi charla, sin ni siquiera dormir en nuestro habitáculo, decidí ir a practicar por mi cuenta. Los domingos nadie trabaja en Dreo, así que se suponía que la sala estaba vacía. Bueno, pues no lo estaba… Ahora sospecho donde y con quien pasaba las noches Jake…

No sé cuándo piensa informarme de sus relaciones amorosas, pero bueno. Quizás ya ha salido con muchas chicas, y yo sin enterarme. En realidad, no creo que haya sido así. Mi hermano no es el típico chico que ha tenido ochenta novias y no le van los rollos de una noche. Si está con Nat, es porque de verdad la aprecia. Seguramente, le habrá costado horrores declararse. Pues sí, Jake será muy sociable pero es un auténtico negado para el amor… Y, bueno, yo también soy algo obtusa para esos temas. ¿Será otra característica familiar?

El hecho de que mi hermano y Nat estuvieran besándose tan apasionadamente me indica que la relación ya lleva en pie bastante tiempo… Un dato bastante interesante.

Hoy he estado todo el día con Adam. El chico me cae cada vez mejor. Es muy parlanchín pero no habla por hablar. Conversar con él es muy interesante y siempre tiene algo inteligente que decir. A veces, resulta pesado porque realmente le APASIONA hablar. Muchas veces parlamenta él sólo y tiene tantas opiniones de todo lo que comenta que discute con él mismo. Es muy entretenido ver estas situaciones.

Yo casi no hablo pero me entero de todo lo que él dice. Según él, eso es ser un buen público. Él dice que soy callada, pero hablo más con él de lo que he hablado en los últimos ocho años. Varias veces he llegado incluso a reír estando con él. Y, porque vosotros no me conocéis, pero hacerme reír es un logro para cualquiera. Hay que tener en cuenta también que le conozco desde hace tres días. Y ya parece que es mi amigo desde hace años.

Me he dado cuenta de que a él también le cuesta socializar con la gente. No porque sea antisocial y borde como yo, sino porque es tímido y le cuesta hacer amigos. Me parece que llevaba mucho tiempo queriendo hablar conmigo. Eso sí, una vez que entra en confianza, la timidez se va a tomar por saco.

Hoy hemos ido a las clases de caza por la mañana. Le he dado a la diana la primera vez, y casi la rompo por lo rápido y fuerte que iba la flecha. Los demás tiros los he tirado mucho más flojitos y la flecha no llegaba al objetivo. Nat estaba desesperada. No sabía cómo hacer para que repitiese el tiro del otro día. Según ella, ese tiro había sido impecable. Creo que me falta motivación…

Por la tarde, hemos recorrido las grutas de Dreo y le he enseñado algunos rincones escondidos que poca gente ha visto. Nunca os he descrito Dreo, ahora que lo pienso.

Nuestra ciudad consiste en un túnel de 78 km de largo y unos 5 metros de ancho, al que llamamos Gruta Principal. De la Gruta Principal salen dieciocho Grutas Secundarias, que son mucho más pequeñas que la Principal, y también hay dos concentraciones principales de habitáculos, que son pequeñas cuevas en las que vivimos. En cada habitáculo, dependiendo del tamaño de este, caben desde dos a cinco personas, teniendo cada individuo su propia cama y una trampilla donde guardar sus pertenencias. En la Gruta Principal hay 138 habitáculos en total (yo vivo con mi hermano en uno de ellos), entre los que hay 10 habitáculos “de lujo” (que tienen mucho espacio para pocas personas) y de las Secundarias salen de entre cinco a diez habitáculos de cada una. Hay siete Grutas Secundarias que son más anchas que las demás. Éstas se unen en otra concentración de habitáculos (entre estos vive Adam con un niño de diez años que se llama Raúl y con la madre de Raúl). No todos los habitáculos están ocupados.

Hay cuevas mucho más grandes que nos sirven de plazas. La plaza más grande (a la que llamamos La Plaza) tiene un lago de agua subterránea. En el lago hay algas y unos peces ciegos bastante asquerosos. Recurrimos a ellos para comer en caso de necesidad. Hay dos placitas más pequeñas que son la Plaza I y la Plaza II. Como podéis ver, la imaginación de los que pusieron nombre a las plazas es espectacular.

Por último, hay dos cuevas grandes que no son plazas. Una de ellas es el comedor (que está al lado de la cocina) y, la otra, es la sala de prácticas de caza. De esta última salen unas grutas cavadas por nosotros en forma de laberinto, que llevan a la salida. Si quieres salir, necesitas una autorización. Poca gente sabe como guiarse en el laberinto para llegar a la salida. Mi hermano es una de ellas. Se supone que hay una salida de emergencia, mucho más rápida que salir por el laberinto, en caso de derrumbamientos.

A parte, hay muchos agujeros y pasadizos que he ido descubriendo durante mi estancia aquí.  Ya he mencionado que he hecho varios mapas de las grutas y creo que son los más exactos que haya hecho nadie de este lugar. De hecho, no es por presumir, pero me los han pedido los snobs de la ciudad (ya os hablaré de estos personajes otro día). Quizás dibuje uno en el diario…

Y esta ha sido la descripción de la ciudad. Como seguramente no os hayáis enterado de nada, os dejo que os lo imaginéis todo (pues sí, los parrafos que acabáis de leer han sido un poco inútiles, pero al menos puedo decir que he descrito Dreo). Simplemente, tenéis que tener en cuenta que son grutas subterráneas con pequeñas cuevas (nuestras habitaciones).

Ya para terminar, me he enterado de cómo llaman al material del que está hecho el diario: kolsten. Vale, en realidad no se llama así. Esa palabra es impronunciable y los habitantes de Dreo no son nada imaginativos. Mis queridos compatriotas llaman al material “papel mineral”. De verdad, me asombra la originalidad que tiene la gente de aquí.

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