Entrada_21

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Miércoles, 19 de noviembre de 2114

Dos semanas después de mis pensamientos cursis sobre Adam, después de observarle mientras dormía (lo sé, suena muy de acosadora), después de reflexionar sobre nuestra relación de estrecha amistad y después de no poder responder a mis propias preguntas sobre ello, ocurrió algo inesperado. Inesperado, buena descripción. A mí me pilló totalmente sin experiencia, y no debería haber sido así, porque he estudiado biología. Adam, por otro lado, estaba alucinado y lo pasó realmente mal.  Intentaba ocultar su miedo, aunque definitivamente, no lo consiguió. En aquel momento, la compañía de cualquier jovencita de catorce años habría sido de agradecer.

Resulta que, tras dieciocho años de vida, mis ovarios y mi útero decidieron empezar a funcionar. Y no creáis que fue agradable. El asunto hizo aparición con mucho esplendor. No os contaré detalles asquerosos que seguro que no queréis saber.

Hace dos años, un médico de Dreo me había explicado que, seguramente, nunca podría tener hijos. Con dieciséis años de edad, esta información apenas me había afectado. De hecho, me había alegrado. ¡No iba a recibir las visitas mensuales comunes en la mayoría del sexo femenino!  Me gustaban los niños pero, seamos serios, ni en ese entonces ni por ahora ha estado en mis planes agrandar el árbol genealógico.

El caso es que el médico se equivocó, y aquella noche, en medio del bosque, realmente lo odié por su error. Tuve que ducharme con agua congelada (tenía pedacitos de hielo flotando en la superficie) detrás de un árbol. Adam me preguntaba si necesitaba ayuda como si me fuera a morir en cualquier momento, pero obviamente no le dejé que me viera en pelotas de cintura para abajo. Yo creo que pensaba que me estaba desangrando…

Nunca hasta aquel momento me percaté del frío que hacía. No pude volver a vestirme hasta que lavé las prendas de ropa afectadas y estas se hubieron secado. Tiritaba tanto que parecía que algo me estaba dando descargas eléctricas. Debería haber dejado que Adam se acercara para al menos dejar que me abrazara. Pero me daba vergüenza y en aquel momento no podía pensar con claridad…

Normalmente nos aseábamos con agua recién hervida cuando encontrábamos una cueva cerrada, pero yo no podía esperar a encontrar un refugio. Después, y para más complicaciones, me encontré con el problema de contener la sangre para no volver a manchar la ropa. No podría permitirme otra noche semi-en-pelotas o moriría de frío, literalmente.

La solución: arena. Sí, arena. Adam se cortó las mangas de la camisa (yo, en aquel momento, no podía quitar ni un hilo de las prendas que me protegían del viento gélido) y, con la tela, hicimos saquitos que llenamos de arena (La más sencilla y abundante que pudimos encontrar: SiO2).

Lo gracioso de la situación fue que, durante los tres días que duró la inesperada visita, Adam me miraba como si fuese a explotar. Estaba asustado y quería ayudar pero, al mismo tiempo, estaba deseando escapar de allí por patas. Sus ojos de cervatillo y de estar completamente fuera de su entorno eran realmente cómicos. Intentaba aparentar confianza, resolución y seguridad, pero destilaba miedo, dudas e inseguridad. Aún así, agradecí su apoyo, aunque solo fuera por darme la tela que usé para los saquitos. Y porque pudo aguantarme con las hormonas de la primera regla.

¡El peor día que viví en el bosque! ¡Sin duda! Por eso os lo he contado, no para traumaros, como a Adam. Ahora que lo pienso, supongo que mi hermano y muchos otros chicos habrían actuado igual… Muchos no están preparados para vivir el estrés de una primera menstruación. De hecho, yo tampoco me sentía precisamente segura.

La siguiente visita fue mucho mejor y yo ya tenía la experiencia necesaria para sobrevivir sin compresas ultramodernas y super absorbentes en medio del bosque. Recordad: arena en saquitos.

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N/A: Hola! 

Ya se que esta entrada ha sido, a parte de algo corta, un poco rara.... Jeje Pero es que en los libros parece que las chicas nunca tienen la regla y eso es muy fuerte!!! :O

En fin, mil millones de gracias por los leídos, los votos y los comentarios ;) En serio, sois geniales :D

Espero que os guste :) 

Un diario para la posteridad ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora