-Mita, qué electivo has tomado. – Pregunta Cata, mientras entran a clases después del recreo.
-El de música, ¿por qué?. -
-Pucha, yo tomé el de Actualidad Mundial.-
-¿Qué? - dice Mita con cara de asombro. -¿Tú tomando un ramo que requiera pensar?, no puedo creerlo. ¿Qué te paso? ¿Estás haciendo alguna manda? ¿Pagando una apuesta? ¿Qué onda?.-
-Son los sacrificios que uno hace por amor. – Dice Cata mientras se encoje de hombros. -Lo que pasa es que Pablo, el mejor amigo de mi prima, que se sienta con Paul, me dijo que mi bombón había tomado ese electivo y bueno, tú podrás atar el resto de los cabos. -
-Cata, realmente estás loca. Espero que te pesque, porque o si no esto va a ser una tortura hasta final de año. – Dice Mita a Cata mientras la abrasa y le toca su rubia y lisa cabellera.
-Pasando a otra cosa Mita, ¿cómo lo hacemos para el sábado, te vas a mi casa y nos arreglamos allá o me voy a la tuya?. -
-No, yo me voy para la tuya, lo que pasa es que llega mi tía Leonor con su hija. Y no tengo ganas de que me interrogue media hora. Tú cachay como es ella, quiere saber todo de uno. -
- Sé lo que es eso. Entonces te espero. Ya amiga te dejo, mira que me espera Paul en la clase. –
-Nos vemos en clases de matemática, espero que estés concentrada, mira que hoy hay prueba formativa y es en parejas, ¿ok? -
-Ok... Mita, trataré - Grita Cata mientras se aleja.
Entrando a la sala de música, Mita observa donde sentarse, ve un banco vacío que está pegado a la ventana y se dirige hacia él. Ya dentro de la sala está aparentemente todo el curso y el profesor a punto de cerrar la puerta, Mita mira que en el umbral de ésta hay alguien conversando con él, para su sorpresa era ese tal Paul, del cual tanto hablaba su amiga.
Cuando Mita mira que se dispone a entrar a la clase de música, piensa en Cata y una sonrisa burlona se dibuja en su rostro.
Mita en ese instante pensó, con la vista pegada en el umbral de la puerta, en la pobre de Cata, "cuando se dé cuenta que Paul no tomó el electivo de Actualidad Mundial, y que eligió el de música, se va a querer matar".
Mita seguía con la sonrisa dibujada en su rostro mirando la puerta, cuando sus ojos se cruzan con los del muchacho quien entraba a la sala, en ese instante, la expresión del rostro de Mita cambia automáticamente, tornándose seria.
Paul, era un muchacho de un 1 metro 78 aproximadamente, poseía un cuerpo atlético, sus ojos color turquesa y su tez blanca, un pelo, marrón liso y peinado a la perfección. Su rostro siempre tenía una expresión muy fría y de pocos amigos. Pero, tenía a la mitad de las alumnas de enseñanza media a sus pies, cosa que ante los ojos de Mita le hacía ser una persona demasiado engreída.
La clase transcurrió sin ningún problema. Al terminar ésta, el profesor dio la tarea para la próxima semana, que consistía en definir el instrumento con el cual trabajarían durante el año. Tarea que Mita ya tenía resuelta, dado que su instrumento favorito y el cual tocaba muy bien era la guitarra.
Al salir de clases, ya en el recreo, Mita se encuentra con Cata, que trae una cara de cien metros y los ojos rojos, inyectados en rabia.
-¿Cata qué te pasa? –Pregunta Mita aguantándose la risa, ya que sospechaba lo que le sucedía a su amiga.
-No vas a creer la tragedia que me ha sucedido. Resulta que Paul no tomó el curso, y no sé cual habrá tomado- Dice Cata mientras se sube las mangas de la blusa.
-Y lo peor de todo, es que ya para la próxima clase me tengo que leer todos los periódicos de la semana. ¡Amiga, esto pinta para negro!. -
-Cata, sorry, pero ya lo sabía.-
-¿Cómo?- Pregunta Cata, abriendo sus grandes ojos celestes.
-Tu Paul, tomo el electivo de música-
-¡Queeé¡ - Exclama Cata llevándose las manos a la cabeza.
-Si amiga, sorry, pero es así.-
-Me quiero morir, ¿cómo? No es posible... Pablo me aseguró... no puede ser. Me las va a pagar este engendro del demonio.-
-Cálmate. – Le dice Mita mientras le da un dulce. -Pensemos mejor en la fiesta de pasado mañana, tienes que verte regia para que existas dentro del campo visual de tu enigmático y arrogante bombón- Concluye Mita riéndose.
Ya en casa, Mita se dispone a ordenar su closet en el cual aún había cajas con prendas de ella.
Abre la primera caja, la cual contenía cosas de ella y de su hermana, lapiceros, joyeros, álbumes de fotos. Toma estos últimos y los empieza a hojear, habían fotos de toda su familia, de ella con Claudia, de Claudia y su papá, de los tres. Mientras miraba estas fotos, delgadas lágrimas corrían por sus mejillas y entraban en las comisuras de su boca. En ese lapsus, escucha que su mamá la llama. Se seca las lágrimas y cierra el álbum.
Se dirige cabizbaja al escritorio, donde se encuentra su madre.
-Hija, cómo te fue hoy. – Pregunta su madre con la vista incrustada en su notebook.
-Bien, mamá. ¿Y a ti?-
-Bien, hoy día llame a la corredora que nos vendió la casa, para comentarle el tema del mal olor que hay en esta pieza, así que va venir la encargada de la venta y un gásfiter para averiguar y arreglar el problema.-
- Que bueno mamá, esta pieza está hecha para ti, lo único que tiene de malo es ese asqueroso olor.-
-Si lo sé hija, es por eso que llamé.-
-¡Ah¡ ¡Mañana tenemos que ir a buscar al terminal a tu tía Leonor y a Emilia¡. Van a llegar en la tarde, así que no hagas panoramas para la noche, ya que tengo preparada un pequeño cóctel mexicano para recibirlas.-
-Te recuerdo que el sábado me voy temprano donde Cata, tenemos una fiesta y nos vamos a arreglar en su casa. Además, a su mamá le toca esta vez ir a buscarnos.
-Bueno hija. Dile a Pamela que ponga la mesa para tomar once, por favor.-
Mita baja las escaleras del escritorio y siente una ráfaga de aire muy helado, como el que sale cuando se abre el freezer y, luego un peso en la espalada que hace que se encorve de hombros. En eso mira hacia arriba, como buscando la explicación y no ve nada. Lo único que hace es decirle a su madre que cierre los ventanales porque está muy helado abajo, a lo que su madre le responde que están cerradas.
Mita pone cara de extrañada y continúa su camino.
Ya en la mesa, Elisa le dice a Pamela que mañana antes de llegar a la casa, pase al supermercado y compre la lista que está en el refrigerador.
-Pamela ¿has visto dónde quedó mi guitarra? – .
-No Mita, no llegó. -
-¿Cómo que no llegó, Pame?, no entiendo. -
-La guitarra se la llevó tu papá porque en el camión de embalaje se podía romper, y bueno, tú sabes que esa guitarra para él tiene un significado especial, pero dijo que la traería cuando empezaras las clases.-
-Ok... Igual hoy lo voy a llamar para que me la traiga. No, mejor voy a ir a verlo de sorpresa este sábado en la mañana.-
-Mejor avísale, hija. – Dice Elisa con expresión de preocupación en el rostro.
-No mamá, el papá va estar feliz de que vaya.-
-Mejor avísale Mita, puede ser que hasta incluso no esté.
-Mamá, ya basta!. Yo sé que va estar contento y, en caso que no esté lo llamaré e iré donde se encuentre, obvio que dentro de Santiago.-
-Como tú quieras. – Le responde Elisa levantando las cejas mientras mira a Pamela que mueve la cabeza de un lado a otro.
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Usurpadores
ParanormalCasa nueva, vida nueva, eso dicen, pero para Mita no fue así. Su nuevo hogar esconde un siniestro y antiguo secreto que se revela a través de una extraña enfermedad, eventos paranormales y donde las respuestas están en el lugar menos pensado ¿Hasta...