Usurpadores

¿QUÉ FUE ESO?

Han pasado casi dos semanas del cambio de casa y Mita se adapta junto a su madre a esta nueva vida sin su padre viviendo con ella y viéndolo los fines de semana.

Se siente más segura y se ha dado el tiempo para aceptar la separación de sus padres. Frecuentemente le escribe a su hermana Claudia para contarle todo lo que hace en el día. Ellas han sido muy unidas desde pequeñas. Este viaje de su hermana junto con la separación de sus padres han sido cambios fuertes para ella, pero que la han hecho ser más independiente y más segura de sí misma.

Con todo el estudio que tiene Claudia en la universidad le es difícil responder todos los mail que le escribe Mita, solamente tiene tiempo para leer algunos y con suerte responderle una vez a la semana. Pero por lo que le cuenta Claudia, se encuentra bien y, aunque le conteste de vez en cuando, Mita es feliz.

Claudia, se caracteriza por tener una personalidad de bajo perfil y ser muy sociable. Es más independiente que Mita y proyecta su vida como una aventura. Pero, al mismo tiempo se caracteriza por evadir el conflicto a toda costa, igual que su padre.

En estas dos semanas, Elisa ha aprendido a lidiar sola con los quehaceres de la casa y con la hermética personalidad de su hija. A tenido que volver a enamorarse de la vida y de encontrarse dentro de ella misma, superando sus miedos y asumiendo su actual condición de separada, como una mejor opción de vida.

El verano ya había terminado y las clases habían comenzado. En su primera semana académica, nada nuevo había sucedido en su curso. Algunas compañeras llegaron más agrandadas y otras más rellenitas. Sus compañeros estaban más altos y habían perdido su apariencia de niños.

La novedad del colegio estaba instalada en el paralelo de Mita. Tenía nombre y apellido, Paul Bikins, el alumno nuevo que venía de Alemania, y la nueva obsesión de Cata.

Cae la tarde, Mita se encuentra acostada en el suelo, de la sala del living, sobre una alfombra felpuda de color blanco e iluminada por el resplandor del fuego de la chimenea que calienta sus pies desnudos. Se hallaba leyendo un libro, cuando de repente un ruido llama su atención, parece que de las escaleras del ático cayera algo que rebota por los escalones. Detiene la lectura y presta atención al ruido, pero retoma pronto ésta pues recuerda que su madre se encuentra arriba trabajando en su nueva novela y, seguramente ella dejó caer algo sin darse cuenta por las escaleras. Mientras realiza todo ese procesamiento de información y retoma su lectura, escucha que cierran la puerta de la calle, lo que hace que ella de un grito de susto, al cual responde su madre que venía entrando a la casa.

-¿Qué pasa? -

-¡Ay, mamá!, me asustaste, pensé que estabas arriba.– Dice parándose del suelo muy rápido. - ¿cuándo saliste, que no me di cuenta?–

-Hace un rato, fui a comprar pan a la esquina, a lo mejor no te diste cuenta que salí porque estás tan concentrada leyendo ese libro, ¿Cuándo es la prueba?. –

-En tres semanas más, pero me falta un capítulo y termino.–

-Qué bueno –

Tomaron once juntas en la cocina. Elisa se dedicó a interrogar a Mita acerca de cómo le estaba el colegio, mientras que ésta respondía con monosílabas. Apenas termina su café, le señala a su madre que se va a acostar porque tiene mucho sueño y se retira de la cocina.

Ya acostada en su pieza, se dispone a dormir cuando se pregunta qué habría sido ese ruido que escucho en la tarde cuando estaba leyendo en el living. Se levanta de la cama y se dirige al ático para ver qué fue lo que se cayó de arriba. Cruza el pasillo oscuro y piensa que lo que haya sido debía estar en el suelo. Cuando llega a la escalera, prende la luz y busca por todos lados y no había nada, de repente siente una brisa muy helada que se enreda en su cuello. Sube las escaleras con el fin de cerrar la ventana que debió haber dejado abierta Pamela o su mamá, cuando llega a arriba observa que no hay ninguna ventana abierta pero sí, estaba todo ordenado y con mucho color, como le gustan las habitaciones a su madre y un olor fuerte a campos de bambú, un desodorante ambiental preferido por Elisa.