QUE VENGA UN SACERDOTE

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-¿Qué pasa que hay tanta bulla? –

-Nada, lo que pasa es que Emilia se cayó y tú sabes lo exagerada que es– Dice Leonor mientras le cura la pierna a su hija.

Después que termina de curar la herida, Emilia le cuenta a Mita que no se cayó sola, sino que había sido Palbi, su amigo quien la empujó. Cuando termina de relatarle eso, Emilia a Mita, ésta última inmediatamente recuerda el episodio extraño que vivió en el escritorio, cuando algo la empujó contra la muralla. Por lo que sospechó que la niña podía estar en lo cierto y, más aún que en la casa había algo que estaba causando cosas paranormales y haciendo daño a los habitaban de ella.

Mientras Mita terminaba de procesar toda la información, escucha que Leonor habla por teléfono con Norma. A Matilda le pareció muy raro, porque hará como un año que no hablaba con ella. Trató de escuchar lo que decía Leonor, pero su voz era muy baja, además estaba encerrada en la pieza de Elisa con ella dentro y estaba claro que ambas no querían que escuchara la conversación.

Norma era una tía política de Mita, Claudia y Emilia. Esta Tía había sido compañera de curso de Elisa y eran amigas desde esa época con la familia de su mamá. Ella es como una hermana para Elisa y Leonor, pasaba todas las celebraciones con la familia de su madre desde que Mita tenía uso de razón.

La causa del distanciamiento se debía a que, Norma era ingeniera agrónomo y se había ido a trabajar al sur, pero igual tenían contacto por Facebook y teléfono para las fechas importantes.

Mita ya no soportaba más y quería saber qué era lo que su tía hablaba tanto con Norma y que ella no podía escuchar. Así que decidió pegar su oreja a la puerta y muy quieta empezó a escuchar con mucha dificultad lo que Leonor hablaba.

-Sí, por supuesto... mira, porfa, esto tiene que quedar en completa reserva, no quiero que nadie se entere ... Tu amiga sí..–

-Ok, sí, Elisa está mejor, de acá te manda muchos saludos y que vengas pronto, dice que hay unos tipos de la editorial que están bien regios para que salgan. –Comenta Leonor riéndose.

-Ya entonces, ese es el número y la llamo la próxima semana. ¿Antes vas a hablar tú con ella?..... ¿O no?. Espero tu llamada mejor... yapo, Norma, nos vemos y estamos al habla. Ojalá nos sirva de algo, chao.-

Mita siente los pasos de su tía hacia la puerta y se aparta dirigiéndose rápidamente hacia el living, tanto que tropieza con Emilia que estaba parada en el umbral de la puerta de la pieza donde dormía. Siente que abren la puerta y la voz de Leonor llama a Emilia, quien corre a los brazos de su madre.

Mita va a la pieza de Elisa, para saludarla.

-Hola mamí-

-Hola Matilda, ¿cómo te fue hoy en el colegio?.-

-Bien, nada nuevo.- Dice Mita levantando los hombros.

-Ah- Dice Elisa con una expresión de intriga en su cara.

-¿Por qué dices, Ah... en ese tono de intriga? –

-Por nada. Solamente qué ahora parece que tienes chofer particular y está bien regio.-

Mita sorprendida abre lo más que puede sus ojos, dejando ver su asombro al tiempo que siente que su rostro se transformaba en un semáforo encendido en rojo.

-¿Perdón?, ¿ahora me estás espiando? ¿Desde cuándo? –Dice Mita muy enojada y un poco avergonzada.

-No, para nada, lo que pasa es que justo cuando te bajaste de Mercedes Compresor, ¡qué belleza de auto!, Leonor estaba mostrándole a Emilia los pajaritos del árbol y fue ella la que te vio y me vino a contar. Cuando me acerqué a la ventana ya no estaba el auto. Fue eso no más, como si tuviéramos tiempo para espiarte, mira como estoy, hinchada hasta decir basta. -Dice Elisa mientras levanta sus manos para mostrárselas a Mita.

UsurpadoresWhere stories live. Discover now