Usurpadores

LA PRIMERA CITA

Cata despierta a Mita muy temprano, no pudo pegar un ojo en toda la noche, ya que pensaba que a lo mejor aquello pudo seguirlas hasta su casa.

Ambas amigas se levantan rápido para ir al hospital. En el viaje ninguna de las dos habló del tema.

Al llegar se fueron directo al quinto piso para averiguar cómo había pasado la noche Elisa, la enfermera de turno de la UCI, les informó que estaba estable y que el cuadro estaba evolucionando positivamente, lo más seguro era que a eso de las tres de la tarde, la pasarían a una pieza. Mita se puso muy contenta al saber que su mamá estaba mucho mejor. Después de recibir la información, las amigas se disponen a ir a la pieza donde se encontraba Emilia. Al llegar, ven a la niña jugando con Leonor, con unos cubos de madera. Ella aún tenía el oxígeno puesto.

- Hola, ¿Cómo está todo?–

-Bien, el doctor dice que los paneles virales salieron negativo, el broncopulmonar que la vio, me dijo que debió ser un virus que esta de retroceso y no se pudo pesquisar. Su saturación ya se ha normalizado, pero por precaución la dejaron un día más conectada al oxígeno. La temperatura bajo. Así que mi chiquitita está bien, gracias a Dios.

En la mañana temprano cuando le hacían aseo a Emilia, subí a preguntar por Elisa. La enfermera me dejó pasar a verla por cinco minutos, ella estaba durmiendo, pero se veía mucho mejor que ayer, todavía estaba un poco hinchado el cuello y el contorno de los ojos. La enfermera me dijo que estaba evolucionado súper bien, lo más seguro es que en la tarde la pasen a pieza.-

-Qué bueno. Antes de venir para acá, pasamos a preguntar a la UCI, nos dijeron lo mismo. –Dice Mita sentándose sobre la cama.

-Y ustedes... ¿cómo están? Catalina tienes una cara de no haber dormido- Dice Leonor mirando a Catalina que estaba apoyada en la muralla con cara de sueño.-

-De eso quería hablarte, pero no acá, puedes pedir que una enfermera se quede con Emilia un rato, vamos a la cafetería. -

-Sí... déjame llamarla. ¿Qué pasó?, me tienes intrigada. -Dice Leonor mientras aprieta el botón para llamar a la enfermera.

Ya en la cafetería, entre Cata y Mita contaron la experiencia aterradora que habían vivido ayer en la noche. Leonor no daba crédito a lo que estaba escuchando, parecía sacado de una película de terror.

-No puedo creer lo que me cuentan, parece que las cosas se pusieron mucho peor de lo que estaban.-

-Sí, fue horrible. Por un momento creí que estaba imaginado todo- Dice Cata.

-Créeme, Catalina, a mí también me pasó lo mismo, pero con el tiempo me di cuenta que no era producto de mi imaginación. –

-Tía, es necesario que hoy mismo llames a Norma para que te dé el número de la conocida, que sabe de estas cosas. Haz que venga a la casa y de una vez por todas saque esta presencia o, por último nos diga lo que hay que hacer para que se vaya.- Dice Mita con voz autoritaria.

-Tienes razón, Mita. En la mañana ya lo había pensado, hice clic con respecto a lo que le pasa a Elisa y ahora a Emilia y la presencia de la casa.- Dice Leonor mientras saca de su cartera el celular.

-¿Qué clic?... –Dice Mita mientras toma la taza de café para tomar un sorbo.

-Puede sonar muy descabellado, y puede que esté completamente errada pero, creo que todas estas cosas, tiene relación. O sea, desde que Elisa se cambió a la casa, se enfermó de algo raro que nadie sabe, que tiene a los médicos muy confundidos. Paralelamente empiezan a pasar estas cosas extrañas en la casa, la intensidad de éstas aumenta y la enfermedad de mi hermana también y ahora se suma Emilia con una enfermedad que nadie sabe lo que es.