Al día siguiente, Mita llegó al colegio muy temprano para encontrarse con Paul antes de entrar a clases y contarle acerca de su conversación con Cata.
Pero ese día para su sorpresa, Paul no fue. Lo esperó hasta que sonó la campana, aunque no apareció por la puerta de entrada.
Toda la ansiedad que tenía se disipó y la resignación se apoderó de ella.
Las clases fueron poco interesantes, salvo por filosofía, en la cual el profesor se dedicó a contar las mil y una aventuras de su hermano. Al quien le había pasado de todo en su vida, desde ser abandonado por un bus en la mitad de la selva hasta asistir un parto en el metro.
Ya casi al final del último recreo, Mita decide llamar a Paul, pero su celular aún estaba apagado. Ya no le gustaba la idea de no poder comunicarse con él.
Su preocupación aumentaba y el nerviosismo se apoderaba de ella, por lo que decidió ir a la secretaría a conseguirse el número de la casa. La respuesta fue negativa, esa información era confidencial y no se puede entregar a los alumnos. Otra vez, volvía a estar en el mismo punto de origen. Lo único que tenía claro, era que no le pediría a nadie el teléfono, ya que se pondría en evidencia.
A la salida, volvió a intentar llamarlo, pero obtuvo la misma respuesta. Tomó el microbús, se sentó en el primer asiento y decidió no llamar más, hasta que él la llamara de vuelta. Durante el viaje, supuso múltiples hipótesis acerca de la extraña situación. Su único confort era aquella frase que dice que "las malas noticias llegan volando". Por lo que creía que nada malo podía haberle pasado, a esa altura ella ya lo sabría.
Al llegar a su casa, va directo al notebook, con el fin de revisar su correo, la esperanza de encontrar en la bandeja de entrado un mail de él, se esfumó. Como última medida, decidió meterse a Facebook, para revisar su perfil, tal vez hubiera algo publicado que diera luces de su paradero.
Al entrar al Facebook de Paul, lo primero que le llama la atención es una frase en escrita por el en su muro: "En retiro... un lugar para mí en el mundo". Mita se preguntó ¿Qué significaba eso?. Le pareció muy raro. Al seguir buscando alguna pista, solo halló un comentario escrito por Egel, que obviamente no entendió, ya que estaba escrito en alemán.
Preocupada e intrigada por el mensaje de Egel y la frase de Paul, cierra Facebook. Estaba en eso, cuando escucha la voz de Elisa que la llama desde la pieza. Cierra el notebook y se dirige rápidamente donde su mamá. Pero con la idea en la mente de escribirle un mail a Paul después.
-Dime mami... -Dice Mita parada en el umbral de la puerta de la pieza.
-Quería saber si has tenido noticias de Claudia -Dice Elisa mientras se saca los lentes.
-La verdad que no le he escrito. ¿Pero, tiene que venir pronto?, ¿o no?... –
-Sí, me tiene que confirmar para cuando sacó pasaje. ¿Podrías escribirle un mail preguntándole para cuándo tiene vuelo? -Dice Elisa al tiempo que se para de la cama para ir al baño.
-Ok, después de almuerzo le escribo. -Dice Mita mientras se da vuelta en dirección a la cocina, cuando en eso escucha cerrarse la puerta del escritorio.
En el instante que escucha el ruido, gira automáticamente la mirada a ésta y puede corroborar que era esa puerta la que se cerró. Pensó, tal vez para no asustarse y bajarle el perfil, que fue una corriente de aire.
Se encaminó a la cocina, donde estaba Pamela dándole de comer a Emilia.
-¿Pame, está listo?, estoy muerta de hambre. -
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Usurpadores
خارق للطبيعةCasa nueva, vida nueva, eso dicen, pero para Mita no fue así. Su nuevo hogar esconde un siniestro y antiguo secreto que se revela a través de una extraña enfermedad, eventos paranormales y donde las respuestas están en el lugar menos pensado ¿Hasta...