Varios meses habían pasado tras la invasión y las cosas para Steve y Tony se habían puesto bastante complicadas. Steve iba de misión en misión y Tony se la pasaba trabajando en sus armaduras. Desde la invasión Tony había sido incapaz de dormir, siempre que lo hacía tenía pesadillas horribles con aquel portal que casi lo mata, y no podía dejar de pensar en eso.
- Tony - lo llamo Steve, al verlo con la mirada perdida - ¿Seguro que vas a estar bien?
- Ya te lo he dicho, Rogers, estaré bien. Solo serán un par de semanas, no es para tanto.
- Ya, pero, ¿quién me garantiza a mí que vas a dormir?
- JARVIS. ¿Verdad, JARVIS?
- Garantizo que intentare que duerma señor, pero sin usted es complicado - contestó la IA.
- Voy a estar bien.
- Siento tener que irme ahora.
- No importa, es por la seguridad del país - Steve no pudo evitar reír, por el tono que puso Tony - Solo vuelve sano y salvó, ¿vale?
- Siempre - contestó Steve, antes de besarle.
- Te quiero.
- Y yo a ti. No trabajes mucho.
- Y tú no dejes que te disparen mucho.
Steve se rio - Te quiero - dijo antes de irse.
- Y yo a ti... Y yo a ti...
Tony siempre intentaba aparentar que no le afectaban las misiones de Steve, que no le afectaban las pesadillas, o la falta de sueño, pero no era verdad. Estaba fatal y ahora que Steve se había marchado, estaría aun peor.
El capitán estuvo fuera una semana, la cual Tony paso encerrado en el taller, trabajando en nuevas armaduras. 72 horas seguidas paso sin dormir, encerrado en el taller. Hasta que un día, decidió salir a comer con Rhodes, para que le contara más sobre un presunto terrorista, y este comenzó a echarle la bronca por no tomarse ni un descanso.
- La gente está preocupada por ti Tony y yo también lo estoy - dijo Rhodes.
- Te ha llamado Steve, ¿verdad?
- Esta preocupado por ti, Tony. Te quiere y sabe que no estás bien.
- Mira, yo también le quiero a él, pero no tiene que tenerme controlado, ¿vale? No soy un niño.
- Pues te comportas como si lo fueras.
- ¿Enserio? Ahora me vas a venir con esas.
- Tony, no quiero ponerme en plan gili...
Las palabras de Rhodes fueron interrumpidas por unos niños, que le pidieron un autógrafo a Tony. Tras aquello, Tony sufrió un ataque de ansiedad y volvió a encerrarse en el taller. Steve había estado pidiéndole a Pepper y a Rhodes, que le vigilaran, porque sabía que no estaba bien. Pero como Tony parecía no hacerles caso, decidió volver antes de la misión, para hablar con él.
- Bonita armadura - dijo Steve, desde la puerta del taller - ¿Es nueva?
- Steve - Tony corrió hasta su novio y lo beso - ¿Qué haces aquí? No volvías hasta la semana que viene.
- Quería verte. No me quedare mucho.
- Ya... Has venido a vigilarme, ¿a que sí?
- Tony, estoy preocupado por ti.
- ¿Por qué? Estoy bien.
- Rhodes me dijo que sufriste un ataque de ansiedad, Pepper que no has pisado la empresa y no la coges el teléfono, y JARVIS que llevas días sin dormir.
- ¿Enserio JARVIS, tú también?
- Esto ya es demasiado, Tony. Estoy preocupado, dime de una vez que es lo que te pasa.
Tony soltó un suspiro.
- Estoy totalmente hecho polvo, desde hace tiempo - admitió - Y no te he dicho nada, porque no quería preocuparte. Nada es igual desde lo de Nueva York.
- Ya me había fijado.
- Vives experiencias y se acaban sin poder explicarlas. Dioses, alienígenas, otras dimensiones... Y yo soy un hombre enlatado. La única razón por la que no me he desmoronado, es porque te tengo a ti y es genial, te quiero, soy afortunado, pero cielo, no consigo dormir. Tú te vas a las misiones y yo bajo aquí y hago lo que sea, chapucillas. Pero la amenaza es inminente y tengo que proteger lo único sin lo que no puedo vivir, ósea tú. Y mis trajes son...
- Maquinas.
- Que forman parte de mí.
- Una distracción.
- Puede.
Steve se acercó a Tony y lo beso, agarrándolo del rostro.
- No necesito que me protejas, Tony.
- Lo sé, pero me quedo más tranquilo. Mira ya sé que no puedes dejar tú trabajo, y no quiero que lo hagas. Estoy orgulloso de ti. Pero tengo miedo de que algún día llegue Fury, a decirme que has desaparecido, o aun peor que has muerto... No podría soportar eso.
Steve volvió a besar a Tony y lo abrazo con fuerza.
- Se a lo que te refieres, pero prometí volver siempre y lo voy a cumplir.
- Eso no depende de ti.
- No pienses en eso, mi amor. Piensa solo en que te necesito, y ahora mismo te estas matando poco a poco. No quiero volver a casa y encontrarte en el suelo. Yo tampoco soportaría perderte.
Tony abrazo con fuerza a Steve y volvió a besarle.
- Lo siento.
- Te quiero.
- Y yo a ti, mi amor.
Steve volvió a besar a Tony.
- Sabes, voy a darme una ducha.
- Muy bien.
- Y tú vienes conmigo.
- Aún mejor.
Steve sonrío, y se dirigió al baño, junto a Tony, ambos necesitaban un momento a solas. Después de una ducha bastante larga, estuvieron cenando y se fueron a la cama. Tony estaba acurrucado en el pecho de Steve con los ojos cerrados sintiendo las caricias que le hacia su pareja y en ese momento no pudo evitar pensar en lo afortunado que era por tenerle a su lado.
- Te quiero, mi amor - murmuro Tony, mientras comenzaba a quedarse dormido.
- Y yo más, amor... Muchísimo más - contesto Steve, dándole un beso en la frente.
Al final, ambos quedaron profundamente dormidos. Steve odiaba dejar solo a Tony y le gustaría poder estar con él todo el tiempo, tenerlo siempre para el solo. Pero tenían vidas muy complicadas y no solo debían proteger su mundo, sino el de los demás.
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Amor entre guerras (CANCELADA)
FanfictionHistoria situada en el universo cinematrografico de Marvel de como Steve y Tony deben enfrentar las distintas guerras que se les presentan juntos y descubrir por el camino que el amor que sienten el uno por el otro es más fuerte de lo que pensaban. ...