Capitulo 19. Mi pequeño Shakespeare.

2.5K 178 2
                                    

Me levanté en brazos de Peter, él dormía en una silla en frente mía y yo estaba tumbada en su cama. Me incorporé en la cama y oí un bostezo.

-¿Wendy?- dijo Peter.- ¡Wendy! Estas bien? Te duele la mano?

Me miré la mano y vi un vendaje en ésta.

-n-no...

-deberías descansar y no hacer esfuerzos o puede que el veneno (si queda) se extienda por tu cuerpo.- se levantó- bueno, lo dicho.- me besó la frente.- descansa.- y se fue.

-está bien hijo...- susurré burlandome. Miré a los pies de mi cama y vi rosas.- y esto?- dije antes de que se marchara, pero era demasiado tarde.

"Cortesía de Peter, huelelas."

Ponía en una tarjetita. Las olí ,el dolor de la mano desapareció y el mensaje de la tarjeta se cambió.

"Me merezco un buen apretón de manos con esa fina y sana mano, ¿no crees?"

Reí y me levanté como pude para buscarle. Miré al suelo y mis pisadas se iluminaban de los distintos colores del arco iris, sonreía como una niña pequeña.

-ahora, en vez de una madre, sonreís como una ingenua niña ,Wendy... ¿Qué ha pasado? Las luces te vuelven loca...

-¿qué quieres Garfio?

- nada en particular...- se quedó embobado mirando mi cuello.- cual ejemplar de diamante ven mis ojos...- tenía un collar con un diamante y en él grabado "para Wendy.D. Peter ". Sonreí enternecida y luego me cuestioné por que hacia todo eso.

-Peter,¿cierto?

-muy cierto. ¿Por qué hace eso?

- ha hecho algo mal? Te has enfadado con él?

-si.- dije molesta. Pero no del todo. Había hecho muchas cosas malas pero le quería.

-es para que le perdones.

-es un infantil.

- y un inmaduro.

-Garfio, es un niño, es MI niño... Cuidado con lo que dices.

- pero tú...

-sh!- le corté, me di la vuelta y volví a dentro.

Me entró hambre, ¿qué hice? Buscar un armario, supongo que tendría comida, aún que aquí casi me atrevía a decir que no comían ¿sería porque están muertos? Bueno, intenté abrir el armario pero no había manera. De repente apareció Peter, le dio un golpe en una de las esquinas por la parte de las bisagras ,se abrió hacia él y la paró. Le iba a decir gracias pero seguía enfadada. Él apoyó la cabeza en la puertecita abierta del armario y me miró.

-te echo de menos, Wendy, vuelve... Necesito tu responsabilidad y tu todo.- se dio la vuelta y se fue por donde había venido. Eso había sido... Muy bonito.

Terminé de comer y decidí salir y perdonarle ¿mala elección?¿buena quizás? Da igual porque es la que elegí. Tras minutos andando en círculos le encontré volviendo de vuelta al árbol.-¡Peter! -se giró y me miró sonriente.- te debo algo.- estiró la mano y yo le abrazé, duró poco el abrazo pero cuando me separé estaba rojo.- y otra cosa más.

-te escucho.- se cruzó de brazos.

- no necesito un millón de rosas con un mensaje secreto esperando a los pies de mi cama. No necesito un diamante ni que seas un pequeño Shakespeare, no necesito diamantes ni sentirme como Blancanieves, sólo te necesito a ti, me das igual egocéntrico, insatisfecho, inseguro, infantil... Tu ya eres un pequeño Shakespeare sin aparentar... Es como eres lo que me hace llorar pero también lo que me hace reír... Peter, seré tu madre.- su cara expresaba felicidad, entusiasmo y sorpresa.

-bien, pero no te llamaré mamá.- reí.

-Noooo... Me haría sentir muuuy vieja.- le guiñé un ojo y reímos.

la verdadera historia de Peter Pan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora