-Creo que tenemos que ir a dormir, voy a... voy a decirle a los chicos que ya es hora...- me di la vuelta para irme pero él me cogió del brazo, tiró de él haciendo que me girara y teniendole demasiado cerca.
Tenía su mejilla pegada a la mía, podía sentir su piel rozar la mía. Entonces un susurro entró en mi oído como una perfecta melodía.
-no tengo sueño- susurró.- mamá...
Yo bajé la cabeza y reí, él rió también y pude divisar su nuez subir y bajar por su garganta. Quería volver a oír esas carcajadas de nuevo. De repente su cabeza retrocedió rozando ahora su nariz con la mía, él sonreía, levantó las cejas a la manera "Peter" y me miró a los ojos. Yo me acerqué veloz y besé sus labios cortamente.
-¿qué sientes ahora?
Él tenía los ojos abiertos y me miraba atónito.
- a...amor Wendy, hazlo otra vez.
Yo reí y lo volvía a hacer, me encantaba hacerlo, era como oír una canción que te encanta una y otra vez... Es inexplicable...
-ahora... Hay que ir a dormir.
-no me trates como un hijo.
-¿y eso a qué viene? ¿No quieres que sea tu madre?
-no, Wendy.
-¿y qué quieres ,pues?
-a ti.- dijo para después esbozar una sonrisa de "soy un niño bueno" pero sin enseñar los dientes.
-pues...júrame una cosa antes de que digas una frase que me deje embobada en pensamientos estúpidos de adolescentes.
-dime- dijo riendo.
-júrame que serás feliz, que sonreirás... Y que no volverás a matar.
-lo juro.- dijo seguro.- ves Wendy? No siempre los héroes consiguen los finales felices...- sonreí.
-¿finales... Felices?- dijo campanilla, la hermosa figura de una muchacha disminuida.- Peter, te has absuelto en un mundo del que tú no eres... No puedes estar con ella...
-¿por qué?- dijo Peter apartándome destrabar suya para entrenar cara a cara a la pequeña luciérnaga.
-Peter, elige, o Wendy o Nunca Jamás.-me miró y luego miró a Campanilla.
-Peter...- musité.- antes de nada recuerda una cosa.- él se giró y me miró a los ojos, por primera vez, vi esos preciosos ojos inundados de miedo, puedo decir segura que por primera vez en su vida, Peter Pan experimentó el peor de los sentimientos llamado "temor".
-dime Wendy.- dijo aguantando la presión del mundo en su garganta.
-no podré estar siempre contigo, Pan, déjame ir...
-Wendy...- musitó sin voz dando un paso hacia mi.
-si, Peter.- dije dando un paso hacia atrás.- es lo mejor.
-¡¿para quién?!- dijo confuso y agarrándose el pelo. Yo sin darme cuenta me escondí en mis hombros e intenté reprimir el temblor de mis extremidades.- no, Wendy...
-enséñame como se sale de aquí.- dije firme ,le miré a los ojos y una lágrima corrió por mi mejilla, él se percató y dejó de fruncir el ceño y mirarme con cara de pena como si fuese un joven cachorrillo abandonado.
-acompáñame.- se aclaró la garganta. Me condujo fuera del tronco y del cuello se arrancó un botecito con polvo de hadas.- Wendy, puedes marcharte...
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la verdadera historia de Peter Pan.
FantasyMe apuesto el cuello a que todos conocéis el típico cuento de Peter Pan que recordabais cuando teníais miedo o que os contaban antes de ir a dormir. Estoy segura que más de una ha soñado con que el apuesto Peter os llevaba a Nunca Jamás y erais feli...