Capítulo 13. La prueba de la verdad.

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Emprendimos un viaje de preciosas vistas y muuuucha vegetación.

- a partir de aquí debes ir sola... Yo no puedo pasar- dijo Peter.

- está bien.- respondí.- debes seguir recto y... Ya. Bueno, luego nos vemos.

- hasta luego pues...- sonreí y cuando avanzó un poco le empecé a seguir hasta que llegué a un sitio escondido y con tan sólo un circulito sin arbustos y me refugié detrás de uno antes de pasar a dónde estaba Peter y... ¿Un niño? Aparentemente un niño de la edad de Michael, sólo que se le cambiaban los ojos de rojo a azul y así sucesivamente... El muchacho estaba tirado en el suelo y Peter de pies a su lado.

- ¿quién eres?

- Will... De Noruega.

- ¡y una mierda! ¿Quién eres realmente?

-Will... De Noruega.

- no me mientas.

- no lo hago- Peter le pisó fuerte la mano y El Niño gritó.

- ¿Qué quieres?

- Will... De Norue-rue-ru...No se dónde están mis padres...

- já!- rió Peter.- y...- dijo triste.- ¿¿crees que yo si??

Levantó fuerte la empuñadura de su espada y se la clavó con fuerza y velozmente al niño en el corazón, sin ninguna dificultad ni cargo de conciencia. Me tapé la boca y salí corriendo sin importar me me hubiera oído. Cuando estaba lo suficientemente alejada, planté la bellota de oro, me ensucié las manos y la ropa de tierra. Guardé y silencio y esperé a Garfio.

- veo que ya lo has visto, ¿cierto?

- es maquiavélico, un demonio. ¡Ha matado a un niño! ¿Quién podría hacer eso?

- él.- dijo Garfio.- venga muchacha, llévame hasta él.

Me quedé pensativa, no estaba segura, pero no sabía con certeza que iba a hacerle... No sabía si quería matarle que era lo menos probable ya que está historia era como un vuelco completo a la de verdad.

- no le hará daño ¿cierto?

- ni tocarle un pelo de esa melenita que tanto te atrae...

- ¡eso no es cierto!

- primera fase: negación...- empezó a andar.

- ¿a dónde vas? Todavía no te lo he dicho...

- te he leído la mente preciosa... Soy poderoso aún que Peter me supere...- me quedé perpleja si os soy sincera. Esperé un rató, y otro más y otro más... Y otro... Esperé un buueeeeeeeen rato. De repente Peter vino corriendo y con cortes en la cara y brazos.

-¡Peter!

- ¡déjame en paz!- dijo esquivándome y dirigiéndose hacia la casa del árbol.

-¡Peter!- empecé a correr detrás de él.

- ¡olvídate de mi Wendy!- ¿Ol-olvidarme de él...? Ojalá pudira.

la verdadera historia de Peter Pan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora