Capítulo 62

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—Me encanta la canción, y los arreglos son geniales, sé que lograremos conquistar a los de la disquera —Layla dijo emocionada

—Todo está preparado, mañana debemos ensayar un poco más. Nos vemos mañana

—¿Ya terminamos? yo apenas estoy calentando —Stephen protestó

—eso es porque ya está oscureciendo —James afirmó, Stephen sonrió— Gracias Darren y Tiffany por no dejar que nos rindamos...

—Gracias a ustedes por no rendirse —Tiffany contestó, después recibió un abrazo de James, uno que nunca creyó que recibiría, y le pareció raro, encogió los hombros y palmeó su espalda— Bien, creo que es hora de ir a casa...

Todos asintieron, Stephen prometió llevar a casa a Tiffany así como la trajo, en una motocicleta, pero Darren se prometió a escondidas seguirlos hasta asegurarse que su amiga estuviera a salvo, todavía no conocía bien al vampiro y aún no era de fiar para él. Stephen ya no tuvo la necesidad de cubrirse ya que el sol ya se estaba escondiendo y se subió a su moto, Tiffany detrás de él.

*

—¿No está Samantha? —Nikki preguntó escaneando la casa

—El perder una hija es duro, más para una mujer, le afectó demasiado, y ha tenido que tomar muchas pastillas para la depresión, pero son demasiado fuertes está durmiendo —Frank explicó mientras le ofrecía asiento en la sala— Ahora, déjame hablar primero, te contaré lo que sucedió aquella noche —Dijo tomando un vaso con un liquido marrón con hielos y tomó un largo trago— Darren habló conmigo, aún estaba grave en el hospital y no sabía si lo que estaba diciendo era verdad o alucinaciones, pero sabiendo lo que sé, podría decir cuando son realmente alucinaciones, mi hijo fue atacado por un hombre lobo al igual que tú, sabía que había un descontrol entre los lobos en Lynchills: muchas personas desaparecidas y muchos cadáveres encontrados, esa noche fui hacia la casa de Mike Siack, quien me aseguró que ambas manadas, la de James y la de él no eran los culpables y le anuncié que saldría a cazar, le pedí que sacara a todos sus lobos del bosque, al igual que los de James, y él me dio el beneplácito para cazar, aunque no lo necesitaba, sin las dos manadas en el bosque, sólo quedarían en el bosque los responsables de todo este desastre, yo no sabía que tu hermano era uno de ellos, no es como si reconociera a un hombre durante su etapa de lobo. ¿Cómo iba a saberlo? Eres joven y no podrías comprender de lo que una persona es capaz por tus hijos

—¿Y eso de qué le sirvió con Liselle? —Nikki negó con su cabeza, Frank cerró sus ojos y se sirvió más brandy en su vaso

—Estábamos preocupados por Darren, ese día fue cuando nos dijo que era un hombre lobo...  —Frank dijo en un tono tan bajo como un susurro— Ella estaba en la escuela, Darren se retrasó unos minutos para recogerla, esos minutos que... nos costaron tanto —el padre de Darren apretó sus puños y sus nudillos se tornaron blancos

—Frank lo siento mucho, sé perfectamente por lo que pasaron

—Lo sé, y fue mi culpa, lo lamento tanto Nicole, no sabía quiénes eran los lobos y no sabía que uno era inocente...

—Frank te perdono, tal vez Darren nunca perdonará a mi padre ni tú, pero yo te perdono, mi hermano hubiera odiado que guarde rencor en mí

Frank alzó la mirada, sus ojos verdes ahora estaban inyectados de sangre, pero no había rastro de lágrimas, parpadeó y recobró la compostura

—Darren tiene suerte de tener una joven como tú

—Creo que lo que hay entre Darren y yo es tan complicado que ya comenzamos a cansarnos, yo ya me cansé... Creo que lo amo, pero estoy cansada

—entonces... ¿qué haces aquí? —la pregunta de Frank no fue grosera, sólo curiosa

—Yo, vine a pedirte algo, espero que no me lo niegues

—¿Que necesitas?

—quiero ser capaz y tener el valor de defenderme, no quiero sentir miedo, tú eres cazador, sabes defenderte y atacar a lo más peligroso en este mundo, por favor enséñame.

*

Darren aún reía a carcajadas a una esquina de su casa mientras caminaba, no dejaba de recordar el momento, en que -minutos atrás- Tiffany le dio una fuerte bofetada a Stephen cuando éste se inclinó para besarla, creyó que si alguien lo estuviera viendo reír de ese modo, creería que estaba loco o ebrio.

Deseó que si su hermana hubiera podido vivir hasta esa edad también tuviera el valor de defenderse, y de repente toda su alegría se eliminó y la tristeza y melancolía quiso aplastarlo como un cascanueces, y apretó sus manos, el llanto rascaba en su interior por salir, como el lobo siempre lo hacía, pero ya estaba cerca de su casa no podía permitir que sus padres lo vean así, primero llegaría y después se encerraría en su habitación a llorar.

Pero se dio cuenta que no podría hacerlo, al ver en la sala a su padre charlando algún asunto serio con Nikki

—¿Qué haces aquí Nicole? —preguntó interrumpiéndolos

—Yo...

—Darren sé amable —Frank reprendió

—Estoy cansado de ser amable, solo quiero a mi hermana de vuelta...

—Sabes que es imposible

—Es cierto, pero por lo menos puedo vengarla —Darren dirigió una última mirada llena de resentimiento a Nikki y subió a su habitación

—Debo irme —Nikki tomó su chaqueta

—Te llevaré a casa

—No hace falta

—Sí, el peligro aún anda suelto, y compraré medicamentos

—¿para Samantha?

—No, son para mí... —Frank tomó su saco y se dispuso a salir

*

Si la plata quemaba la piel de las manos de Darren no le importaba, le gustaba presionar el brazalete de su hermana, hizo una nota mental de comprar algún dije con una placa o alguna forma de ataúd donde pueda grabar la fecha en que su hermana murió, había puesto la pulsera como llavero, después de jugar con él, mientras sus manos sanaban él se quedó dormido en su escritorio.

*

El día siguiente Frank se presentaría por primera vez a trabajar desde que su hija murió, pero él no tenía humor para presentarse a la escuela, se acomodó en su cama a dormir aún más tiempo.

Samantha sabía que su hijo no se había presentado, pero también sabía que ya no tenía caso presentarse, ya que la próxima semana sería la graduación y los alumnos del periodo de Darren no tenían nada que hacer ahí, tomaba su café y debía tomarse las pastillas pero odiaba los efectos de éstas en ella.

Sus dos medicamentos que tendría que tomar si no controlaba su presión, ella sufría hipertensión desde muy joven y llegó a pensar que tal vez esa fue una de tantas razones por las que Darren había nacido con insuficiencia cardiaca, pero ambas enfermedades eran muy diferentes, creyó que ya no tendría estos problemas de ansiedad, pero ¿cómo podría no enfermarse después de la muerte de su hija?

Terminó su té verde, el cual tomaba más a fuerzas, porque ella moría por un café pero éste le afectaría mucho a sus nervios. Se dirigió a su habitación aún era muy temprano para comenzar el día, empero, se detuvo frente a la habitación de Liselle, entró sintiendo el frío calar sus huesos, recorrió la habitación, no había ordenado nada desde que Liselle había muerto, tomó un oso de peluche que le compraron a sus siete años, de felpa rosa pequeño que estaba recargado sobre las almohadas, lo abrazó en su pecho y salió ahora se detuvo frente a la habitación de su hijo, abrió poco a poco y lo encontró dormido, despacio se recostó junto a él y lo abrazó quedando en una posición cómoda y perfecta para dormir.

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El Corazón del Hombre LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora