Marco
Me coloco la camisa blanca por dentro de los pantalones, me abrocho el cinturón y me echo colonia en el cuello. Listo para la comida de gala con el equipo.
- Marquito, ya era hora -me reprocha mi compañero Lucas Vázquez-. Llegas tarde.
- Lucas, falta más de medio equipo -le contesto riendo mientras me siento a su lado-. Además, hemos quedado a las nueve y media y aún quedan diez minutos.
- Pero yo tengo hambre, y quiero comer -dice haciendo pucheros cual niño pequeño-.
Me río ante las palabras del gallego y lo doy por perdido. Mientras hablamos de nuestras cosas va llegando el resto del equipo. Cosa que alegra a Lucas y a su estómago hambriento.
Para amenizar la espera nos traen algo para beber. Yo decido beber agua, por el momento.
- ¿A ti no te han dicho nunca que el agua es para los peces? -escucho a Ramos vacilarme mientras se sienta a mi otro lado-.
Le sonrío y vuelvo a beber agua. Pero esta vez acabo tosiendo al ver aparecer a Álvaro, el fotógrafo, junto a África. ¿Qué hacen ellos aquí?
- Hola chicos -saludan ambos sonriendo, recibiendo respuesta del equipo-.
- Marco, no te ahogues eh -me pide Lucas mientras me echa una mano por la espalda,dándome golpes ante mi insistente tos-.
- ¡Niño! -Ramos se suma a prestarme atención y omitir a los recién llegados-.
Al final consigo tranquilizarme y se me pasa la tos. Vuelvo en sí y me detengo en mirar a África. Un mono largo hasta los pies con unos zapatos rojos del mismo color que el bolso. En un momento en los que la miro, cruzamos miradas. Ella sonríe, sin más. Y se sienta al otro lado de la mesa, con Nacho, Álvaro, Marcelo y Ceballos alrededor suyo.
- Voy al baño -informo a Lucas, levantándome de mi silla en mitad de la cena-. ¿Qué tal vamos? -le pregunto a mis compañeros de la otra parte de la mesa-.
- Siéntate aquí, Marquitooo -me pide Marcelo señalándome la silla de su lado, donde minutos antes estaba sentada África, y donde ahora mismo no está sentanda-. ¿Qué tal estás cenando? Mira que voy a vigilarte eh.
- Tranquilo,todo en orden -le respondo riendo por sus palabras-.
Hablo también con Álvaro, Ceballos y el resto de esta zona. Hasta que la dueña de la silla llega y me mira, esperando a que le devuelva lo que es suyo.
- Perdona -me disculpo, levantándome de la silla para dejarle sitio a África-. Yo ya me iba.
Después de ir al baño y pararme un par de veces con mis compañeros llego a mi sitio. Lucas me recibe dándome una copa de champán que acepto.
- Marco, esto es serio -el gallego me mira atentamente-. ¿Te gusta África?
- ¿Qué dices? No bebas más, te sienta mal.
- Te gusta -afirma, convencido-.
- ¿A quién le gusta quien? -pregunta Sergio uniéndose a la conversación-.
- Marquito,que le mola Afri -le suelta el gallego y en este momento le quiero matar-.
- Eso no es verdad -intento convencerles-. No digáis cosas que no son.
- Va, Marco. ¿Por qué no? -el capitán le sigue la corriente a Lucas-. ¡África! ¿Dónde te has dejado al novio?
En ese momento me quiero morir de la vergüenza. Mis compañeros la van a liar.
- ¿Qué novio? -pregunta la aludida, acercándose a nosotros y apoyándose en Ramos-.
- Tu amigo, el del otro día -continúa Lucas-.
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Quiero que vuelvas | Marco Asensio
FanfictionLa busqué en los aeropuertos y en las estaciones de tren. Y, por fin, estaba ahí, a centímetros de mí. La miré a los ojos, como nunca antes lo había hecho y pedí: - A ver cómo te explico yo... que quiero vuelvas.