Marco Asensio
Salgo corriendo, intentando esquivar a Isco. El de Málaga corre detrás de mí, mientras me dice de todo menos guapo:
- Eres un cabrón, chaval -me suelta mientras intenta no reírse-.
- ¡Sois peores que mis hijos! -nos grita Sergio Ramos, el capi, riéndose de nosotros-.
Me giro para comprobar que Isco sigue a una distancia prudente de mí, para poder parar de correr. Pero acabo tropezándome y tengo que luchar por mantener el equilibrio y no caerme al suelo.
- Al final te caes, Chencho -me vacila Ceballos riendo también-.
Antes de que el malagueño pueda llegar a mi altura, Zidane llega al césped y nos manda a hacer estiramientos. Yo, que sigo huyendo de Isco, me pongo de pareja con Luzas Vázquez.
- ¡Esta me la pagas! -Isco me reprocha rencoroso- Menudo golpe me has dado, enano. A los mayores no se les pega.
- Eres un exagerado -le ataco yo, mientras hago los ejercicios-.
- ¿Pensáis callaros ya? -interviene Nacho, harto de nuestra disputa-.
Continuamos con los ejercicios, los rondos, la táctica y demás actividades propuestas de Zidane. En tres días nos medimos al Atlético de Madrid en el Santiago Bernabeu, y tenemos que estar preparados. No podemos dejar perder el partido, tenemos que ganar y para ello estamos entrenando todos los días.
- ¡Chicos, un minuto de atención! -Miguel, el jefe de prensa del club, se acerca a nosotros- Esta tarde habrá sesión de fotos. Patrocinamos una nueva línea de polos, así que nada de escaquearse. Os quiero a todos aquí a las cinco.
- Ya me han jodido -escucho quejarse a Isco, en voz baja pero suficiente alto para poder escucharlo-.
- ¿El qué? ¿La siesta? -sigo picando al malagueño, mientras me río-.
- ¡Te la estás ganando, Marco! -me regaña, ya al borde del enfado-. Olvídame por hoy.
- Vamos a ver, ¡vale ya! -nos regaña el míster, a mí a Isco-.
- Encima, nos regañan por tu culpa -me reprocha, esta vez serio mi compañero-.
- Tampoco te pases -le contesto molesto por su tono de voz-. Que no ha sido para tanto.
- ¡Isco y Asensio! Esta tarde seréis los últimos en la sesión de fotos, por lo que os quedaréis hasta último hora -sentencia el de prensa-.
De puta madre, pienso yo. Ahora sí que Isco se cabreará conmigo. Además, me han jodido toda la tarde.
Ella
- Sí, ya está. Todo listo -le confirmo a Miguel, mientras monto el trípode-. El fondo lo prefiero de colores claros, para que resalte más la ropa. Y yo creo que el logotipo queda mejor en la parte derecha, así es más fácil de ver.
- Tienes razón. No había pensando que es lo primero que vemos, al mirar en el fondo -el jefe de prensa del Real Madrid sigue explicándome sus tácticas de márketing, aunque ese no es su trabajo-. Y de verdad, siento que Fran, nuestro publicista, no haya podido venir para ayudarte.
- No te preocupes, yo me encargo de hacer las fotos a los jugadores -acabo de colocar la ropa que se van a poner encima del mueble más cercano a mí-. Es mi trabajo, por ello me pagan ¿no? -río tímidamente, Miguel ríe también-.
- ¡Las cinco menos diez, ya! -exclama el jefe de prensa del club- Están a punto de llegar. ¿No estás nerviosa?
- Tranquilízate, el que parece estar nervioso eres tú. Y no sé por qué. Yo estoy muy tranquila, solo he venido a hacer mi trabajo. Mañana editaré las fotos que haga hoy. Y pasado mañana haré fotos en otro sitio y a otras personas totalmente diferentes. Ya me he acostumbrado. Si me tuviese que poner nerviosa cada vez que conozco a alguien y le hago fotos... -suspiro. Nunca me ha impresionado rodearme de personas más conocidas por su profesión. E incluso, para mí nunca ha significado nada. Igual hacía campañas de Adidas, Nike o hacía fotos para una floristería de un pequeño barrio de Madrid. No tenía ningún problema-.
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Quiero que vuelvas | Marco Asensio
FanfictionLa busqué en los aeropuertos y en las estaciones de tren. Y, por fin, estaba ahí, a centímetros de mí. La miré a los ojos, como nunca antes lo había hecho y pedí: - A ver cómo te explico yo... que quiero vuelvas.