Aún recuerdo aquel día, hace ya cinco años, cuando le dije a mis padres lo que quería estudiar.
- ¿Estás segura? -preguntaba mi padre, inseguro-.
- ¿No crees que Medicina estaría mejor? O quizá Derecho, ¿no te gustaría ser abogada? -proponía mi madre, sentada en aquel taburete de la cocina de mi casa-.
Yo negué, segura de mí y de mi decisión. Estudiaría Publicidad y Relaciones Públicas. Mi sueño era el mundo digital. Nada que ver con las carreras de Medicina, Derecho, Enfermería, Magisterio o Ingeniería que querían mis padres para mí.
Siempre fui la hija demasiado cuidada de papá y mamá. La niña a la que no dejaron volar, por miedo a que pudiese romperse las alas y caer. Por eso, preferían tenerme a su alcance y bajo control.
Hasta que dije basta. Y volé. Volé alto para conseguir mis sueños. Para crecer y demostrarle a todo el mundo, y a mí misma, que podía. Podía con todo aquello que la vida me pudiese delante. Que me iba a comer el mundo. Y no necesitaba a nadie para ello.
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Quiero que vuelvas | Marco Asensio
Hayran KurguLa busqué en los aeropuertos y en las estaciones de tren. Y, por fin, estaba ahí, a centímetros de mí. La miré a los ojos, como nunca antes lo había hecho y pedí: - A ver cómo te explico yo... que quiero vuelvas.
