Capítulo 3. Milán

2.2K 94 41
                                    

           

Notificaciones: @marcoasensio10 te ha seguido

Esto es lo primero que leo en la pantalla de mi móvil cuando me despierto. Lo medito un segundo y caigo en quién puede ser. Entro en su perfil de Instagram y lo confirmo. Es uno de los jugadores del Real Madrid. Por una parte, no me importa; pero por otra no me hace mucha gracia. Sin embargo, le doy a seguir yo también. Qué extraño, estoy segura que todas en mi situación le hubiesen seguido desde el primer momento (si es que no le seguían ya).

Me sorprendo al ver una de mis fotos en su perfil. Le doy me gusta y bloqueo el móvil. Ya es hora de empezar el día de trabajo.

No he conseguido ni entrar a la oficina cuando tengo a Álvaro encima de mí, agobiándome.

- No sé qué cojones les distes, o hiciste, en la sesión de fotos. Todos los jugadores preguntándome por ti -suelta, así sin más-.

- ¿Qué? -esa información no me la esperaba y me pilla desprevenida-. Yo solo hice mi trabajo, al igual que haces tú. No seas exagerado.

- No exagero, en serio. No te miento si cada vez que voy me acribillan a preguntas sobre ti. Ayer mismo, me dijeron que a la próxima sesión vas tú o se niegan a hacerse más fotos.

- Venga ya, Álvaro -intento quitarle hierro al asunto. En ese momento otro compañero viene a decirle algo a él, y consigo quitarlo de mi vista-.

No pasan ni dos minutos, cuando le vuelvo a tener delante de mí.

- Por cierto, disfruta las vacaciones por mí también. Siento mucho dejarte sola, y no poder acompañarte. Ya sabes cómo es este trabajo.

- Álvaro no te disculpes más -le pido. No es la primera vez que viajo sola-. Estaré bien y lo pasaré genial. Ya lo verás. En cinco días estoy aquí, tampoco te creas.


Marco Asensio

Semana de Champions, no hay otra cosa que pase por mi cabeza. Esta semana es importante. Todo el equipo está centrado en el partido frente a la Juve fuera de casa. Ahora mismo, estamos concentrados en el hotel en Madrid. Esta misma tarde salimos para Italia.

- Marquitoooo -se acerca a mí Lucas-, ¿te pones conmigo en el bus?

Voy a contestarle, pero Isco se adelanta:

- Se va a poner conmigo, ¿verdad? -se pone a mi lado en el sofá y me coge el móvil- ¿Qué miras? A ver a quién tienes por aquí, por tu Instagram.

- Isco, devuélveme el móvil -le pido, pegándole en el hombro-. Venga, trae.

- Te lo doy solo si te sientas conmigo -dice cual niño pequeño-.

- No me voy a poner con ninguno de los dos, antes me siento solo -sentencio, poniendo fin a la polémica-.

Isco hace el ademán de devolverme mi móvil, pero se detiene.

- Oye, ¿esta no es...? -pregunta entrando en su perfil-. ¡Pues sí, es África! ¿Desde cuándo la sigues?

- ¡Eso! -Lucas se mete en la conversación-. Dile que vuelva, ¡venga!

- Ella también te sigue... -insinúa el malagueño. Me mira y me sonríe insinuante. Yo niego con la cabeza-.

- ¿Qué pasa? -pregunto echándome las manos a la cara. Cuando quiere, tiene más imaginación que un crío de cinco años-. La seguí, nada más. Pero si tanto os sorprende, puedo dejar de hacerlo ahora mismo -intento quitarle el móvil, pero no me deja-.

- Tranquilízate, era una broma. ¿Te parece si le mandamos una foto?

- ¡No! -exclamo rápidamente-. Ni se os ocurra, con mi móvil no.

Quiero que vuelvas | Marco AsensioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora