África
Hacía años que no me sentía tan mal conmigo misma. El hecho de haberle fallado a Marco me mata por dentro y no sé qué hacer. No soy capaz de hablarle y de pedirle perdón. Pero a la vez, me molesta que no entienda mi situación. Pero la situación empeora el día que me llama para decirme que no quiere volver a saber nada de mí. Creo que en ese momento escuché a mi corazón romperse a pedazos. Tras esa dura y corta conversación ni si quiera podía llorar. No me podía creer lo que acababa de ocurrir y era incapaz de derramar una sola lágrima.
Decido alejarme de la realidad durante unos días, así que le hago visita a Manu. Viajo a Portugal y allí paso unos días. Necesito despejarme, e intentar olvidarme de Marco. Mi mejor amigo me conoce más que yo misma y sabe que algo no va bien. pero no puedo contarle lo que ha pasado entre Marco y yo. Solo le cuento que no fui a Kiev y que creo que me está empezando a gustar, pero que él está en Rusia ahora mismo.
- Despierta, tenemos que hacer turismo por tierras portuguesas -Manu, mi mejor amigo, me hace de despertador muy a mi pesar-. Va, venga, Afri.
- ¿Porqué tengo que salir de la cama? -pregunto abriendo los ojos-.
- ¿Estás preparada?
- Pues no lo sé, estoy dormida-le confieso y se ríe-.
- Menuda dramática tengo por amiga.
Salgo de la cama y muy a mi pesar desayuno bajo la atenta mirada de mi amigo. Pero este no deja de mirarme.
- ¿Qué? -le pregunto, no sé si borde pero es mi humor de estas últimas semanas-.
- Nada -contesta él, imitando mi tono-. ¿Qué tal has dormido? Necesito un favor.
- Sabía yo que algo querías cuando sonreías tanto. Llámalo intuición femenina.
- He quedado con una chica esta tarde y había pensado que me podías acompañar...
- ¿Qué? ¿Pero estás loco, Manu?
- Tranquila, hemos quedado como amigos. Y me ha comentado que vendrían un par de amigas suyas. No hay problema en que vengas. Va, por favor.
- ¿Qué pinto yo ahí?
- Así te enseño Oporto. Venga, hazlo por mí.
Creo que el puerto de esta ciudad me acaba de enamorar. Siempre he amado Portugal, ya lo sabéis, pero ahora mismo me gusta mucho más. No puede ser verdad, tiene algo especial.
Intento mantener conversación con las amigas de Manu, pero la verdad es que solo puedo observar todo a mi alrededor mientras pienso en mis cosas. Por eso mi mejor amigo se ve obligado a bajarme de las nubes en más de una ocasión. Él sabe porqué estoy así, y me lo perdona.
- Perdonad que África no esté muy habladora, -explica Manu para las demás chicas-, pero tiene mal de amores. Y no pasa por su mejor momento.
Creo matar a mi amigo solo con la mirada. Él se da cuenta y se ríe pasándome los brazos por mis hombros.
- No seas exagerado. Estoy bien, solo disfruto del paisaje -me excuso, intentando que las chcias no pregunten nada más-.
Marco
- ¡Marco! -Isco me grita antes de lanzarme el balón que consigo controlar con el pecho-. No veas, qué control bro.
- ¿Con quién te crees que estás hablando? -bromeo antes de devolverle el balón y reírme-. Luquiiii, apúntate al rondo.
- Deja, deja, no quiero ganaros -suelta el gallego riendo y huyendo de nosotros-.
- ¡Eso ya lo veremos! - Isco le lanza la pelota, incluyéndolo en el juego-.
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Quiero que vuelvas | Marco Asensio
FanfictionLa busqué en los aeropuertos y en las estaciones de tren. Y, por fin, estaba ahí, a centímetros de mí. La miré a los ojos, como nunca antes lo había hecho y pedí: - A ver cómo te explico yo... que quiero vuelvas.