Viviendo con los Dalfa (LRDR#1)

Capítulo 6

6. La venganza es apestosa, sin ropa y se sirve en tres platos

-Entonces, ¿has entendido? -Ella asintió- Bien, entonces mañana ya que salimos antes trae tu coche y preparamos todo, ¿de acuerdo? - Volvió a asentir, divertida.

-Esto estará genial.

-Si quieres grábalo.

-Por supuesto que lo haré. -Afirmó con una sonrisa y ambas nos levantamos.

-Bien, pues entonces nos vemos mañana.

Salimos de allí y bajamos las escaleras cuando alguien me empujó bruscamente.

-Oye, ¿Qué te sucede? -Espeté a Liz.

-Oh, lo siento. No te vi. -Se disculpó y noté la hipocresía en su voz, así que decidí dejarlo de lado.

-Bueno, llamare al taxi para llevarte Scar. -Informé pero alguien me quitó el móvil.

-¿Taxi? Hay dos coches en esta casa ¿y pides un taxi?

-No quiero que Scar tenga la mala suerte de ir contigo en un coche y dudo mucho que Devon quiera. -Señalé y una carcajada salió de los labios del mencionado.

-Pues estas mal, ¿Scarlett verdad? -Ella asintió- Te llevare, ¿Cuál es tu residencia? -Preguntó sonriente y lo miré, atónita.

¿Qué? ¿Ahora es amable? ¿Después de que me echo de su coche obligándome a irme sola y caminando, a ella la lleva?

¡Quien entiende a los hombres!

-¡Oh, yo también necesitó que me lleven! ¡Voy contigo Devon! -Exclamó Liz corriendo al brazo de Devon y los tres salieron de allí.

-Vaya, tu chica si que te cambia rápido. -Comenté y Logan rió.

-¿Celosa? -Alzó una ceja.

-Sam, ¿podrías cocinar algo? -Pidió Nick, lo miré por varios segundos y mi estomago rugió.

-De acuerdo.

Me dirigí hacia la cocina con un molesto Logan detrás mío, abrí el refrigerador y vi lo necesario para hacer unos deliciosos espaguetis.

Tomé la salsa, fideos y demás pero al ver una cebolla una sonrisa se formó en mis labios.

No puedo esperar a mañana.

Tomé un cuchillo para comenzar a picar la cebolla y sentí la cercanía de Logan a mi lado.

-¿Qué quieres? -Volteé apuntándole con el filoso cuchillo, él me miró asustado.

-Primero, que no me mates -sonreí, sin alejar el cuchillo-. Segundo, ¿ya te dije que eres sexy? -Acerqué el cuchillo, él tragó saliva nerviosamente-. Tercero, serás una gran esposa.

-Y tú no tendrás hijos.

-Quiere decir que tu tampoco. -Puse los ojos, alejando el cuchillo volviendo a cortar la cebolla y las demás verduras-. Ya te dije que no estoy interesada en ti.

-¿Por qué no?

-Um... déjame pensar -Fingí llevando una mano a mi mentón- ¿Por qué eres un idiota?

-Pero soy un idiota sexy -Sonrió.

-Acabas de afirmar que eres un idiota. -Recriminé.

-Pero soy un guapo y sexy.

-¿Y? -Alcé una ceja y frunció el ceño- Que seas guapo y sexy no quiere decir que tengo que interesarme en ti.

-¿Acabas de afirmar que soy guapo y sexy? -Canturreó él y comencé a cocinar.