Viviendo con los Dalfa (LRDR#1)

Capítulo 14

14. Mala convivencia, Idievon y charla de chicas

¿Qué diablos fue eso? ¿Qué diablos fue eso? ¿¡Qué diablos fue eso!?

No dejaba de dar vueltas en la cama desde que llegamos con Logan, fui directo a ducharme y ahora me encontraba recostada tratando de
seguir enamorándome de Patch, ese genial personaje ficticio pero ese maldito momento en el ring volvía a mi mente.

¿Qué tiene de importante? ¡Estúpido cerebro, olvídalo de una vez!

—Sam, pedimos comida —informó Nick desde la puerta y cerré el libro.

—Ahí voy —grité y lo volví a guardar en mi estante para luego bajar las
escaleras.

—¡¡¡Ahhh!!! —ese grito resonó en toda la casa, haciéndome dar un salto casi tropezando.

Corrí rápidamente hacia donde provenía el grito, Nick y Logan me
siguieron y claro evite la mirada de Devon, nos dirigimos hacia la habitación de Fran pero al abrirla nos encontramos al mismo en una
esquina y abrazando un bate de beisbol.

—Fran ¿Qué sucede? —Pregunté rápidamente al momento que él indicó con el bate a su cama.

—Eso... eso estaba en mi cara. —Seguí mi vista hacia donde indicó y vi
en su almohada... Una araña.

—Fran, ¿en serio? —me crucé de brazos, él asintió frenético varias veces con la cabeza.

—Le tiene miedo a las arañas —dijo Nick.

—Dame el bate —habló Logan y lo detuve.

—No idiota, es más probable que rompas la cama a que la mates —
recriminé. Saqué una hoja del escritorio de Fran y vacié un frasco
donde había unas viejas galletas.

—¿Qué harás?

No respondí a Devon y fui hacia la cama, donde atrapé la araña con el
frasco y la hoja, mientras Fran me miraba impresionado.

—¿Ya? —Alcé una ceja, él rápidamente me entregó una tapa que seguro era del frasco puse la tapa y le hice unos agujeros—. Listo, tuya —se la acerqué y él volvió al rincón— Fran está encerrada no te comerá. —Nick
y Logan rieron.

—No la escuches, ella no entiende tu miedo —habló Devon aproximándose a mi—. Si no quiere, no lo obligaras —tomó el frasco pero no solté.

—Si no enfrenta su miedo seguirá así.

—Si lo enfrenta se desmayara —contraatacó tratando de quitarme el
frasco y apreté mis labios.

—¡Déjala, yo la atrape! Ahora es mía —me vio confundido—. Si, dije mía.

—¿Y que se supone que será? ¿Tu mascota? —Ironizó en tono burlón y
asentí encogiéndome de hombros.

—Se llamara, Idievon. —Me crucé de brazos quitándole el frasco de sus
manos.

—¿Idievon? —Preguntaron los cuatro y asentí.

—Así es, idiota y Devon. Es el nombre perfecto, soló mírala, esta araña se dejó atrapar tan idiota y fácilmente, es como Devon, un idiota —concluí dando media vuelta para irme.

—¡Quisquillosa!

Frené en seco y gruñí.

—¡Me largo de aquí! —Exclamé dirigiéndome a mi habitación.

x-x-x

—¡Scar! —exclamé sonriente frente a la puerta de una adormilada pelirroja.