Viviendo con los Dalfa (LRDR#1)

Capitulo 28

28. Charla incomoda, viejos sentimientos, nuevos sentimientos y... Lo siento

¿Qué hice...? ¿Qué fue eso? ¿¡Qué diablos pasó ayer!?

Daba vueltas en mi cama una y otra vez tratando de entender mis pensamientos o... a mí misma.

Luego de... qué literalmente haya arrastrado a Logan hacia ese puesto con el juego en parejas y... sentir sus labios, ganamos... Pero no tenía otro peluche de Stich, nos dijo que otro chico había venido y lo había conseguido por lo que me dio un oso de felpa. Llegamos a la casa y sin dejarle tiempo a Nick de escuchar sus preguntas o quejas, corrí a mi habitación ¿Qué estaba pasando conmigo?

¡Se supone que tendría una cita con Will! ¡En la que no sentí nada! Y... ¡en la cual, fui, literalmente secuestrada! A un parque de diversiones... en que tuve sensaciones... ¡No, no esas sensaciones ¡Simplemente no pueden ser esas sensaciones!

—Sam —llamaron a la puerta y no contesté.

Soló quiero seguir acostada, escuchar música y pelear con mis pensamientos.

—Sam abre.

—No quiero Nick, solo déjame seguir durmiendo.

—Ya es tarde Sam y... alguien quiere hablar contigo —oí una clara molestia en su tono de voz.

—¿Quién?

—Lo dejé en la puerta.

—¿No puedes decirme quien?

—El idiota, quien va a ser —y al oír eso, me levanté de un saltó y me calcé con mis zapatillas corriendo a la puerta que al abrirla Nick solo indicó las escaleras y fui hasta allá. Will se encontraba en el marco de la puerta hablando con Devon, ambos voltearon a verme.

—¿Podemos hablar un rato? —Preguntó e indicó hacia fuera, comprendiendo que se refería a solas, ya que Fran y Logan lo veían desde la sala, asentí y fui hasta él.

—Esta frío. —Dijo Devon poniendo una chaqueta sobre mi cabeza y dando media vuelta.

Sigue igual de raro que ayer ¿Qué le sucede?

Pero dejé de lado las preguntas, me vestí con la chaqueta y salí de allí. Caminábamos por la calle y me intimidaba un poco el que no hablará, por lo que frené y suspiré.

—Lo siento... —Susurré casi con todo el valor que pude, no quería lastimar a Will pero... con lo que hice y lo que hago, claramente ya lo lastimé. Levanté la vista y noté que él no había volteado a verme, suspiró al verme y sus hombros se habían alivianado.

—¿Por qué...? —Lo miré lentamente y desvié la mirada— ¿Por qué ayer un chico quería que estuvieras con él y no conmigo? Eso no es tu culpa. —Lo miré, dolida.

—No Will, claro que es mi culpa, si bien no pude evitar que no me dejé allí pero... yo tenía una cita contigo, diablos lo siento tanto... —Junté mis manos apretando mis labios— Soy una persona horrible y...

—Sam eso no es...

±Y deberías odiarme... —lo interrumpí ¿Por qué no solo se enfada? ¿Por qué no me grita? O... Insultara.

¡Sería más fácil si no fuera tan comprensivo! ¡Esta en todo el derecho de odiarme! ¡Quiero que lo haga! Es una manera egoísta de no sentirme peor pero... se qué Will no podría, no es así.

—Ambos sabemos que no podría... —una pequeña sonrisa se formó en la punta de sus labios y solo haría que me sienta peor—. No podría odiarte cuando te quiero... —Y esas palabras se sintieron como puñales.