30; inference

160 10 1
                                    

Después de que mi ascenso en la compañía Big Hit Entertainment fuera anunciado oficialmente y se completaran una serie de trámites legales, era formalmente una productora y no podía estar más feliz tras ver realizado mi sueño.

Aquello, como todo en la vida, trajo consigo ventajas y, aunque pocas, también desventajas como más horas laborales. Sin embargo, apenas me importaba ya que en mis jornadas ya no me dedicaba a entregar cafés o formularios, ahora gastaba todo mi tiempo en la discográfica en producir y componer, aunque esto último en menor medida pues no consideraba que fuera realmente buena en ello.

Lo cierto es que, aunque parecerá una soberana tontería, había algo por lo que estaba realmente emocionada, y eso era mi estudio. Mi propio estudio. Todos mis ahorros ganados desde que entré en la empresa —los cuales eran bastantes gracias a que mis padres cubrían todos mis gastos de la universidad y del apartamento— los invertí en todo lo necesario para equipar el estudio; desde un ordenador nuevo con dos monitores hasta una mesa de mezclas profesional.

Básicamente durante toda aquella primera semana con mi nuevo cargo me entretuve en decorar y personalizar mi habitación que, aunque era más pequeña que la del resto, no me importaba en lo más mínimo. Y lo cierto es que durante este proceso la compañía no me faltaba ni mucho menos.

—Aquí está —dijo un chico alto y delgado, cruzando el marco de la puerta de cristal opaco, cerrándola a sus espaldas antes de dejar una gran caja de cartón en el suelo—. Toda tuya.

—Muchas gracias, Jimin —le agradecí, dedicándole una sonrisa.

Mi amistad con Jimin iba mejor que nunca después de haber arreglado nuestras diferencias y pasábamos mucho tiempo juntos a decir verdad; salíamos a pasear, chateábamos, cenábamos, etc. Pero, sobre todo, se presentaba siempre en mi estudio como si nada convirtiéndose aquello en una costumbre pese al poco tiempo que llevaba ahí, de hecho, justamente en esos momentos me estaba ayudando en la remodelación cargando algunas cajas cuyo peso era demasiado para mí pues mi fuerza era nula.

—¿Desde cuando lleva esa estantería ahí? —preguntó, señalando al mueble pegado a la pared justo delante de la entrada, cuyos estantes estaban completamente vacíos.

—Me ayudó Jungkook a montarla esta mañana —respondí—. Teníamos los dos un ratito libre y yo soy horrible para las manualidades.

Claro que Jimin no era el único que me visitaba y con el que pasaba mucho tiempo. Jungkook, Jin y Taehyung también formaban un papel importante dentro de mi vida en aquellos momentos.

No aparté la mirada del álbum de fotos que estaba tomando entre mis manos, viéndolas de pie frente a mi escritorio, pasando las páginas con cuidado mientras Jimin se acercaba hacia mí, posicionándose a mi lado torciendo el rostro un poco para ser capaz de ver las fotografías también.

—¿Y eso?

—Fotos —dije, ojeando algunas de mi graduación en el instituto, con mis compañeros de clase y, en especial, con Hyuna—. Desde hace varios años tengo una cámara instantánea y guardo las fotografías en este álbum. Quería poner algunas aquí colgadas.

Señalé con un ademán con la mano una cuerdecita que prendía de la pared detrás del monitor que comenzaba en la esquina y terminaba en el marco de la puerta junto al escritorio y, a su vez, a unas pinzas de madera junto al teclado de mi ordenador con las cuales mantendría las fotos en la cuerda.

—Espero que estés buscando alguna conmigo —bromeó, teniendo en respuesta un leve golpe por mi parte en las costillas—. ¡Oye, lo digo en serio!

Ambos nos reímos, continuando mirando las fotos, hasta que llegamos a mi época de becaria en la compañía hace dos años. El tiempo había pasado volando y era difícil de creer que ya llevara tanto tiempo conociendo a esos chicos cuando comenzaron a aparecer justamente las primeras imágenes que tomaba de ellos cuando fui cogiendo confianza.

how i met your father || bts harem fanfic [+18] [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora