how i met your father || bts harem fanfic [+18] [FINALIZADA]

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—Emi, de verdad, si no me dices lo que te pasa no puedo ayudarte.

Escuchaba la voz amortiguada de Hyuna intentando tranquilizarme, hacía tan solo cinco minutos que había vuelto a casa y lo primero que había hecho era tirarme en plancha sobre uno de nuestros dos sillones en la sala de estar, ocultando el rostro en el cojín más cercano. Hyuna, que estaba viendo una película tapada con una manta en el sofá de al lado, se sentó junto a mi cuerpo inerte preguntándome qué me ocurría.

—He visto a Yoongi —dije finalmente, deshaciendo el nudo de mi garganta, mas estoy segura de que no me oyó pues mi boca continuaba pegada al almohadón.

—¿Que qué?

—He visto a Yoongi —repetí, esta vez levantando la cabeza para que pudiera escucharme.

—No le veo el problema, vas perfecta para haberle dado envidia y que se arrepienta de haber terminado contigo —argumentó como si nada, como si tuviera que presumir algo ante Suga—. Seguro que ahora estará pensando en lo que se ha perdido, ¿qué problema hay?

—Me he chocado con él, Hyuna, y no te puedes imaginar lo incómodo que ha sido —sollocé, reavivando el recuerdo de hace menos de media hora—. Yo... no he podido hacer otra cosa que disculparme e irme corriendo.

Escuché un suspiro profundo de mi mejor amiga.

—Trabajáis juntos, era inevitable que en algún momento os encontrarais. 

—Lo sé.

—¡Pero no tenías que salir corriendo cuando eso pasara! —exclamó.

—Lo sé —repetí, volviendo a hundir el rostro en el cojín.

Estaba completamente avergonzada, había ideado un plan en mi cabeza durante toda la semana respecto a un encontronazo con Yoongi pero se había ido al garete. Había actuado como una completa tonta en ese momento, lo cual iba muy en contra de mi objetivo principal que era mostrarme madura ante él.

—Bueno, de todos modos, da igual —dijo finalmente Hyuna, dándome una palmadita en la espalda—. Ya no puedes corregirlo pero la próxima vez que lo veas actúa natural como deberías haberlo hecho. ¡Es tu ex, Emi!

—No puedo simplemente olvidarlo de un día para otro —respondí calmada, incorporándome para sentarme a su lado mientras abrazaba mis rodillas—. Nunca he sentido tanto por una persona como con Yoongi y sigo haciéndolo. Mis sentimientos siguen ahí y no pueden desaparecer de la nada por mucho que lo intente.

—¿Y qué hay de Jimin? —preguntó, también más tranquila y comprensiva adaptándose al tono que había tomado la conversación.

—Te mentiría si dijera que Jimin no me gusta, pero no estoy preparada para tener algo serio con nadie.

—¡Pues mejor! —gritó de un momento a otro, haciéndome sobresaltar—. No hace falta que tengas algo con nadie para divertirte. Escúchame, Emi, trabajas con siete chicos por los que media Corea suspira solo por verlos.

—No sé a dónde quieres llegar con eso —dije, aunque realmente sí lo sabía pero intentaba ir en dirección del pequeño rayito de luz que se asomaba en la conversación llamado inocencia.

—A lo que hacías en el estudio de Suga los días que llegabas tan tarde, o los viernes cuando se quedaba a dormir, o...

—Vale, vale, lo pillo y no quiero saber más del tema.

Me levanté de un salto del sillón, con planes de ir directa a mi habitación para acostarme, sin embargo, decidí retroceder sobre mis pasos una vez en el pasillo.

—¿Lo escuchabas? —pregunté, asomando mi cabeza por el marco de la puerta del salón—. Quiero decir, oías cuando...

—Gritas mucho.

Meneé la cabeza, mordiéndome el labio con vergüenza, y tras responder mi duda volví a mi meta inicial que era mi dormitorio. Me desvestí y me preparé para meterme en la cama. Una vez allí tomé mi teléfono móvil y revisé toda mi bandeja de entrada hasta que vi un mensaje.

"¿Me explicas qué fue lo de esta noche?"