14; delivery

226 23 0
                                    

El fin de semana había terminado y eso significaba que volvía la rutina a mi vida mientras me lamentaba en lo rápido que había pasado el domingo en el que me limité a descansar agotada por la sesión de fotos de los chicos el día anterior a este. Pero de nada servía anhelar mis series y mi cama cuando tenía que enfrentarme a una nueva semana.

Como cada mañana tomé el transporte público con Hyuna rumbo a nuestra universidad pues, si, además de ser compañeras de piso asistíamos a la misma institución aunque en diferentes grados. Todos los días íbamos juntas pero nos separábamos en las clases correspondientes de cada una para juntarnos a la hora de comer de nuevo, aunque a veces yo aprovechaba esas dos horas o tres de descanso para adelantar trabajo para Big Hit a donde asistía terminadas las clases por la tarde.

Aquel día estaba realmente dispersa en el aula, no solamente era incapaz de escuchar las palabras de mi profesor si no que mi mente volaba lejos de la universidad hasta que acabaron finalmente las clases de la mañana, reuniéndome con Hyuna como siempre pensando en qué me ocurría para estar tan distraída. Esta duda continuó incluso cuando ya teníamos ambas nuestros platos sobre la superficie de la mesa del restaurante al que solíamos ir para empezar bien la semana.

—¡De verdad, no sé cómo se han enterado todos ya! —exclamaba Hyuna, con la boca llena, antes de tragar para volver a meterse un trozo de comida—. Odio los rumores de esta universidad, corren super rápido.

—Si, si —asentía desganada, con la cabeza apoyada en mi mano y sin alzar la vista del cuenco donde tenía mi sopa—. Tienes razón.

Hyuna se quedó en silencio y, antes de que pudiera darme cuenta, le dio un manotazo al brazo que sostenía mi cabeza haciendo que por poco me diera de bruces en la mesa.

—¡Oye! —exclamé, incorporándome—. ¿A qué viene eso?

—A que para hablar contigo antes hablo con la pared que tal vez me dé más conversación —dijo, rodando los ojos mientras se limpiaba la comisura de los labios con una servilleta—. De verdad, no sé qué te pasa pero estás como desconectada, ¿estás bien?

Suspiré y me eché hacia atrás hasta que mi espalda tocara el respaldo de la silla.

—Sí, no sé, supongo —respondí, encogiéndome de hombros—. Creo que ha llegado un momento en el que mi cabeza ya no puede dar más de sí.

—Hablas de los chicos, ¿verdad? —preguntó, y yo asentí—. ¿Qué ha pasado?

—Nada que no te haya contado —dije, lo cual era cierto. Hyuna y yo solíamos contarnos todo desde pequeñas, desde lo primero que pensamos al despertarnos hasta lo último antes de dormir—. Tal vez esté así por lo que me dijo Taehyung sobre Yoongi, no tengo ni idea.

—Contigo siempre es Yoongi, ¿eh? —resopló—. ¿No te acuerdas de lo que te dije?

—Ya no estás con Yoongi, estás soltera —dijimos ambas al unísono, antes de continuar yo—: Ya lo sé y te estoy haciendo caso, pero eso no quita que continúe teniendo sentimientos por Yoongi, ¿entiendes?

—¿Y Namjoon?

—¿Qué?

—Que qué pasa con él —concretó—. ¿Continuáis haciendo cosas que dejarían traumatizado a algún que otro niño o...?

—¡Hyuna! —exclamé, avergonzada.

—¿Qué pasa? ¿Es verdad o no?

—No te pienso responder a eso —dije, con una risilla tonta brotando de mis labios mientras tomaba un sorbo de agua de mi vaso.

Pronto Hyuna estalló en unas sonoras carcajadas ante mi reacción y yo, roja como un tomate, acabé uniéndome a ellas. Unos diez minutos después en los que Hyuna se tranquilizó y prodeció a completar finalmente su historia del viernes noche, terminamos de comer y ella se tuvo que ir a su siguiente clase, sin embargo, yo aún tenía una hora más de descanso.

how i met your father || bts harem fanfic [+18] [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora