22; happiness

188 16 1
                                    

Una suave caricia recorriendo toda la longitud de mi espalda desnuda fue lo primero que sentí nada más despertarme aquella mañana sin siquiera abrir los ojos. Como si mi piel de fuego se tratase y no quisiera permanecer durante mucho tiempo en el mismo lugar por miedo a arder, el tacto de la yema de unos dedos finos trazaba pequeños dibujos abstractos con delicadeza y tranquilidad.

Conforme más consciente me hacía de que había comenzado un nuevo día, empecé a desperezarme abriendo mis ojos mientras un bostezo salía de mi boca e inspeccionaba toda mi habitación parcialmente iluminada por la persiana medio cerrada por la cual se filtraba la luz del sol matutino de Seúl.

Unos labios se posaron con cuidado en mi cabeza depositando un beso en mi anaranjado cabello y pasé mi mirada de aquellos dos pares de piernas entrelazadas bajo la tupida sábana blanca hacia mi novio quien me sonrió con ternura sin detener sus caricias en mi espalda.

—Buenos días —dijo Yoongi con voz raspada, de recién levantado, antes de inclinarse un poco para ser capaz de darme un corto beso en mis labios el cual sentó como el mismo cielo antes de volver a sonreírme—.  ¿Cómo has dormido?

No contesté, tan solo me limité a estirar mis piernas y a esconder mi rostro en su pecho destapado volviendo a cerrar los ojos con tal de inmortalizar el momento. Escuchaba su corazón bombear sangre y su respiración, la cual hacía que mi cabeza subiera y bajara al compás acompañándola, produciéndome la mayor tranquilidad del mundo.

Podría pasarme allí una eternidad.


Al volver abrir los ojos me di cuenta de todo aquel sueño idílico se había desvanecido y no era más que eso; un sueño.

Me encontré a mí misma sola entre aquellas mismas sábanas, sin un pecho en el que recostar mi cabeza ni unas manos que me acariciaran, pero si con un vacío y una desilusión terrible al ser arrancada de ese recuerdo en el que mi subconsciente me había envuelto.

Un parpadeo no muy lejos de ahí me sacó de mis pensamientos y yo, negándome en rotundo a recaer, decidí pasar página, no darle importancia a lo que había ocurrido en mi imaginación y me avalancé sobre mi teléfono móvil en la mesilla de noche junto a mi cama, el cual era la fuente de aquel tintineo de luz.

No volví a tocar mi celular desde que Hyuna me dijo que había llegado completamente bien a Busan, y de eso habían pasado dos días ya y, aunque no tuviera una vida social por las nubes, tenía bastantes mensajes sin leer por parte de ella, Jin, Jungkook y Taehyung.

Hyuna me había escrito acerca de un chico que conoció la noche anterior y, básicamente, todos sus mensajes eran un eje cronológico de todo lo que le iba pasando en ese pub inclusive si yo no le contestaba. Jin, por otro lado, se había dedicado a mandarme chistes días anteriores que, aunque eran malísimos, siempre conseguían sacarme una risa ya que era el efecto que ese chico tenía en mí aunque no lo tuviera delante. Y Jungkook, que revisaba sus redes sociales una vez cada milenio, me había preguntado por qué no le contestaba a sus llamadas y que si quería ir a cenar con él.

Le respondí a todos de forma corta; un buenos días a Hyuna, otro a Jin y una disculpa hacia Jungkook por no haberle respondido el día anterior, y después entré dentro del último chat, el de Taehyung.

"Se me olvidó decírtelo ayer, pero Jimin y yo llegamos anoche a Seúl"

No pude evitar sonreir levemente y sentir alivio ante estas palabras, pues le pedí a Taehyung que me avisara en cuanto llegara a la ciudad para saber que estaba bien. Nada más terminar de leerlo, revisé la hora a la que recibí el mensaje siendo, casualmente, apenas tres minutos antes de que yo lo leyera. Y, para más índole, Taehyung continuaba estando conectado.

how i met your father || bts harem fanfic [+18] [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora